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CAPITALES: ¿Realmente es un logro del gobierno federal que suba el precio del petróleo mexicano?

Francisco Treviño Aguirre

Las altas y bajas a la que están sometidos los precios del petróleo debido a la invasión de Rusia a Ucrania ocasionan muchas opiniones encontradas entre los expertos. Algunos comentan que solo es cuestión de tiempo para que la estabilización de precios llegue debido a que Rusia aporta 10 millones de barriles diarios al mercado mundial, el cual puede ser cubierto perfectamente por los demás países productores al incrementar en un nivel moderado su capacidad de extracción y así satisfacer el mercado europeo principalmente.

Por otro lado, en México hubo reacciones de ciertos grupos que aplaudían al gobierno federal por ese incremento histórico en los precios del petróleo, decían que era derivado de una buena gestión ante los mercados internaciones y que esto procedería en incrementos sustanciales en los ingresos al país por la venta del petróleo. Nada mas lejos de la realidad. Para poner esta situación en contexto, hay que aclarar que el costo de producción y extracción del cada barril de petróleo en México, ronda por los $35 dólares. Aquí va englobado el costo operativo, los gastos administrativos de PEMEX, el pago de la deuda, los intereses de esta y algunos otros conceptos.

Un dato que vale la pena resaltar, es la cobertura que existe en caso de un desplome en el precio del hidrocarburo. En pocas palabras, México pago 1,000 millones de dólares por la cobertura de 250 millones de barriles. Es decir, que si el precio del barril de petróleo cae por debajo de los 55.1 dólares, precio que especifico la secretaria de Hacienda, esa cobertura paga la diferencia, para garantizar los ingresos proyectados en el presupuesto de ingresos de la federación por el concepto de ingresos petroleros, pero solamente para la cantidad especificada.

En este sentido, si nuestro país tuviera una balanza comercial donde las exportaciones del petróleo superaran las importaciones, se tendría un ingreso adicional por cada barril de petróleo cuyo costo sea superior a los 55.1 dólares. Es decir, que, si el precio de barril es de 85 dólares, se tendrían ingresos excedentes por casi 30 dólares por unidad, multiplicado por 1.6 millones de barriles diarios que se extraen en nuestro país.

¿Pero qué sucede? A pesar de ser un importante exportador del hidrocarburo y contar con grandes reservas de este, el gobierno federal decidió reducir su producción diaria, según esto para “garantizar petróleo para las siguientes generaciones” cuando la tendencia a nivel mundial es disminuir su utilización cada vez más. De acuerdo con la información contenida en el portal del INEGI, a enero de 2022 nuestro país importó el equivalente a $5,285,353,000 dólares en productos petroleros, y exportó el equivalente a $2,422,299,000 dólares, por lo que las importaciones superaron a las exportaciones por $2,179,135,000 dólares. Si vendimos más caro, pero también compramos más caro.

En virtud de lo anterior, los precios internacionales del petróleo no los determina un gobierno o una política interior, estos se fijan en base a la oferta y demanda, de acuerdo con los precios internacionales vigentes. ¿Pero, porque México importa más petróleo del que exporta? Porque las refinerías de nuestro país están configuradas para procesar crudo ligero, y el que se extrae es nuestro territorio es crudo pesado. Entonces, ¿la refinería de Dos Bocas solucionaría este problema? Definitivamente no ya que esta “magna obra” solo remediará el 11 por ciento de los requerimientos de combustible en nuestro país, pero esa, es otra historia.

Twitter: @pacotrevinoa

 

CAPITALES: El futuro de la energía en el entorno de la guerra

Francisco Treviño Aguirre

La crisis en Ucrania, con las fuerzas rusas amenazando las plantas nucleares ucranianas y el cambio drástico en los precios del petróleo y el gas, hace que la gente se pregunte qué efecto podría tener esto en la transición energética. Previo a este conflicto, hubo un impulso creciente sobre la transición energética, tal y como sucede en Alemania y Austria, donde los gobiernos actuales quieren acelerar significativamente la expansión de las energías renovables frente al cambio climático. En otros países como Suiza, por ejemplo, se experimentó un crecimiento dinámico en la energía solar y la movilidad eléctrica y, sin embargo, en algunos países surgió el cuestionamiento sobre la estrategia energética 2050 aprobada anteriormente.

