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La competitividad y México

Francisco Tobías

En la actualidad gracias al desarrollo de las tecnologías, de la comunicación, a la internacionalización de la producción; la competitividad de las economías nacionales toma cada vez mayor relevancia para que las empresas decidan donde invertir.

La competitividad es la capacidad que tiene una economía, ya sea un país o una región, para atraer, generar y mantener tanto talentos como inversiones, de hecho el Banco Mundial afirma que “la competitividad es uno de los aspectos que deben tener las regiones y ciudades para promover el bienestar de sus residentes, ya que refiere la competitividad a la presencia de bases sostenibles para el crecimiento del empleo, de los ingresos y la inversión y el comercio en respuesta a las oportunidades del mercado”. 

El IMD es una escuela de negocios ubicada en Suiza y esta institución cada año realiza un estudio a 64 economías para medir y comparar entre estas su competitividad. Hace unos días acaba de publicar el ranking de competitividad mundial, en el cual México cayó dos lugares para ubicarse en la posición 55.

El instituto suizo analiza un total de 261 factores que están divididas en 4 rubros: 1) desempeño económico, 2) eficiencia gubernamental, 3) eficiencia de las empresas y 4) infraestructura. La información que utilizan para el desarrollo del ranking se obtiene de instituciones de cada una de las 64 economías (países) analizadas.

Hay alguien que está haciendo bien su trabajo, a pesar de las complicaciones económicas tanto nacionales como internacionales, y es el empresariado, ya que de los cuatro rubros sólo la eficiencia de las empresas logró subir una posición, ya que en el 2020 se encontraban ubicados en el lugar 48 y para el 2121 se encuentran en la 47.

Donde sufrimos, en plural e incluyéndonos ya que todos formamos parte de la economía mexicana, descalabros fue en el desempeño económico donde descendimos 11 posiciones para ubicarnos en la 49, en lo que se refiere a la eficiencia gubernamental estamos en la novena peor posición de la lista de economías y en lo que se refiere a la infraestructura descendimos de la 57 a la posición 58.

La mejor posición que hemos ocupado desde 1997, cuando nos incluyeron por primera vez en el ranking, fue en el 2013 estando en la posición 32, es decir nos encontrábamos en la media, para el año 2019 ocupamos el lugar 50, y en dos años hemos descendido 5 escaños más en la medición de la competitividad internacional.

El contar con una mayor competitividad en México y en cualquier economía es fundamental, ya que es un elemento importante para lograr el crecimiento económico, para incrementar la productividad y generar nuevas inversiones que a la vez generan empleos.

Las mediciones son importantes, ya que lo que no se mide no se puede mejorar, se observa que México ha descendido en ranking y quizás así continúe.

Es cierto que estamos muy lejos de las primeras posiciones del ranking de competitividad, pero lo más doloroso es que hemos bajado año con año en nuestras calificaciones no sólo de este ranking sino de la inmensa mayoría de las mediciones internacionales, y más allá de las calificaciones internacionales púbicas, la realidad es que la economía mexicana no ha podido crecer, los mexicanos no hemos podido vivir un desarrollo económico, y cuando hay desarrollo personal nos señalan como aspiracioncitas. Ni hablar de la felicidad.

El título sería: Alguien más es quien no sirve

Francisco Tobías

La economía es la ciencia que estudia como el ser humano satisface sus necesidades ilimitadas con recursos limitados. A pesar de que Aristóteles ya hablaba de ella fue hasta el año de 1776, cuando el filosofo escoces, Adam Smith, quien es considerado el padre de la economía, formuló los planteamientos de esta ciencia en su libro “La riqueza de las naciones”, que en poco más de tres siglos ha desarrollado muchas teorías.

El gran antagonismo de la economía se presenta entre los de la derecha y la izquierda, llamados así debido a las ubicaciones que tomaron los jacobinos en el parlamento francés, durante su revolución en el año de 1789. Mientras algunos economistas, considerados de derecha, tienen sus fundamentos científicos-económicos en una serie de postulados sobre el individualismo, hecho que podemos resumir textualmente, cuando Smith se refiere a la benevolencia afirmando que: “No es de la benevolencia del carnicero, cervecero o panadero de donde obtendremos nuestra cena, sino de su preocupación por sus propios intereses". Incluso existe el concepto de “Homo economicus” la cual analiza el comportamiento racional de ser humano ante estímulos económicos. 

Por su “lado” la izquierda, tiene a su mayor representante en Don Karl Marx, quien en sus libros “Critica a la economía política” desmenuza un sistema económico que estaba, y sigue, desarrollándose, siendo este el capitalismo. Y de este lado de la palestra se ubican aquellos que hablan de una sociedad como un cuerpo único. Una corriente que ha evolucionado con el mismo andar del tiempo y de las circunstancias económicas como lo fue durante la gran depresión de 1929, de la cual las economías de los países pudieron salvarse por aplicar políticas económicas de izquierda, impulsadas por John M. Keynes, en las cuales se proponía la intervención del gobierno en la economía para salvar a los trabajadores, a los empresarios y a los mismos gobiernos, es decir a todos los entes participantes en un sistema económico. Generalmente se asocia la izquierda con el progresismo, el cual es una corriente que busca el estado del bienestar, por medio de la participación ciudadana, defendiendo sus derechos y logrando una redistribución del ingreso.

Ambas corrientes económicas buscan el bienestar de los integrantes de una economía, buscan el desarrollo de la comunidad, buscan que se tenga un mejor nivel de vida. Es cierto que ambas corrientes económicas y políticas buscan lo mismo, pero por caminos muy distintos, pero buscan ayudarle al ser humano a satisfacer sus necesidades. 

