Francisco Treviño

En el año 2014, tuve la oportunidad de visitar las oficinas corporativas de la empresa Huawei en China. Como tecnólogo de profesión, para mí fue como estar en Disneylandia. En ese entonces el complejo albergaba a cerca de 40 mil personas entre trabajadores y estudiantes que viven en una pequeña ciudad con todas las comodidades.

 Tiendas de conveniencia, gimnasios, canchas deportivas, salas de lectura y de esparcimiento y a poca distancia, departamentos donde vive el personal de la empresa con sus familias. En ese entonces, el enfoque de negocios de la empresa iba prácticamente dirigido a crear tecnología para teléfonos móviles, tabletas y computadoras, así como espacios de almacenamiento virtuales de datos. Siendo la tercera empresa global de fabricación de teléfonos móviles, solo detrás de Apple y Samsung, sus directivos tenían muy claro su objetivo: ser la número uno. En 2017 tuve nuevamente la oportunidad de visitar este impresionante complejo y su crecimiento ha sido exponencial en tan solo tres años. En muchas partes del mundo ya han superado a sus competidores en la venta de teléfonos celulares. Su alianza con la empresa alemana de cámaras fotográficas Leica, adicionalmente de las aplicaciones y funciones con las que cuentan sus equipos celulares, dan una muestra de que en poco tiempo alcanzaran su objetivo.

Pero lo más importante de este gigante chino de las telecomunicaciones, es el impresionante desarrollo que han logrado en cuanto a nuevas áreas de negocios en las cuales han incursionado: el desarrollo de ciudades inteligentes. Su propuesta va más allá de contar con una sociedad comunicada, su premisa se basa en un sistema integral en función de diseño e integración de operaciones de alto nivel para captar, analizar y reunir datos para operación de la ciudad y que los administradores cuenten con herramientas que les permitan responder de manera inteligente a las necesidades de la sociedad en todos los sectores. 

Para llevar a cabo estas acciones, se han definido siete conceptos: primeramente es crear centros inteligentes de operación para monitorear las operaciones de la ciudad, acelerar la respuesta en caso de emergencias y que permita llevar a cabo una planeación estructurada. El segundo es Gobierno inteligente que permite centralizar múltiples dependencias para facilitar los trámites y que se lleven a cabo de manera virtual. El tercero es Ciudad segura, donde se lleven a cabo funciones de control convergente y envíos visualizados para mejorar el tiempo de respuesta en caso de emergencia, contando con cámaras de seguridad y bases de datos que permitan a los cuerpos de seguridad identificar situaciones de riesgo. El cuarto es educación inteligente donde se desarrollen aplicaciones que permitan ofrecer mejores opciones a través de la conectividad integral. El quinto concepto es salud inteligente por medio de servicios médicos orientados a aplicaciones de telemedicina. El sexto es transporte inteligente, crear las condiciones para la gestión de transporte, tránsito y mantenimiento.

Por último los Campus inteligentes para monitorear la dispersión poblacional y llevar a cabo un crecimiento balanceado en todas las zonas de las ciudades que permitan crear una adecuada planificación. 

 

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Francisco Treviño

Para mucha gente fue una sorpresa la manera en que López Obrador ganó la elección para la Presencia de México. Para muchas otras personas era una situación que ya se veía venir. Lo cierto es que a partir del próximo 1° de Diciembre inicia una nueva etapa en la vida política del país. Que si tenía 18 años en campaña, que si la gente voto en contra de los partidos políticos que habían estado en el poder, “haiga sido como haiga sido” López Obrador es el Presiente electo de México.  Lo que mucha gente no había visto, y me incluyo en ese grupo, es que el proyecto de nación de AMLO se empezó a desarrollar hace más de 6 años.

