Héctor A. Gil Müller

La frase: “le hizo lo que el viento a Juárez” es de origen incierto. Tres cosas sabemos en verdad del dicho; que es aplicable al Benemérito de las Américas, Benito Pablo Juárez García quien enfrentó en su gobierno la lucha contra otro presidente nacional, contra un emperador y contra los aciagos tiempos que el país atravesaba. También sabemos que se refiere al viento que todo lo mueve, que sin ensoberbecerse es capaz de tallar las más altas montañas, de tumbar los mas viejos árboles y de alzarse a cualquier altura, el viento que impulsa, detiene y alienta. Finalmente sabemos que la usamos para referirnos a situaciones que, debiendo hacer mella, no hacen nada.

Homero, el poeta, escribió; “He construido algo mas alto que las regias montañas y más duro que el frio metal, cuando muera no lo haré del todo”, a nosotros nos quedó en el refranero; “le hizo lo que el viento a Juárez”. En muchas otras veces hemos marcado nuestra clara posición y hemos traducido la idea a nuestro hablar. Por ejemplo, en Salamanca, una de las más antiguas universidades, escribieron en el dintel de su puerta: “Quod natura non dat, Salamantica non praestat” refiriendose que la dádiva que por la naturaleza fue negada, ninguna universidad, por más prestigiada que sea, será capaz de otorgarla. Ese adagio da la bienvenida a jóvenes y profesores que durante siglos han pasado por las puertas universitarias buscando cambiarse a sí mismos y cambiar al mundo. Nosotros ya lo sabiamos también pero decimos: “el que nace barrigón, ni aunque lo fajen de chiquito”

El viento mueve, pero hay cosas que el viento les hace los mandados. Como el caso del dicho de Juárez. Hay quienes refieren el origen del comentado adagio al mural de Chapultepec de Antonio González Orozco, en el que plasma al Benemérito sosteniendo una bandera ondeando en medio de la justa de México contra la intervención francesa, el peinado de Juárez se mantiene intacto. Otros ligan al dicho con la estatua de Juarez en el Cerro de las Campanas en Queretaro que con sus más de 13 metros de altura ha estado expuesto a fuertes vientos sin sufrir daño alguno.

Así, como Juárez y el viento ha estado la aprobación presidencial de Claudia Sheinbaum, que ha sorteado las protestas en su gobierno, críticas y situaciones internas y externas. Aunque las encuestas son diversas según el método de recolección y la zona geográfica todas coinciden en una marcada aprobación que destaca sobre la desaprobación de su mandato. A nivel mundial la mayoría de los estudios estadísticos la ubican en los primeros diez peldaños de la aprobación a líderes mundiales; junto con Bukele, Putin y Narendra Modi el primer ministro de la India. La figura presidencial ha sido la única carta de gestión que puede usar MORENA, ningun otro ejemplo exitoso se ha podido levantar, ni en estados, ciudades o curules legislativos.

Sin embargo, es notorio que el desgaste ha estado, la crítica comienza a calar esperando algo más que una esperanza, el viento pega. El benemérito murió a causa de una angina de pecho porque el oxigeno no fue capaz de suministrarse en el torrente sanguineo, quiza el viento cansado de su lucha se fue.