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Abstencionismo: la necesaria reflexión.

IMG_8385.jpegEn la elección para elegir al Poder judicial, realizada a nivel nacional el pasado primero de junio, vivimos una baja participación por parte de los votantes; un proceso complejo y poco atractivo para el electorado, podría ser una explicación. Sin embargo, en las elecciones de Durango y Veracruz, celebradas el mismo domingo, la participación electoral fue la más baja de los últimos veinte años, en una elección que debería ser muy atractiva ya que se eligieron a quienes encabezarán los ayuntamientos, o sea a las autoridades más cercanas al ciudadano.

Pero ¿qué es lo que aleja a un ciudadano de las urnas?. De eso es lo que les platico en seguida, acompáñenme, por favor.

En su artículo “Buenos ciudadanos que no votan. Mecanismos entre desencanto y abstención”, el Maestro Héctor Gutiérrez Sánchez, de la Universidad Autónoma de Querétaro, nos comparte algunas de las conclusiones de su puntual investigación.

Parte el investigador señalando que: “Muchos estudios sugieren que el desencanto político puede causar abstencionismo electoral en México, pero no presentan pruebas empíricas. A través de entrevistas y una encuesta estadísticamente analizada, se encontró que el desencanto y la participación sí están vinculados, pero de modo complejo; cuando las personas confían en los políticos votan mucho, pero cuando no, asumen una de dos posturas: o son abstencionistas para no ser copartícipes del mal que los candidatos traerán, o votan para cumplir su deber cívico y culpan luego a los políticos por no hacer su parte para el bien de México.”

Su artículo partió de mostrar la necesidad de nuevas teorías explicativas que den cuenta del abstencionismo electoral en México. Con esto en mente se exploró al desencanto como posible causa, pero no se hallaron estudios que confirmaran dicha relación con evidencia empírica ni mecanismos causales claros.

El trabajo de campo mostró que sí hay una relación entre el desencanto y el abstencionismo, pero al contrario de lo sugerido por la teoría posmoderna, no existe un alejamiento generalizado de la política. En lugar de eso, se encontró que las personas asumen su responsabilidad al apoyar a un candidato y se consideran en parte culpables por el mal que el político haga desde su cargo.

Entonces, si los individuos no confían en los políticos no votan cómodamente, lo que los conduce a una dicotomía: pueden no votar para así no apoyar el mal que traerá el candidato (derrotistas), o pueden votar y escudarse en la satisfacción de haber cumplido con su parte y dejar que los demás hagan lo propio (atomistas). Esta hipótesis se probó al encontrarse una relación estadísticamente significativa entre la postura derrotista-atomista y la participación electoral; además, dicha relación sólo se observó entre quienes menos confían en los políticos.

Este trabajo representa un gran avance en el entendimiento del abstencionismo en México. En primer lugar, no se recurre en ningún momento a la inestable teoría de la modernización, y, en segundo lugar, se presenta evidencia empírica sólida que comprueba la ya sospechada relación entre desencanto y abstencionismo. Asimismo, se propone un mecanismo claro que vincula tal desencanto con la conducta electoral.

El autor espera también que su trabajo sirva para pensar y debatir varios asuntos importantes para la democracia mexicana. Las posturas derrotista y atomista merecen un debate ético que está más allá de los objetivos de su artículo, pero que es muy necesario.

Señala además que no es sencillo condenar ni apoyar ninguna postura, pues ambas parten de una buena voluntad hacia el país; se tienen aquí dos soluciones insatisfactorias a una situación desafortunada.

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La aprobación de Claudia Sheinbaum y el reto de la oposición

IMG_8189.jpeg“Algo que confieso públicamente: tenemos a la mejor Presidenta del mundo, Claudia Sheinbaum, repito, la mejor Presidenta del mundo”, afirmó el ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en una entrevista que dio a los medios de información, momentos después de haber emitido sus sufragios en el proceso electoral que determinará las y los integrantes del Poder Judicial.

Independientemente de la opinión del ex presidente, vale la pena analizar el pulso de los estados de opinión. Hace unos días la empresa encuestadora Enkoll realizó un ejercicio indagando sobre la opinión que tienen del papel que ha desempeñado Claudia Sheinbaum como Presidenta de México, ante lo cual el 83 por ciento coincidió en que aprueban la gestión de la mandataria federal.

Dicha aprobación significa un aumento del siete por ciento respecto a diciembre de 2024, cuando la titular del Ejecutivo federal sumaba un 76 por ciento de opiniones positivas sobre su mandato.

Ademas, la encuesta Enkoll, publicada por El País, reveló que el 51 por ciento de las personas se sienten más afines a Morena, 13 por ciento al PAN, 7 por ciento respaldó a Movimiento Ciudadano, 6 por ciento al PRI y 2 por ciento al PT–PVEM.

Por otra parte, la más reciente encuesta de Buendía y Márquez, publicada en el periódico El Universal arrojó los siguientes datos:

Morena lidera las preferencias electorales rumbo al 2027 y goza de la aprobación y la lealtad de la mayoría de los mexicanos.

