Francisco Tobías
Si el dinero es el principal instrumento que utilizamos para comprar artículos y con ellos satisfacer nuestras necesidades, ¿por qué las autoridades monetarias no imprimen más dinero? Y así todos tuviéramos suficiente dinero para adquirir las mercancías.
Podríamos pensar que imprimir dinero a diestra y siniestra es la solución a todos los males económicos, pues así todos contaríamos con dinero para poder comprar mercancías con las cuales satisfagamos nuestras necesidades; sin embargo, esa es la peor decisión que se puede tomar.
Si el Banco de México (Banxico), autoridad monetaria de nuestro país, decidiera imprimir más billetes y troquelar más monedas, lo que ocasionaría sería más pobreza y mayores problemas económicos. La razón es que existiría mucho más dinero con el cual se pudieran comprar la misma cantidad de mercancías existentes, generando una escasez de ellas y ocasionando una inflación desmedida.
Imaginemos que tenemos 10 pesos, con los cuales deseamos ir a comprar, como todos los días, al estanquillo de la esquina, el de Don Félix, una golosina que sabemos cuesta esa misma cantidad. Llegamos, la compramos y la disfrutamos. Al día siguiente Banxico decide imprimir más dinero; nosotros llegamos una vez más con Don Félix y, al querer comprar la misma golosina, nos dice que el precio ahora es de 15 pesos. Le preguntamos el motivo, a lo que el vendedor nos dice: “Como ahora todos traen más dinero, empecé a vender más golosinas, de las cuales ya tengo muy pocas, por lo que decidí aumentar el precio”.
Don Félix haría lo correcto, lo que sucede en cualquier mercado y en cualquier economía: aumentaría el precio de sus productos, esto por la escasez ocasionada ante el exceso de dinero que hay. Por cierto, a esa cantidad de dinero los economistas la llamamos el circulante.
Pues así sucede en la economía “real”, pero ahora imaginemos que no solo Don Félix aumenta sus precios, sino todos los vendedores y proveedores que hay en la economía, quienes actuarían de la misma manera. Por supuesto que los precios se elevarían de una manera considerable gracias a una espiral inflacionaria y a la escasez de mercancías que se tendría.
Una espiral inflacionaria se presenta cuando el aumento en el precio de ciertas mercancías, como por ejemplo la gasolina, genera que otras mercancías aumenten de precio, y estos aumentos generan otros aumentos, y así sucesivamente.
La impresión desmedida de dinero ocasiona que ese mismo dinero pierda valor. Incluso las hiperinflaciones que se han sufrido en el mundo se han ocasionado por la impresión descontrolada de dinero, tal como la que vivió México en 1982 o la que existió en Hungría durante el año de 1946, cuando los precios se tenían que actualizar, es decir, subir, cada 15 horas.
Tal como lo dijo el Premio Nobel de Economía, Milton Friedman: “La inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario en el sentido de que es y solo puede ser producida por un aumento más rápido de la cantidad de dinero que de la producción”. En pocas palabras, imprimir dinero no crea riqueza; la verdadera riqueza se genera produciendo más y mejor, no fabricando billetes.


