Rubén Aguilar Valenzuela

La Misión Jesuita de la Tarahumara (México - Argentina, 2024) es un documental en tres partes del argentino Sergio Raczko que trabaja en los Estudios Roque González de Santa Cruz, Colegio El Salvador, Provincia Argentino - Uruguaya de la Compañía de Jesús, Buenos Aires, Argentina.

 

- Primera parte

 

El documental, que dura 33 minutos, inicia con los preparativos de la celebración de la Semana Santa, fiesta fundamental de la cultura rarámuri, en las comunidades de San José del Pinal, Guaguachiki y Samachiki, en la Sierra Tarahumara, estado de Chihuahua, en México. De estos lugares presenta a los rezanderos y a la gobernadora indígena de Samachiki, Rebeca González Moreno.

 

Se puede ver, como parte de los preparativos, que implican, entre otras cosas, el acondicionamiento del lugar y la elaboración de arcos de ramas de pino, algunos bailes tradicionales, en particular de matachines, y oír la música propia de los rarámuris que se toca con violín, flauta y un tambor especial propio de esta cultura.

 

Luego, el documentalista, hace que jesuitas y otras personas, se presenten, y estas después van a intervenir, para dar cuenta del mundo rarámuri con su historia, su cultura, su cosmovisión, su teología, su religiosidad, sus festividades, y otros elementos que ayuden a entender a este pueblo originario y el trabajo de los jesuitas con ellos, que ya tiene más de 400 años.

 

De los jesuitas que trabajaron en la misión, pero ya no están, se presentan: Pedro de Velasco Rivero; Sergio Nicolás de la Rosa Dávila; Alejando Cancino y José Martín del Campo.

 

Y de los jesuitas que ahora trabajan en la misión se presentan: Enrique Mireles, el superior; Javier Ávila; Jesús Reyes Muñoz; Luis Gilberto Alvarado; Esteban Cornejo; Félix Velasco; Sebastián Salamanca y Alberto Murguía.

 

Se presentan también Carlos Vallejo, que fue jesuitas, salió de la Compañía de Jesús, y con su familia se quedó a vivir en la sierra; a Guillermo Torres Laombe, historiador de la diócesis de la Tarahumara, y al historiador jesuita Arturo Reynoso, que trabaja en el Iteso de Guadalajara, Jalisco, universidad de los jesuitas.

 

Después de esta introducción se empieza a contar la historia de los jesuitas en la Sierra Tarahumara y su primer contacto con los rarámuris, a partir de las intervenciones de los jesuitas y otras personas que ya fueron presentadas y de otros historiadores y especialistas que participan en el documental.

 

San Francisco de Borja (1510-1572), tercer padre general de la Compañía de Jesús, en 1572 envía a los jesuitas al virreinato de la Nueva España, ya antes, en 1568, los había mandado al virreinato del Perú. Siendo general publica unas primeras  normas e indicaciones, que los jesuitas deben seguir en el trabajo misional, y en ellas insiste en la importancia de que aprendan las lenguas de los pueblos originarios donde van a misionar. Los historiadores Miguel León Portilla y Alfonso Alfaro, y Carlos Vallejo, especialista en la cultura y lengua rarámuri, subrayan la importancia que los jesuitas, desde un principio, daban al aprendizaje de las lenguas de los pueblos originarios para realizar su trabajo misional.

 

En 1592, el padre jesuita Gonzalo de Tapia, funda en el hoy estado de Sinaloa, las que va a ser las primeras misiones permanentes de los jesuitas en el norte de la Nueva España, para después avanzar hacia los hoy estados de Sonora y Durango. En 1601, el padre Pedro Méndez (1579-1543), desde Chínipas, en el hoy estado de Chihuahua, es el primer jesuita que entra a la Sierra Tarahumara y establece contacto con los rarámuris, y en 1608, el padre Juan Fonte (1574-1616) recorre la región. Las rutas de entrada de los primeros misioneros a la Tarahumara van a ser desde las misiones de Sinaloa, Durango y Parras, en el hoy estado de Coahuila.

 

En la parte final de este primer documental se explica, a través de los jesuitas que entrevista el documentalista, la importancia del bautismo, para los rarámuris. La palabra rarámuri "pagoma", significa lavado. Y los rarámuris utilizan esa palabra para nombrar al bautismo. Ellos, pues, son el "pueblo lavado", los "pagotuam". En su concepción ser rarámuri es ser un "pagotuam", un bautizado. Hay escenas de padres jesuitas en la Tarahumara bautizando a niños y niñas.

