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La fe y el fundamentalismo

Resultado de imagen para La fundamentalista ignacioRubén Aguilar Valenzuela

El dramaturgo y guionista finlandés Juha Jokela (1970) goza del reconocimiento del público y de la crítica de su país. Sus obras han obtenido premios y reconocimientos dentro y fuera de Finlandia. Su primera obra y la más conocida es Mobile Horror (2003), una de las más exitosas en la historia teatral finlandesa. Es una comedia ambientada en una compañía de teléfonos móviles.

En 2006 escribió La Fundamentalista, para ser representada por dos actores. En ella Marcos (Luis de Tavira) es un pastor de la Iglesia Nacional de Finlandia que goza de gran reconocimiento social por sus libros en los que de manera heterodoxa, con una teología renovada, trata los temas relacionados con la fe en su esfuerzo por acercarse a las mujeres y los hombres de hoy día que tienen dudas sobre Dios y no están de acuerdo con la manera que la iglesia propone ver la vida. Algunos creyentes se escandalizan con la manera que aborda los problemas.

Un día, después de más de veinte años, de manera inesperada aparece en la parroquia Heidi (Aurora Cano) con la que antes tuvo una estrecha amistad cuando ella era todavía muy joven, tenía entonces 18 años y él 38 años. En ese tiempo ella lo ayudaba en el trabajo y lo acompañaba en la visita a los asilos y atendía a los jóvenes en encuentros y campamentos organizados por la iglesia.

Ella, ahora está casada y tiene hijos, pertenece a un grupo religioso cristiano conservador que es la Iglesia de la Palabra Viva, que dirige su esposo. En su visión Marcos está en manos del diablo y en "camino al infierno" por lo que escribe en sus libros. El regreso de Heidi remueve en Marcos sentimientos que había escondido.

De nuevo entablan una relación que en un inicio solo se establece en términos de la discusión de la fe. Marcos se ha propuesto alejar a Heidi de las posiciones fundamentalistas y ella hace esfuerzos, para que él deje de escribir de la manera que lo hace y de lo que considera es su actitud soberbia y arrogante.

En el intento de salvarse el uno al otro, los dos se enamoran y empiezan a tener una relación de pareja. Hace 20 años eso pudo haber ocurrido, pero Marcos tuvo miedo y con su actitud hizo que Heidi huyera. Ahora pasa lo mismo. Es incapaz de comprometerse con el otro y da por terminada la relación. Se refugia en su racionalismo.

Más allá del tema del fundamentalismo religioso, en un nivel todavía más profundo, está el de la relación de pareja, el de la incapacidad del compromiso con el otro y finalmente el de la soledad a la que lleva precisamente esa actitud. Y también está presente el daño que se hace al otro cuando se evade el hacerse responsable de él.

Luis de Tavira, un gran conocedor de la teología cristiana, intervino el texto original, para ponerlo al tono de la actual discusión teológica sobre los temas que se abordan en la obra. La traducción-edición del texto es muy buena y fluye con ritmo y elegancia.

La obra, con una escenografía minimalista, se centra en los diálogos entre los dos actores en escena; Aurora Cano y Luis de Tavira. La actuación de los dos es buena, pero la caracterización del pastor, del hombre frío e incapaz de comprometerse, que hace de Tavira es extraordinaria. Sorprende la dicción, la cadencia como dice los parlamentos y la manera como expresa, con muchos matices, la compleja personalidad de su personaje.


La fundamentalista
Centro Nacional de las Artes
Teatro Salvador Novo

Elenco: Luis de Tavira y Aurora Cano
Autor: Juha Jokel
Versión en español: Aurora Cano
Dirección: Ignacio García
Diseño de Escenografía: Sergio Villegas
Diseño de iluminación y video: Raúl Munguía
Diseño de vestuario: Edyta Rzewuska

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La fundamentalista se presenta hasta el 29 de septiembre en el Teatro Salvador Novo del Centro Nacional de las Artes (Cenart) 

Ocho meses que crece la violencia

Rubén Aguilar Valenzuela  

En los primeros ocho meses de la administración del presidente López Obrador crecen los homicidios dolosos, los feminicidios, los secuestros y las extorsiones, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP).
 
