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Rubén Aguilar Valenzuela
La presidenta Claudia Sheinbaum utiliza con mucha frecuencia la frase "no es cierto", para responder a preguntas de las y los periodistas que asisten a su comparecencia mañera de todos los días.
No descalifica en directo al periodista, pero sí le dice que en el contenido de la pregunta está utilizando un dato falso. Quien no está en lo cierto es ella, pero de manera visceral, reacciona a todo dato que no beneficie al gobierno que encabeza.
De inmediato, después del "no es cierto", plantea otro dato que elabora manipulando cifras o francamente diciendo una mentira, lo que cada vez es más frecuente.
Ella no tiene un discurso de tipo populista, como su antecesor, pero sí lo imita en decir mentiras, para posicionar las "verdades" que permitan construir el mundo de fantasía donde ella vive, como también lo hacía su líder y mentor.
En las y los populistas, se digan de derecha o izquierda, la mentira es uno de los ejes que articula su narrativa. Ella, como ya dije, en sus intervenciones no utiliza la retórica propia de los populistas, siempre emocional, pero sí los imita en su manera de mentir.
El "no es cierto" es un recurso equivalente al "tengo otros datos" del presidente López Obrador (2018-2024), que se propone negar la crudeza de la realidad, para construir un mundo maravilloso tal como ellos mismos lo quiere ver.
De otra manera reconocerían que su gestión no va bien y eso es algo que nunca lo pueden aceptar gobernantes como López Obrador y Sheinbaum, que se inscriben en la lógica de un movimiento supuestamente revolucionario donde todo camina como ellos lo han planeado.
En segundo lugar, está también el alimentar con un discurso de datos falsos o de francas mentiras, la ilusión y la esperanza de sus simpatizantes, que quieren oír, no importa si la realidad dice otra cosa, que el mundo de fantasía en el que quieren vivir existe y ello son parte de él.
Ya son cuatro meses, 120 días, de operar la estructura de la actual comparecencia mañanera, que tiene varias partes, una de ellas el ejercicio de preguntas de los periodistas y respuestas de la presidenta, y no se ve que ella, a partir de este ejercicio, haya logrado imponer la agenda de la discusión mediática, cosa que lograba casi todos los días su antecesor.
El tiempo pasa muy rápido y lo que ahora se puede ver de la comparecencia diaria de la presidenta, eso en el futuro puede cambiar, es que: Cada vez más recurre a la mentira como un elemento central en la construcción de su discurso para subsanar la deficiencias y errores de su gobierno y que no logra imponer la agenda mediática diaria.
En las últimas semanas, ante las declaraciones del presidente electo Donald Trump, que hoy asume formalmente la presidencia, ha envuelto todas sus intervenciones en un discurso nacionalista muy básico e incluso primitivo. Es muy probable que ante la personalidad de Trump y el tipo de sus intervenciones, la presidenta de México vaya a convertir al nacionalismo en el centro de su discurso, por lo menos los cuatro años que dure la presidencia de Trump. Ya veremos.
Rubén Aguilar Valenzuela
En México no existe un político que haya reconocido y elogiado tantas veces y de manera tan abierta el trabajo de la periodista Anabel Hernández García (Ciudad de México, 1971), como el presidente López Obrador (2018-2024).
Hernández, especialista en grupos del crimen organizado, en la Introducción de su libro más reciente, La Historia Secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa (Grijalbo, México, 2024) transcribe las veces que el presidente alabó su valentía y trabajo en sus comparecencias mañaneras. Acá lo dicho por él:
- "Esta periodista Anabel Hernández, ha hecho trabajos muy buenos de investigación arriesgando su vida y ha sido ninguneada, hasta mal vista, porque ese periodismo no se hacía o se hacía como algo marginal". (11.12.2019).
- "Esta periodista Anabel Hernández, ha hecho trabajos de investigación de primer orden, es una mujer profesional en el periodismo y valiente, es una mujer excepcional". (05.05.2020).
- "Es muy importante la colaboración de Anabel Hernández, de periodista, y es muy importante para que se siga denunciando y se siga haciendo público, si no se actúa y si se ve que hay desviaciones, si se observa que no se está aplicando la ley". (10.08.2020).
- Y en esa ocasión añadió: "En el caso especial de Anabel, que ha arriesgado hasta su vida, sigue ayudando, sigue informando, sigue denunciando; y ojalá otros periodistas (...) porque hablando en plata (...) son muy pocos los que denuncian, la mayoría se queda callado porque conocieron a estos personajes, tuvieron incluso hasta relación con ellos, hay periodistas famosos actualmente que defienden, y no es el caso de Anabel (...)".
López Obrador en todas las ocasiones elogió el trabajo de Hernández cuando esta ofreció información o acusó a políticos de la oposición de estar relacionados con los grupos del crimen organizado, y el presidente usó lo dicho por la periodista para atacar a sus adversarios y hacer política a partir del trabajo de ella.
Ahora que esta ha revelado información de la supuesta relación de López Obrador con el Cártel de Sinaloa, la antes valiente y honesta periodista ha pasado a ser para él y el actual gobierno una mentirosa y una deshonesta. Ella, en la Introducción del libro dice que sigue siendo la periodista de siempre y que "por eso revelo La historia secreta".
Hernández es una periodista controvertida y polémica, que despierta respeto y admiración en uno y en otros rechazo y descalificación a su manera de hacer periodismo. Desde 2005 a la fecha ha publicado doce libros con los temas de sus investigaciones en torno a los grupos del crimen organizado. Ha recibido el Premio Nacional de Periodismo y reconocimientos internacionales por su trabajo.
En artículos que próximamente aparecerán en esta columna se hará un análisis de lo que Hernández plantea sobre López Obrador y su relación con el crimen organizado en particular el Cártel de Sinaloa y también las reacciones de él y el gobierno sobre la periodista.
La que fue un ejemplo de una valiente periodista, que denunciaba lo que otros no se atrevían, siempre que fueran adversarios de López Obrador y su gobierno, merecían todo tipo de elogios, pero ahora que él es el acusado, todo tipo de insultos y descalificaciones. Ella, en todo caso, como lo ha dicho, sigue siendo la misma.