La conformación de un gabinete donde se incluyen personas con importantes grados académicos y experiencia probada, nos puede dar una idea de que el proyecto del Presidente electo tiene sólidas bases para crear un plan nacional de desarrollo que impulse el crecimiento del País. Los retos son muchos y la expectativa es grande. México tiene que dar una imagen internacional de una transición política ordenada para que esto favorezca la inversión tanto nacional como extranjera y continuemos en la vía del desarrollo que nos ha permitido ser la una de las principales economías en crecimiento. Uno de los principales retos a los que se enfrentará el nuevo Gobierno Federal es el de combatir la desigualdad social. México es un país rico en recursos naturales y uno de los principales destinos de inversión internacional. En este sentido, se deberán de crear programas que favorezcan a las empresas que inviertan en las regiones donde se carece de empleos bien remunerados.

La desigualdad social es un enorme brecha que se debe de atacar con proyectos donde las vocaciones productivas de los Estados menor favorecidos con la inversión puedan generar mejores condiciones para sus habitantes. Para lograr este objetivo, es necesario que los modelos educativos permitan la incorporación de más estudiantes aún en los lugares más apartados a través de procesos tecnológicos. Hay que llevar la educación a donde no la hay. Será necesario reactivar los sectores agrícolas en donde la gente ha dejado sus tierras para buscar mejores oportunidades en otros lados. Hay que incentivar el campo mexicano. Tenemos grandes extensiones de tierra en donde los proyectos de energía solar y eólica pueden generar mejores condiciones para los habitantes de estos lugares. La minería y la pesca son industrias que se deben de impulsar en base a esquemas de apoyo para abastecer comunidades y ¿porque no? Exportarlos.

Hoy por hoy, el reto del Gobierno Federal entrante es grande, pero también los mexicanos debemos de ponernos las pilas, no debemos dejar todo en manos del gobierno porque sus recursos son limitados. Exijamos a nuestros gobernantes, pero no  les dejemos todo el trabajo a ellos. Hoy hemos dejado en claro que nuestro país es democráticamente maduro, pero también debemos de tener claro que la sinergia entre el gobierno y la sociedad, serán la clave para crear condiciones que nos permitan tener un mejor País.           

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Francisco Treviño Aguirre

Uno de los temas más importantes en las agendas de los Países es lo que corresponde a la transición energética. De acuerdo al Decreto expedido por el Congreso el día 24 de Diciembre del 2015, nuestro País cuenta con una Ley de Transición Energética que tiene como finalidad impulsar a los sectores de la industria eléctrica para promover la generación de energías limpias, teniendo como uno de los principales objetivos que en nuestro país el 25 por ciento de la energía sea limpia para el 2018, para el 2024 el 35 por ciento, para el 2036 el 45 por ciento y para el 2050 el 60 por ciento.

Para lo anterior es necesario redefinir la matriz energética con acciones que favorezcan la generación de energía a través de nuevas fuentes. En este cronograma, se estima que la generación de empleos supere los 300 mil de manera directa durante este proceso, favoreciendo la generación de nuevas especialidades para los profesionistas técnicos y universitarios, así como la inversión nacional y extranjera en base a los fundamentos establecidos en la Reforma Energética.

Uno de los puntos que vale la pena mencionar es que a partir de esta Ley, cualquier persona, negocio o industria puede generar y vender su propia electricidad. Sobre esta Ley, existen muchas opiniones encontradas, por un lado, las Cámaras y Organismos Empresariales no están de acuerdo en las condiciones en que esta ha sido emitida, ya que consideran los compromisos en cuanto a la generación de emisiones no son los más adecuados para el sector industrial, y que esto requiere un análisis más profundo así como un debate para definir de una manera más adecuada las reglas de operación. Por otro lado, los organismos internacionales menciones que este proceso representa un importante avance en el tema del cambio climático. El Instituto Mexicano para la Competitividad menciona también que con esta ley, la competitividad del país se fortalecerá al ampliar los esquemas de diversificación para la generación de energía y los costos tenderán a reducirse en función de la aplicación de herramientas de tecnología. Sin duda, estamos ante un panorama donde es importante tomar acciones correctivas de inmediato.