 

- Segunda parte

 

Al inicio del documental, que dura 46 minutos, se habla de la existencia de las misiones de la Alta y Baja Tarahumara, la división se origina a partir de la existencia de barrancas muy profundas que dividen el territorio al que se accede por entradas muy distintas. Las misiones de la Baja Tarahumara se fundan entre 1604 y 1753 y la de la Alta Tarahumara inician en 1673 y continúan hasta la supresión de la Compañía de Jesús en los territorios de la Corona española en 1767. En total, en la época de la Colonia, se establecieron 24 Centros de Atención Indígena, desde los que se prestaba servicio a 79 pueblos de visita. Un total de 103 sitios.

 

El documental da cuenta de las primeras rebeliones de indígenas tepehuanes y rarámuris en la Tarahumara. En su origen hay dos grandes causas: el mal trato que los indígenas recibían de los españoles en las minas, y los intentos de "reducirlos" en pueblos. Se comenta el libro del jesuita bohemio, Joseph Neumann (1648-1732), que documenta las rebeliones, rarámuris en un texto escrito en latín: Historia de las sublevaciones que contra los misioneros de la Compañía de Jesús y sus auxiliares promovieron las naciones indias ante todo la Tarahumara en América Septentrional en el reino de Viscaya (1626-1724).

 

Frente a la primera rebelión, los jesuitas cambian su estrategia y ya no intentan concentrar en pueblos a los rarámuri, hacer "reducciones", que habían resultado tan exitosas en Paraguay, y optan por establecer Centros de Atención Indígena, con una iglesia y la casa de los padres, sitios a los cuales, para las celebraciones, bajan los rarámuris, desde las montañas donde viven aislados y dispersos.

 

Se explica con amplitud, la importancia de la celebración de la Semana Santa para los rarámuris, fiesta sincrética que incorpora elementos de esta ancestral cultura, que se asienta en la Sierra Tarahumara hace 2000 años, y otros que fueron traídos por los jesuitas europeos. Se habla de la religiosidad y de la teología rarámuri, que asume que hay un Dios Padre y Madre, que al mismo tiempo es solo uno. El sentido de esta fiesta en particular es para recordar - celebrar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Las danzas que representan la lucha entre el bien y el mal. La música y el sonido de los tambores.

 

En el calendario litúrgico de los rarámuris hay tres ciclos: El Ciclo de invierno. Es la época del baile de los matachines con vestidos coloridos. La música de violín y guitarra. De acuerdo a las entrevistas que hace el documentalista existen rituales y celebraciones milenarias que son anteriores a la llegada de los jesuitas, como el "Yúmari" y el "Tutuguri". Según Carlos Vallejo, especialista en la cultura rarámuri, son celebraciones que deben ubicarse como parte de una tradición que tiene su origen en los grupos que migraron de Asia al continente de América por el estrecho de Bering.

 

El Ciclo de Cuaresma y Semana Santa. Que se celebra con procesiones, el Vía Crucis, y diverso tipo de danzas y música, ahora, a la guitarra, el violín y los tambores, se añade la sonaja. El Viernes y el Sábado Santo, los hombres, también los niños, se pintan la cara y las manos de blanco, con puntos rojos. La bebida en común del tesgüino, batari en lengua rarámuri, una cerveza de maíz fermentado. El batari, presente en todas las fiestas comunitarias, se ofrece, antes que a nadie, a Dios. El fin de este ciclo litúrgico termina con la quema del Judas, que simboliza que se quema al mal. El tercer Ciclo es el de la Navidad.

 

De las fiestas, el documentalista, registra con su cámara el conjunto de las celebraciones, que incluye la preparación, la celebración propiamente tal, con la misa y la homilía del sacerdote, y luego las danzas con la música, propia de los rarámuri. Hay escenas de las celebraciones en el exterior de las iglesias, y también al interior delas mismas. Y tomas de día y de noche. El registro documental de las fiestas es en las comunidades de San José del Pinal, Guaguachiki y Sanachiki.

 

Esta segunda parte del documental termina con presentar como en la escuela primaria de la comunidad de Rejogochi, se enseña a las niñas y a los niños, las celebraciones tradicionales de la comunidad rarámuri, el profesor Ramiro Chávez Ramírez, habla de la importancia de que se mantengan las tradiciones y su contenido espiritual. Hay escenas de una lucha tradicional entre niñas, por un lado, y niños, por otro. En la parte final del documental se registra el cambio de gobernador en la comunidad de Guaguachiki, lo que ocurre cada tres años. Sale una gobernadora y entra un gobernador. Las intervenciones de estas personas son en rarámuri.