El número de los homicidios dolosos es el más alto de los últimos 50 años con un total de 23,724 y las proyecciones son que al final del año éstos podrían llegar a los 40,000 que es el doble de los peores años en los sexenios del presidente Peña Nieto y Calderón.

En el mes de agosto los homicidios dolosos sumaron 3,074 que es el más alto registrado en el actual gobierno. En junio y en julio fueron 3,074 y 3,054 respectivamente. Ya son tres meses seguidos que superan los tres mil.

Los homicidios dolosos en mayo fueron 2,984, en abril 2,811, en marzo 2,946, en febrero 2,877 y en enero 2,924. La tendencia ha sido al alza. Las entidades con el mayor número son Guanajuato, Baja California, Jalisco, Chihuahua, Ciudad de México, Michoacán y Veracruz.

De enero a agosto por feminicidios se abrieron 638 carpetas de investigación, 14.13 % mayor que en el mismo periodo de 2018. En agosto se registraron 88 denuncias que son las mismas que las reportadas en julio, las más altas en el año.

La tasa media nacional de feminicidios es de .99 por 100,000 habitantes. Y las entidades que están por arriba son Veracruz (2.92), Morelos (2.40), Sinaloa (1.73), Sonora (1.68), Tabasco (1.67), San Luis Potosí (1.30) y Quintana Roo (1.15).

En el caso de los secuestros también han crecido con relación al mismo periodo del 2018. La media nacional es de .74 por cada 100,000 habitantes. Los estados con las tasas más altas y muy por arriba de la media son Veracruz (2.63), Zacatecas (2.09), Morelos (1.99), Ciudad de México (1.57), Colima (1.56) y Guerrero (1.02).

Las extorsiones son el delito que más ha crecido con un 30 % al pasar de 4,170 a 5,671 denuncias de un año a otro. La media nacional es de 4.50 por 100,000 habitantes.

Los estados que registran el mayor número de los casos, todos por arriba de la media, son Aguascalientes (16.59), Zacatecas (13.7), Quintana Roo (9.86), Querétaro (9.29), Estado de México (8.08), Jalisco (7.04), Michoacán (6.52) y Nuevo León (6.48).

El estado de Veracruz aparece en el rubro de los que tienen el mayor número de asesinatos dolosos, feminicidios, y secuestros. En estos dos últimos encabeza la lista. No se le menciona en el caso de las extorsiones.

Los datos muestran que la estrategia de seguridad implementada por el nuevo gobierno, que implica la militarización, no solo no reduce los delitos, sino que en todos los casos éstos han aumentado. Es evidente y obvio que la estrategia no está funcionando. ¿Tiene el gobierno una alternativa?

@RubenAguilar

El presidente, la política y la educación 

Rubén Aguilar Valenzuela 
El presidente López Obrador no lo ve todo desde la lógica de la política y el poder que pueda concentrar y luego administrar, para hacerse todavía de más poder. Los temas técnicos propios de la gestión pública le resultan menores o incluso irrelevantes.

Así, no ve la educación como una tarea que exige la mejor preparación de los docentes, la selección de los profesores más calificados y la implementación de los más adecuados mecanismos institucionales que procuren la calidad de los servicios educativos en beneficio de los alumnos.

López Obrador prioriza los intereses de los maestros y busca que su gobierno consiga la fidelidad del gremio en razón de sus propios intereses. En el juego de mutuos intereses se propone que los maestros, con su influencia, trabajen a su favor y le garanticen el apoyo y la simpatía de las familias de los alumnos.

Es la misma lógica corporativa y clientelar que por décadas utilizó el peor PRI, con muy buenos resultados, que garantizaban el apoyo y el voto de los maestros y también de quienes vivían en el entorno donde tenían influencia. Eso se ha debilitado, pero el presidente pretende restaurar y fortalecer esa relación.

En días recientes, el presidente  cedió a todas las exigencias de la CNTE y volvió a privatizar la educación pública al entregar al sindicato el control de tramos de la administración del proceso educativo que deben estar solo en manos del gobierno.

La decisión de López Obrador beneficia a los docentes, pero claramente perjudica a los estudiantes. Algunas de estas concesiones son la plaza inmediata al terminar la normal y que los profesores a lo largo de su gestión no sean evaluados, esto sin importar si realizan bien o mal su trabajo.