Actualmente, los precios del petróleo y gas se han incrementado considerablemente, y la volatilidad actual de los precios está dando lugar a acontecimientos muy diferentes. Por un lado, los altos precios del petróleo y el gas son un incentivo para ahorrar energía e invertir en energías renovables; por otro lado, a primera vista, también parecen hacer que las inversiones en fuentes de energía fósil sean más atractivas. En algunas regiones ricas en recursos naturales, se tiene la esperanza de que los cambios anteriores de la industria del petróleo y el gas iniciados por la política climática ahora puedan revertirse. Pero esta es una perspectiva muy pobre: el cambio climático es una tendencia a largo plazo, y si causamos aún más emisiones ahora, costará caro.

Por lo anterior, tales señales se pueden ver sobre todo en países donde ya se habían logrado buenos avances en la transición energética. Dinamarca ya obtiene más del 40 por ciento de su electricidad de la energía eólica y ha transformado su antigua compañía nacional de petróleo y gas en un desarrollador de parques eólicos marinos. Para estos países, la crisis es una confirmación para avanzar en el camino que han elegido. En otras partes de Europa, se habla de energía renovable como la “energía de la libertad". En este sentido, se ha reconocido que no es sostenible depender en gran medida de un proveedor extranjero de energía fósil, ni ambientalmente, ni financieramente, ni en términos de seguridad.

Pero ¿que es necesario hacer para leu los países no se sientan tentados a cubrir sus necesidades energéticas basadas en combustibles fósiles y provenientes de otro país que no sea Rusia? Para que esto no suceda es necesario que cada País examine de cerca su política energética, enmendarla y abordar los objetivos a corto y largo plazo. Es comprensible que parte de la atención política en este momento se centre en cómo resolver los cuellos de botella de suministro a corto plazo provocados por una fuerte dependencia de Rusia. Sin embargo, esta iniciativa “apaga-fuegos” tendría que combinarse de manera coherente con una iniciativa de inversión en los ámbitos de la eficiencia energética y las energías renovables para llegar a la raíz del problema.

Un cuestionamiento importante es que, si la guerra será un punto de inflexión para impulsar de manera definitiva la transición energética, similar a lo que sucedió en Japón en 2011 con el accidente de Fukushima. Aunque existen ciertos paralelismos, son entornos completamente Antes de lo acontecido en la planta nuclear de Fukushima, no había habido ningún accidente importante en una planta de energía nuclear en los últimos 25 años ( Chernobyl en 1986), y los esfuerzos para promover una transición energética perdieron impulso gradualmente. Luego, de un día para otro, de repente hubo una conciencia completamente diferente sobre los problemas energéticos, y se tomaron decisiones políticas históricas.  

Hoy por hoy, la gran dependencia del petróleo y el gas extranjeros en Europa está bajo la pantalla del radar de la atención pública. Casi nadie sabía que el suministro de energía de Suiza depende en un 72 por ciento de países extranjeros. El conductor promedio de un automóvil no pensó mucho de dónde provenía la gasolina en la estación de servicio, y quienes calentaron sus hogares con gas natural no habrían imaginado que podrían estar ayudando a financiar una guerra en el otro extremo del oleoducto

Twitter: @pacotrevinoa

 

CAPITALES: Fusiones y adquisiciones empresariales en México

Francisco Treviño Aguirre

En los negocios hay una regla simple: crecer o morir. Las empresas en una senda de crecimiento sobresaldrán en comparación con sus competidores, crearán beneficios económicos y proporcionarán rendimientos a sus accionistas. Aquellas que no crecen tienden a estancarse, perder clientes y cuota de mercado, y destruir su valor para los accionistas. Las fusiones y adquisiciones desempeñan un papel fundamental en ambos lados de este ciclo, permitiendo que las empresas fuertes crezcan más rápido que la competencia y proporcionando a los empresarios recompensas por sus esfuerzos, asegurando que las empresas más débiles sean extinguidas más rápidamente o, lo que es peor, se vuelvan irrelevantes.

Una adquisición es cuando una compañía compra a otra en su totalidad, una división o una línea de productos o ciertos activos de otra empresa. En realidad, una adquisición es cuando cualquier tipo de negocio compra otra parte (o la totalidad) de otro negocio. Aunque algunas empresas crecen orgánicamente (desde dentro mediante la creación y venta de productos o servicios), una adquisición permite a una empresa eludir la etapa de crecimiento simplemente comprando las ventas y ganancias existentes Poner en marcha una nueva línea de productos puede ser menos costoso que comprar uno existente, pero el mercado puede tardar un tiempo en adaptarse al nuevo producto, si es que lo hace. Por esta razón, comprar otras compañías en lugar de depender del crecimiento orgánico puede tener sentido para una empresa en particular.