 

- Tercera parte

En este la tercera y última parte, que dura 17 minutos, se da cuenta del regreso de los jesuitas, en 1900, a la Sierra Tarahumara. En 1767, a la expulsión de los jesuitas de los territorios gobernados por la corona de España, es la Orden de Frailes Menores (OFM), los franciscanos, quienes se hacen cargo de las misiones de la Tarahumara. Se establecen en doce de ellas y no en la totalidad de los centros misionales que habían fundado los jesuitas. Les suceden los misioneros de San José o padres Josefinos, una congregación mexicana fundada en 1872.

 

El jesuita belga Aquiles Gerste (1854-1920), que ya trabajaba en México, a petición del presidente Porfirio Díaz, hace un recorrido por lo que fueron las misiones de los jesuitas en la Sierra Tarahumara en 1892. Los indígenas rarámuri, con los que se entrevistan, le dicen que ojalá regresen los "ropa negras", que seguían, después de 125 años, estando muy presentes en la memoria de ese pueblo originario.

 

En 1900, a invitación del obispo de Chihuahua, José de Jesús Ortiz (1849-1912), los jesuitas regresan a la Sierra Tarahumara, después de 133 años de haber salido de ella, y se instalan en Sisoguichi. El grupo inicial está integrado por los padres Antonio Arocena, José María Vargas, Pablo Louvet (1865-1939), como superior, y el hermano coadjutor Nicasio Gorgorza. Se encuentran que los rarámuris que siguen siendo cristianos y todavía celebran las fiestas y ceremonias a las que dieron forma junto con los antiguos jesuitas.

Es en 1950 que se crea la misión suijuris de la Tarahumara, ya esperada de la Diócesis de Chihuahua. En 1958 se establece el Vicariato Apostólico de la Tarahumara y su primer obispo es el jesuita Salvador Martínez Aguirre (1897-1987), al que sucede el también jesuita José Llaguno Farías (1925-1992). En 1993 se crea la Diócesis de la Tarahumara, a cargo de un obispo diocesano, José Luis Dibildox Martínez (1943-2018). Ahora los jesuitas siguen ahí presentes, como responsables de algunas parroquias, y realizan distintas actividades pastorales y sociales, y hay otras que están a cargo de sacerdotes diocesanos.

 

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El documentalista argentino Sergio Raczko, desde 1989, ha realizado documentales, en el proyecto "Las Misiones Jesuíticas en América", son ya 36 años de trabajo. En esta ocasión nos presenta "La Misión Jesuita de la Tarahumara", en tres partes, con una duración total de una hora y 36 minutos. Con muy pocos elementos, él hace todo, cosa que también ocurre con otros documentalistas, nos presenta una panorámica general, sobre la historia de 400 años de trabajo de los jesuitas en medio de los rarámuris en la Sierra Tarahumara, y también nos ofrece una mirada sobre la cultura rarámuri, su teología, su religiosidad, y la manera de celebrar su liturgia sincrética, a partir de sus propios elementos y los que introducen los jesuitas en el siglo XVII.

La cámara, en manos de Raczko, y también el sonido que graba, nos permiten presenciar las ceremonias religiosas de los rarámuris, dentro y fuera de las iglesias, en el día, pero también en la noche. Se centra, sobre todo, en la manera que celebran la Semana Santa. Las entrevistas, que el documentalista realiza a los jesuitas que han vivido en la Tarahumara, que ahora tienen otras tareas, y los que viven en ella, ofrecen una mirada profunda sobre la cosmovisión y la teología rarámuri.

El de Raczko, es un gran trabajo, hecho con sensibilidad, agudeza e inteligencia. Con respeto y también admiración frente a lo que ve, registra las escenas que deben de estar, para dar una idea acabada de lo que se propone, que se conozca la cultura rarámuri y el acompañamiento de la Compañía de Jesús, entre ellos, por ya más de cuatro siglos. Su trabajo deja ver, que hay una relación cercana, que podría calificarse como especial, entre los rarámuris y los "ropa negras", los jesuitas.

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En el documental hay grabaciones de las misiones de: Nombre de Jesús Carachi; Dulce Nombre de María de Sisoguichi; San Francisco Javier de Cerocahui; Nuestra Señora del Pilar de Norogachi; San Miguel Arcángel de Churo; San José de Pamachi; Santa María de Populo de Guaguachiki; Nuestro Padre San Ignacio de Papajichi; Santos Cinco Señores de Cusárare; Nuestra Señora de Dolores de Sauachiki; San Ignacio de Arareko; San José del Pinal y la Escuela - Albergue Rejogochi.    


La Misión Jesuita de la Tarahumara  

Título original: La Misión Jesuita de la Tarahumara

Producción: México- Argentina, 2024  

Dirección: Sergio Raczcko

Guion: Sergio Raczcko

Fotografía: Sergio Raczcko

Musicalización: Sergio Raczcko

Locución: Mara Gallegos

Actuación: Personas involucradas en los hechos