La casa encuestadora Buendía y Márquez para El Universal realizó una encuesta en viviendas para conocer la intención del voto rumbo a los comicios de 2027, en la que reveló “una cómoda delantera” para el partido guinda.

Estos resultados muestran el fuerte apoyo de los mexicanos a los proyectos de la 4T que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum.

Según la encuesta de Buendía y Márquez, Morena lideraría la preferencia bruta para renovar la Cámara de Diputados con un 43 por ciento, seguida del PAN con el 10 por ciento y del PRI con 9 por ciento.

Movimiento Ciudadano logró ponerse a la par del PRI y del PAN, registrando un 9 por ciento de la intención de voto.

La casa encuestadora señaló que el surgimiento de MC como un competidor serio fragmenta el voto opositor, que además enfrenta la posibilidad de que nuevos partidos aparezcan en la boleta electoral.

Cabe señalar que Morena goza del respaldo de la mayoría gracias a la aprobación que mantiene la presidenta Sheinbaum.

Según los participantes de la encuesta, Morena goza de una buena reputación, pues el 62 por ciento considera que es una buena opción política.

Su balance positivo de más de 43 puntos contrasta con los registros negativos del PAN (‑32) y del PRI (‑46). Incluso Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo y Partido Verde se ubican en terreno favorable con balances de entre 6 y 8 puntos.

En cuanto a la lealtad a los partidos políticos, Buendía y Márquez registraron que el 43 por ciento de los consultados se declara morenista, mientras que apenas el 5 por ciento se asume panista y el 3 por ciento, priista.

En ese rubro, Movimiento Ciudadano alcanza 6 por ciento en esta categoría. En paralelo, uno de cada cinco entrevistados afirma no simpatizar con partido alguno.

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Seguridad pública: una propuesta de solución desde lo local

IMG_7995.jpegEl pasado martes 23 de mayo, aproximadamente a las siete de la mañana, en plena hora pico de tráfico, sobre la calzada de Tlalpan, una de las arterias más transitadas de la capital, un sicario anónimo descargó 12 balas del cargador de una nueve milímetros contra el coche de Ximena Guzmán.

Ocho tiros acabaron en su cuerpo, los otros cuatro en el de su compañero, José Muñoz, ambos del equipo de confianza de la de la Jefa de Gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada. (elpais.com)

El hecho consternó al país entero, e hizo que creciera aún más la preocupación general por el problema de inseguridad que viven regiones importantes de nuestra nación.

Independientemente de que ese acto criminal requiere de una investigación especial por parte de las autoridades, dada su gravedad y trascendencia, es necesario revisar el panorama general del estado que guarda el país en cuanto uno de los problemas que más preocupan a la población: la inseguridad pública. Y proponer soluciones.

En mi hipótesis, la solución a esa grave situación debe venir desde lo local, acompañada con una gran coordinación entre los diferentes órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal. Y, por supuesto, con el concierto de los otros poderes del Estado: el Legislativo y el Judicial.

Reitero, la solución del grave problema de inseguridad pública en el país debe partir de una política transexenal surgida desde lo local. Es decir, hoy más que nunca los gobernadores deben tener la voluntad política y la determinación para combatir la inseguridad con mucha claridad, para lograr soluciones y, además, estar libres de sospecha.

Como argumento, me permitiré enunciar algunos aspectos del modelo de seguridad pública iniciado en el sexenio que gobernó Rubén Moreira en Coahuila, y que ha continuado tanto con Miguel Riquelme, como con el actual gobernador, Manolo Jiménez.

Es decir, se trata de un reto que debe enfrentarse de manera coordinada y, a su vez, tener claro que para entender al crimen y su lógica se requiere cercanía con la población y compromiso para generar acciones de gobierno.

En este afán, es fundamental realizar un análisis por cada municipio con el fin de identificar las particularidades sociales, económicas, culturales y geográficas, y la forma como influyen en la manera en que se manifiesta la inseguridad. Esto con el fin de establecer la estrategia adecuada para atacar las causas socioeconómicas y culturales del delito.

También es necesario entender la geografía del delito y además fortalecer la capacidad municipal en materia de seguridad. Lo que significa que no solo se tiene que invertir en proyectos de seguridad, sino en un plan que implique fortalecimiento de la estructura educativa, más escuelas y de fácil acceso en todos los niveles educativos, para lograr una mayor cobertura.

Invertir además en proyectos de infraestructura, es decir, que el gasto público se oriente hacia la inversión productiva en capital físico, tecnológico, cultural y humano. Esto como parte del fortalecimiento del tejido industrial y empresarial que se requiere para fomentar la generación de fuentes de empleo, acompañada de una agresiva política de fomento económico.

En el otro eje de la estrategia, es indispensable profesionalizar y depurar los cuerpos de seguridad pública. Para ello es necesario aplicar a todo el personal de seguridad exámenes de control y confianza y rechazar tajantemente a quien no los acredite.

Pero a su vez, establecer incentivos tales como incrementar y homologar los salarios de las policías, así como impulsar que en los municipios se les otorgue seguridad social a los elementos de las policías municipales. Además de impulsar la mejora de la policía municipal, a través de capacitación y entrenamiento cotidiano.

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