A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador actúa diariamente para imponer una agenda que lo aleje de los temas que quieren imponer sus adversarios y le permita marcar su propia estrategia y rumbo, estas últimas semanas ha tenido dificultades en su afán.
Las cosas se han complicado para el presidente desde aquel 27 de enero, el día que el portal Latinus, donde trabaja el periodista Carlos Loret de Mola, publicó un reportaje de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) en el que señalaron que López Beltrán y su pareja, Carolyn Adams, vivieron en 2019 en Conroe, Texas, en una propiedad de un ejecutivo de Baker Hughes, empresa que ese mismo año recibió un contrato de Petróleos Mexicanos (Pemex) y con la que tiene contratos vigentes por más de 151 millones de dólares.
Según él recuento de MCCI, tras vivir en la mansión propiedad del directivo de Baker Hughes, contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex), López Beltrán se mudó a una residencia nueva en el condado de Harris, que está a nombre de su pareja, Carolyn Adams.