El presidente en su racionalidad política desprecia el ejercicio de todo tipo de evaluación de la acción del gobierno, para el caso la educativa, sea de los estudiantes, de la organización del sistema, de los programas y también de los docentes. La considera inútil.

De la concepción que el presidente tiene de la educación, de la negativa a la evaluación de los docentes y del cierre del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), entre otras medidas, queda claro que la calidad de la educación vendrá a la baja y habrá una regresión de lo que se ha podido avanzar.

Sin evaluación de los distintos componentes del sistema educativo no hay ninguna posibilidad de ubicar donde están los problemas y en razón de lo mismo de decidir lo que se debe hacer, para resolverlos. Para el presidente eso es un tema técnico que no le ofrece ninguna rentabilidad política-electoral e incluso le puede hacer daño.

Twitter: @RubenAguilar
 

Las películas mexicanas y la asistencia a los cines

Rubén Aguilar Valenzuela

 
En 2018, la asistencia a los cines de México fue de 320 millones, casi tres veces el número de los habitantes que tiene el país.

De esos 30.3 millones, el 10 %, vieron películas mexicanas, de acuerdo al Anuario 2018 publicado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).

Se estrenaron 499 películas y de éstas 115 fueron de producción nacional lo que representa el 23 % del total.

En 2018, se produjeron 186 largometrajes, pero 71 no pudieron ser estrenados en ese mismo año, por carencia de espacios para proyectarlas.

Las pantallas que existen en México son 7,024 ubicadas en 886 conjuntos de exhibición con un crecimiento de 391 pantallas con relación a 2017, de acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine).

La taquilla generó ingresos por 16,000 millones de pesos y de esos, 1,420 millones de pesos, el 9 %, fueron producto de las películas mexicanas.

Por géneros, la producción nacional que más público llevó a las salas fue la comedia con 19 millones de espectadores, seguida de la animación 4 millones, el drama un millón 800 mil y la comedia romántica un millón 700 mil, de acuerdo al Imcine.

Del total de las películas mexicanas exhibidas cuatro obtuvieron el 41 % de la asistencia (12 millones) y generaron 562 millones de pesos, poco más de la tercera parte de la recaudación total de la producción nacional.
 
Estas películas son: Ya veremos, dirigida por Pedro Pablo Ibarra (4.1 millones de espectadores); La boda de Valentina, dirigida por Marco Polo Constandse (3.3 millones); La leyenda del Charro Negro, dirigida por Alberto Rodríguez (2.4 millones), y Una mujer sin filtro, dirigida por Luis Eduardo Reyes (2.2 millones).

Las cuatro obtuvieron ingresos superiores a los cien millones de pesos y contaron con el apoyo de una gran distribución y exhibición en casi todas las salas del país. En muy buena medida su éxito de taquilla se explica precisamente por esto.

La calidad de la producción, el interés de los temas tratados y el problema estructural de la distribución de las películas nacionales son tres de los grandes retos que ahora tiene la industria y las autoridades cinematográficas del país.

@RubenAguilar

La religión, Fidel Castro y Frei Betto

Rubén Aguilar Valenzuela 
En mayo de 1985, han pasado 34 años, Frei Betto (1944), fraile dominico de origen brasileño, entrevistó 23 horas al comandante Fidel Castro (1926-2016). La conversación se centró en la formación religiosa de su infancia y juventud, de su visión sobre la religión y de la relación entre socialismo y cristianismo.

Resultado de esas horas de conversación grabadas fue el libro Fidel Castro y la religiónConversaciones con Frei Betto (Siglo XXI Editores, 1986).  A su publicación, el texto tuvo un gran impacto a nivel mundial y se vendieron más de un millón de ejemplares. Hubo ediciones en más de 20 lenguas en más de 30 países.

El dominico y Castro se conocieron en julio de 1980 en Managua, con motivo de la celebración del primer año de la Revolución Sandinista. En esa ocasión conversaron de las dos a la seis de la mañana. Frei Betto visitó por primera vez Cuba en 1981 y antes de la entrevista con Castro estuvo en la Isla en una docena de ocasiones.

En 1985 Castro y el dominico se encuentran en La Habana, donde el escritor brasileño asiste como jurado del premio Casa de las Américas, y le plantea al comandante la idea de una entrevista, para hablar del tema de la religión con el propósito de hacer un libro. Éste acepta y se citan para mayo de ese mismo año.