Nuestro entorno nos da una clara señal de que es necesario cambiar los procesos de energía hacía nuevos modelos que disminuyan y eventualmente desaparezcan la emisión de contaminantes hacia la atmosfera. El planeta nos está reclamando y es justo que pongamos atención. Hoy por hoy la transición energética es necesaria en todos los sentidos; los beneficios  a considerar van desde la generación de más empleos,  mayor inversión,  se crea la consciencia en la población para cuidar el entorno, y le damos un respiro a nuestro planeta. La industria tendrá que emigrar sin duda a nuevos esquemas de producción a través de la utilización de energía amigable con el medio ambiente. Es nuestra responsabilidad hacer algo para que las nuevas generaciones cuenten con un mejor lugar para vivir.     

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Capitales

Francisco Treviño Aguirre

Del sí se puede al imaginémonos cosas chingonas: La lección del Chicharito Hernández

Lo he visto una y otras vez y en verdad me emociona cada que lo escucho. “¡Imaginémonos cosas chingonas carajo!”. Qué lección nos da Javier “Chicharito” Hernández. La justa mundialista de cada cuatro años no invita a reflexionar, ¿Por qué no?  Javier Hernández, es el máximo anotador de México en los mundiales con 50 goles. Pero para haber conseguido esa cantidad de goles, ha fallado tal vez 200 o 300 oportunidades. ¿Qué lo convierte entonces en un gran futbolista si ha fallado tantas veces? La perseverancia, las ganas de ser el mejor, su mentalidad triunfadora. Hace algunos meses también en este espacio hablábamos sobre “Checo” Pérez, uno de los mejores corredores de Fórmula 1 en México. ¿Qué tienen estos deportistas que la están haciendo en grande? Que se imaginan cosas chingonas.

Esa es la mentalidad que debemos de tener todos los mexicanos. Remontémonos a las grandes hazañas de Felipe “el tibio” Muñoz, Raúl González, Ernesto Canto, Hugo Sánchez, Julio Cesar Chávez, Soraya Jiménez, y últimamente, Paola Longoria; ellos se imaginaron cosas chingonas.

Es triste en ocasiones ver como hay personas que desde antes de iniciar algo, ya están derrotadas. ¿Cuántos de nosotros pensamos, para qué intentarlo si ya hay quien lo haga y mejor que yo? ¿Para qué esforzarme si no voy a conseguir nada? Hipotéticamente, todos tenemos enfrente al equipo de Alemania, pero ya nos dimos cuenta que no es invencible, que una adecuada estrategia aunada a una serie de factores, nos van a permitir vencerlo. ¡Pensemos en grande! Seamos ese factor que determina la actitud para alcanzar grandes logros.

Hoy por hoy, México es una potencia en crecimiento. Somos la décimo sexta economía del mundo respecto al PIB, uno de los principales destinos de inversión a nivel internacional, y muchos países están esperando la determinación del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica para iniciar negociaciones con nosotros y ampliar el intercambio comercial.

Tenemos la oportunidad de seguir creciendo de manera importante, los resultados de las Reformas estructurales que se han llevado a cabo en los últimos años, muestran la gran confianza que existe para que México continúe consolidándose en el tema económico y de inversiones.

Aún queda mucho por hacer, eso es cierto, pero el camino ya está pavimentado, ya se han alcanzado muchos objetivos y estamos seguros que la continuidad permitirá que nuestro país siga por la senda del crecimiento.

No permitamos que falsos mesías nos vengan a decir que todos está mal y que ellos lo van a cambiar para bien de un día para otro. Hoy México tiene la posibilidad de convertirse en una gran potencia económica, sigamos hacia adelante.

Durante mucho tiempo nuestro grito de guerra fue el sí se puede, y ¡se pudo! Ahora imaginémonos cosas chingonas. Gracias Chicharito porque nos has contagiado esa mentalidad, porque tus palabras y acciones nos han hecho reflexionar que somos lo que pensamos. ¡Vamos México!      

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