Actualmente, las condiciones económicas y del mercado motivan a algunas empresas a fusionarse, asociarse o adquirir alguna otra empresa, fortaleciendo su presencia en el mercado, incursionando en otros sectores y globalizando sus operaciones. Las fusiones y adquisiciones son una parte vital de cualquier economía saludable y, lo que es más importante, la forma principal en que las empresas pueden proporcionar rendimientos a los propietarios e inversionistas. Este hecho, combinado con el potencial de grandes rendimientos, hacen que la adquisición sea una forma muy atractiva para que los empresarios y propietarios capitalicen el valor creado en una empresa.

Llevar a cabo una fusión, adquisición o compra de una empresa no es una actividad fácil. Existen muchos conceptos que es necesario analizar, desde el mercado objetivo, el análisis de flujo, activos y pasivos de la empresa, proyecciones a corto mediano y largo plazo, conceptos legales, de propiedad intelectual, situación fiscal, ingresos, ventas, etc. Por lo tanto, al llevar a cabo una negociación en este sentido, es necesario la asesoría de expertos en el tema, con la finalidad de que esta sea la mejor opción tanto para el comprador como para el vendedor.

Durante el 2021, en nuestro país se anunciaron 149 transacciones por un valor superior a los $7.5 mil millones de dólares, lo que representó un incremento en volumen de operaciones del 21.5 por ciento superior a aquellas que se llevaron a cabo en 2020, pero inferior a las 169 operaciones por $15.4 mil millones de dólares que se cerraron durante el 2019. En este sentido los sectores con mayor dinamismo en el tema de fusiones y adquisidores fueron el industrial con el 36 por ciento, el de bienes de consumo con el 28 por ciento, petróleo y gas, así como el de hotelería con el 8 por ciento respectivamente. Algunas de estas fueron la transacción de la empresa Ienova energía y de la empresa Sempra en una operación superior a los $200 millones de dólares, y una de las más mencionadas fue la transacción de Univisión con Televisa, operación que superó los $4,800 millones de dólares.

Twitter: @pacotrevinoa

 

CAPITALES: ¿Realmente habrá un boicot energético para Rusia?

Francisco Treviño Aguirre

La gran cantidad de atrocidades del presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania enfrenta al mundo con una dura elección. Los responsables políticos y la sociedad en general pueden boicotear completamente la energía rusa hoy, para detener la invasión de inmediato; o pueden ver a las fuerzas rusas cometer un ultraje tras otro, acercándose cada día al territorio de la Unión Europea.

Bloquear las reservas de divisas del banco central ruso y desconectar algunos bancos rusos del sistema de mensajería financiera SWIFT fue un movimiento estratégico con gran repercusión económica, así como perseguir la riqueza fuera de Rusia de los compinches de Putin es apropiado. Pero ninguna de estas sanciones ha detenido la invasión rusa a Ucrania por una razón: Rusia continúa exportando petróleo y gas. De hecho, la guerra ha aumentado el precio de estos productos, beneficiando al sector más importante de la economía rusa.

En este sentido a una semana de que comenzara la guerra, el consumo de energía occidental todavía está financiando la invasión rusa de Ucrania, y la élite rusa lo está haciendo mejor que nunca. No hay forma de evitarlo: la única forma de detener la agresión del presidente ruso Vladimir Putin es imponer un boicot integral a todos los productos energéticos rusos. La energía comprende la mayor parte de las exportaciones de Rusia, principalmente en dos formas: gas a Europa occidental, a través de ductos y pagado en contratos a largo plazo, y petróleo a los mercados mundiales, vendido principalmente en mercados al contado.

De acuerdo con información de la Agencia Internacional de Energía, los ingresos por impuestos relacionados con el petróleo y el gas y los aranceles de exportación representaron el 45 por ciento del presupuesto federal de Rusia en enero de 2022. Teniendo en cuenta los precios actuales del mercado, el valor de exportación del gas canalizado ruso a la Unión Europea asciende a 400 millones de dólares por día. Asimismo, los ingresos totales de exportación de petróleo crudo y productos refinados ascienden actualmente a alrededor de 700 millones de dólares por día.