Para la entrevista Frei Betto preparó 64 preguntas. Las primeras dos, que llamaron profundamente la atención de Castro,  fueron: ¿Cómo ha sido su formación religiosa? y ¿Cómo su mamá ha transmitido la fe cristiana a sus hermanos y hermanas?.

En una conferencia en 2015, al celebrarse los 30 años de la edición, el dominico dice que quizá el comandante "esperaba que yo le hiciera preguntas académicas de la dialéctica, la religión, pero yo empecé por la vida, me interesaba una vida que pasa por la experiencia de fe, por la experiencia religiosa, de lo que significó estudiar diez años en un colegio jesuita en aquel tiempo. Y lo más impresionante es que él tenía una visión positiva de su formación".

En la conversación de Castro y Frei Betto se habla de la religión, de Dios, del papel de las iglesias y los creyentes en Cuba y América Latina, de la Teología de la Liberación, del socialismo y de la relación entre la religión y el proyecto socialista.

Para el dominico, que en 1982 y 2005 ganó el premio Jabuit el más importante reconocimiento literario en Brasil, Castro fue de los pocos líderes del socialismo real que asumió "su formación religiosa como un dato positivo, como un valor". El libro, continúa, "es un testimonio de vida, no solamente de Fidel, sino de la historia del pueblo de Cuba, que es una historia profundamente espiritual".

En su momento el libro fue clave, para derribar prejuicios entre creyentes y no creyentes, entre marxistas, socialistas y hombres y mujeres de fe. Armando Hart, que en 1985 hizo la Introducción a la primera edición cubana del libro, plantea que: "El dogma tan predilecto de los reaccionarios sobre la imposibilidad de entendimiento entre cristianos y comunistas se viene al suelo sobre el fundamento de una comprensión profunda de ambas doctrinas".

Frei Betto en el desarrollo del texto introduce sus puntos de vista, complementa y contextualiza información, ofrece interpretación de pasajes bíblicos y expresa sus diferencias con el comandante Castro. Eso hace al libro más interesante.

En la entrevista el líder cubano acepta que en las primeras décadas la Revolución discriminó a los creyentes e impidió la libertad religiosa, pero que después eso cambió aunque en ese tiempo seguía una discriminación sutil "que no es una cosa superada todavía por nosotros. No es intencionada, no es deliberada, no es programada."

En 1991, 34 años después del triunfo de la Revolución, el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba admitió que los creyentes podían ser parte de esa organización siempre que aceptaran sus Estatutos y Programas. En la entrevista Castro plantea que el socialismo se propone no solo el progreso material de la sociedad y la persona, sino también su crecimiento espiritual.

El comandante dice estar convencido de que el socialismo y el cristianismo coinciden en muchos planteamientos como el amor al prójimo, la solidaridad, la condena a la explotación, al robo, a la corrupción, a la avaricia y a la mentira. Y también dice que "cuando, por ejemplo, la Iglesia desarrolla el espíritu de sacrificio y el espíritu de austeridad, y cuando la Iglesia plantea la humildad, nosotros también plantemos lo mismo cuando decimos que el deber de un revolucionario es la disposición al sacrificio, la vida austera y modesta".

Castro afirma que: "En mi opinión la religión, desde el punto de vista político, por si misma, no es un opio o un remedio milagroso. Puede ser un opio o un maravilloso remedio en la medida en que se utilice o se aplique para defender a los opresores y explotadores, o a los oprimidos y explotados".

En su versión los dirigentes históricos del socialismo no predicaron "odio contra los hombres, predicaron el odio contra el sistema. Eso es lo que pueden significar los criterios y los principios de la lucha de clases, y también el llamado odio de clases, que no es odio de unos hombres contra otros, sino odio a un sistema de clases, que no es lo mismo".

La situación del mundo es hoy muy distinta a la de 1985 y en particular la del socialismo, después de la caída del Muro de Berlín en 1989. El libro sigue siendo interesante y en buena medida lo es porque da cuenta del intercambio abierto e inteligente entre Castro y Frei Betto y también por los temas sobre los que dialogan.

Fidel Castro y la religión
Conversaciones con Frei Betto
Siglo XXI Editores
México, 1986
pp.379

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