Ernesto Laclau, filósofo, teórico político y escritor, ha señalado que la política adviene cuando las demandas sociales chocan con un sistema que las niega, y aparecen distintos proyectos que disputan por articularlas. Por otra parte, una sociedad que fuera totalmente reglamentada, donde no hubiera política, sería una sociedad donde el pueblo o «los de abajo» no tendrían ninguna forma de expresión.
Toda política es hegemónica: supone una fuerza capaz de galvanizar una serie de demandas insatisfechas. Si esta rearticulación no se produce o es muy débil, puede ocurrir la disgregación social en sentido más amplio.
Hoy ocurre que hay una explosión de diferencias y el problema político fundamental es cómo reunirlas en un proyecto de emancipación más global. Desde el punto de vista de la izquierda, el desafío ahora es seguir ampliando los niveles de acceso de los excluidos y, a la vez, encontrar un discurso político articulador para la enorme proliferación de diferencias.
Esta necesidad de acceso a la visibilidad política de los excluidos y la necesidad de solución de sus demandas ha sido uno de los ingredientes que ha permitido a Andrés Manuel López Obrador y a su movimiento acceder al poder ejecutivo federal y avanzar en la tomas de los poderes en las entidades federativas en donde Morena ahora gobierna al 45% de la población con gobernadores en 16 estados. Un gran avance si consideramos que en 2017 Morena no tenía ni un solo gobernador.
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De acuerdo con la ley, el proceso de revocación de mandato es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo de la persona titular de la Presidencia de la República, a partir de la pérdida de la confianza.
En la agenda electoral de México en 2022 nos preparamos a vivir, el próximo 5 de junio, seis procesos de cambios de gobernadores, en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas .