El pasado 29 de diciembre, el alcalde morenista del municipio de Atlacomulco, Roberto Téllez Monroy, develó una estatua del presidente Andrés Manuel López Obrador, y compartió imágenes del evento con varios mensajes de este tipo: “Honor a quien honor merece. El hombre honrado es el que mide su derecho por su deber. (Henri Lacordaire)”.
Al respecto, López Obrador ha externado en distintas ocasiones que está en contra de estas expresiones y del culto a la personalidad. “En mi caso, tengo escrito en mi testamento que no quiero que se use mi nombre para nombrar ninguna calle, no quiero estatuas, no quiero que usen mi nombre para nombrar una escuela, un hospital, nada absolutamente”, ha declarado en varias ocasiones en sus conferencias matutinas en Palacio Nacional.
Pues en menos de 72 horas la estatua del presidente Andrés Manuel López Obrador, develada en Atlacomulco, cuna del priismo mexiquense, el pasado 29 de diciembre, fue derribada. (elpais.com)
Ninguna organización política se ha atribuido el hecho, por lo que al parecer se trata solamente de un acto de vandalismo. Una actitud o inclinación a cometer acciones destructivas contra la propiedad pública sin consideración alguna hacia los demás y sin perseguir algún fin político. Hasta en tanto no se demuestre lo contrario.