Un boicot integral de la energía rusa puede comenzar con la imposición de sanciones completas, incluidas sanciones secundarias, a todas las exportaciones rusas de petróleo y gas. El precio mundial del petróleo aumentará, pero si las sanciones se aplican plenamente, nada de esa ganancia inesperada irá a los productores rusos. En este escenario, la Agencia Internacional de Energía estima que la producción de petróleo en todo el mundo se impulsará muy rápidamente: Rusia exporta cinco millones de barriles por día; el suministro mundial adicional puede agregar al menos tres millones de barriles de petróleo al día.

Por supuesto, la Unión Europea tendría que seguir este ejemplo. Pero, para decirlo sin rodeos, esto es solo cuestión de tiempo. La UE puede dejar de comprar gas ruso ahora, para detener la invasión, o puede esperar un mes, hasta que miles de personas más hayan muerto, y las imágenes de víctimas civiles inundan los canales en todo el mundo. En algún momento pronto, Europa ya no podrá soportar el hecho de que está pagando por las atrocidades de Putin en Ucrania.

Twitter: @pacotrevinoa

 

CAPITALES: Impulsando el futuro para el uso de vehículos eléctricos

Francisco Treviño Aguirre

A finales de 2021, Alemania anunció que las ventas de nuevos vehículos impulsados por motores de combustión interna terminarían en 2030. La medida no tomó por sorpresa a la industria, a pesar de que el país tiene una de las flotas de vehículos de combustión interna más grandes en uso en el mundo y es el orgulloso hogar de marcas tradicionales como Mercedes-Benz, Audi, Porsche y BMW entre otras. Con más de 40 países comprometiéndose a eliminar gradualmente los vehículos de combustión interna antes de 2050, Alemania simplemente se unió a la carrera internacional para reducir las emisiones y electrificar el transporte

A nivel mundial, las ventas de vehículos eléctricos crecieron un 80 por ciento en 2021 y empresas como Toyota y Volkswagen anunciaron una inversión de $170.000 millones de dólares en electrificación. Además de eliminar las emisiones de escape y abordar parte del 23 por ciento de las emisiones globales de CO2 aportadas por el sector del transporte, los vehículos eléctricos también brindan flexibilidad clave a la red a medida que hacemos la transición a una mayor proporción de suministro de energía renovable. Sin embargo, a pesar de este impulso global, los vehículos eléctricos solo representaron el 7.2 por ciento de las ventas mundiales de automóviles en 2021. La revolución eléctrica aún tiene un largo camino por recorrer.

En este sentido, el costo representa un factor importante en la decisión de compra de un vehículo eléctrico, ya que el 63 por ciento de los consumidores estiman que está más allá de su presupuesto. Sin embargo, con la caída del costo de las baterías y la paridad de costos entre los vehículos eléctricos y los de combustión interna, para 2026 el enfoque se está desplazando hacia el desafío de escalar la infraestructura necesaria y el suministro de materias primas para permitir la adopción masiva de este tipo de automóviles.

Por otro lado, las redes eléctricas ya están bajo presión a medida que nos enfrentamos a una mayor participación en la generación de energía renovable y al desafío de un suministro de energía con mas variabilidad. La mayor adopción de vehículos eléctricos agrega más carga en la red eléctrica, lo que podría requerir una nueva inversión en infraestructura de red para satisfacer esta mayor demanda. Pronosticar cuándo y dónde se necesita esta energía es un desafío adicional que enfrentan las empresas de servicios públicos y los generadores de energía a medida que luchan por comprender el mercado de vehículos eléctricos en rápido crecimiento. Sin embargo, existe un menor riesgo de sobrecarga de la red si los vehículos eléctricos se cargan durante las horas de menor actividad, es decir, a altas horas de la noche o temprano en la mañana.

En países donde el impulso a la generación de energía a través de fuentes renovables, los sistemas de gestión de energía organizan los activos de generación (como instalaciones de energía solar o eólica) y los activos de demanda (como cargadores de vehículos eléctricos, sistemas de calefacción y refrigeración e iluminación) de un sistema de energía en una plataforma digital integrada. Esto permite el monitoreo en tiempo real del estado y el rendimiento de los activos a través de la conectividad de Internet de las cosas (IoT) y algoritmos impulsados ​​por Inteligencia Artificial, que a su vez maximizan el consumo de energía renovable, lo que reduce los costos operativos y las inversiones en sistemas. También permite que los vehículos eléctricos y el almacenamiento estacionario se optimicen con otros activos conectados a la red, proporcionando servicios adicionales de estabilidad de la red compatibles con los recursos locales de energía renovable, para equilibrar la carga y garantizar un suministro de energía constante y precios de mercado estables.

Twitter: @pacotrevinoa

 

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