Por lo que no es una necesidad, pero si una necedad decir que: “La clase media, alta, con licenciatura, maestría, doctorado, está muy difícil de convencer porque tienen una actitud aspiracioncita, salir adelante, egoísta”. 

No hay teoría, no hay corriente, no hay pensamiento ni en la derecha ni en la izquierda que no busque el progreso, el avance de una sociedad y de sus participantes.

Bien lo dijo Lord John Maynard Keynes: “La economía sirve al ser humano o no sirve para nada” y aquí alguien más es quien no sirve para nada.

El aumento en la Inversión Extranjera Directa

Francisco Tobías

Un motor importante para el desarrollo, el crecimiento y la generación de empleos que estos conllevan es la inversión extranjera directa en un país. Es decir, el monto, generalmente medido en dólares norteamericanos, que empresas extranjeras deciden invertir en cierto país y esta inversión es en planta productiva ya sea para incrementar la capacidad de producción o bien para la creación de nuevas líneas de producción.

El año anterior fue para la economía del mundo una situación atípica, a partir de segundo trimestre cuando inició la cuarentena, sin embargo, los tres primeros meses del 2020 transcurrieron con cierta “normalidad”, por esto es valido reconocer la comparación que se puede realizar del 2021 respecto al año anterior. Podemos ver que, según datos de la Secretaría de Economía, dados a conocer hace algunos días, la inversión extranjera directa (IED) durante ese periodo trimestral se incrementó en un 14.8 por ciento, siendo por un monto de 11 mil 864 MDD.

¿Por qué es bueno para los integrantes de una economía que exista y cada vez sea mayor la inversión extranjera directa? Este tipo de inversiones además de generar empleos directos, es decir, se contratarán trabajadores en la nueva línea de producción, también generación una serie de empleos indirectos, como son los ingenieros, arquitectos, albañiles y demás que trabajarán en la construcción de la nueva planta, por supuesto que la construcción de una nueva “fábrica” genera a la vez empleos derivados de la inversión inicial. Pero no sólo eso, además, mejora las oportunidades de empleo para los trabajadores, influye de manera positiva en la competitividad de la economía e incluso logra importar tecnología.

Para el caso del trimestre anterior en nuestro país casi el 60 por ciento de la IED fue gracias a la reinversión de las utilidades por parte de las empresas con capital extranjero ya establecidas, un 18.6 por ciento de los 11 mil 864 MDD, siendo de origen norteamericano el 42.5 por ciento de esta inversión, el capital oriundo de España ocupa el segundo lugar con un porcentaje de 12.1

Es importante señalar que este monto ha sido el mayor desde el trimestre analizado desde el año de 1999, sin embargo, al realizar la comparación se hace en precios corrientes sin considerar la inflación que ha sufrido el dólar durante estos 22 años.

Nuestra economía y nuestros bolsillos requieren de inversión extranjera directa no sólo para poder salir de la depresión económica por la cual atravesamos, sino para poder lograr un crecimiento, desarrollo y hasta la felicidad, por supuesto, cumpliendo con ciertas normativas que den seguridad jurídica y económica a los empresarios extranjeros, quienes son los generadores de una gran cantidad de empleos en México.

Las Nenis

Francisco Tobías

Nuestra sociedad ha evolucionado de hecho desde que empezamos a vivir en comunidad, para los darwinistas desde que bajamos de los arboles, empezamos a evolucionar y a cambiar, pero no sólo como especie, sino conjuntamente. De hecho, seguimos evolucionando y los procesos económicos, la economía misma ha ido de la mano con estos cambios.

Los historiadores señalan que hemos llegado a desarrollar o vivir en un sistema capitalista debido a la evolución propia, antropológicamente con el salvajismo y la barbarie incluyendo sus tres estadios, después con la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo con sus etapas.

La tecnología ha colaborado de gran manera en el desarrollo del sistema capitalista desde la revolución industrial hasta nuestros días con la revolución de la información y las telecomunicaciones aunado a esto cuando suceden acontecimientos “no planeados”, nuestro sistema económico sigue cambiando y evolucionando, un ejemplo de esto es lo sucedido durante la pandemia del Covid-19 y el comercio, hecho que exponenció la economía llamada de los “nenis”. El origen del término “nenis” se debe a un lenguaje de inclusión para obviar decir nena o nene, al momento de comercializar por medio de las redes sociales. Iniciando a utilizarse de manera misógino y clasista, por medio de memes, para después convertirse en un estandarte, principalmente de mujeres, quienes fueron según el INEGI las más afectadas por el impacto laboral ocasionado por le Covid-19

Los “nenis” son aquellas personas que durante la pandemia del Covid-19 lograron comercializar productos por medio de las redes sociales, haciendo entrega de las mercancías especificando lugar y hora de la entrega sin contar con un local propio para realizar el comercio. Gracias al coronavirus el comercio realizado por medio de las redes sociales se incrementó en 365 por ciento. Y es que es un asunto tan serio que académicos de la UNAM están analizando este tipo de microemprendimiento, asegurando que éste se ha dado debido a la falta de oportunidades laborales, principalmente para las mujeres.

Hay estudios que afirman que cada “neni” genera tres empleos directos, hoy en día realizan un comercio equivalente a 9.5 millones de pesos diarios y por si fuera poco en México 13 millones de familias tienen sus ingresos principales gracias a este comercio.

Así como el comercio ha evolucionado desde el trueque hasta la venta por medio de las redes sociales, los “nenis” no terminaran con el fin de la pandemia, sino al contrario cada día tendremos más compras y ventas con esta modalidad, por cierto, colaborando en el crecimiento de la economía.

Bien se dijo en las redes sociales: “ser “neni” no da vergüenza da dinero”.

ESTADOS UNIDOS SU INFLACIÓN Y MÉXICO

Francisco Tobías

México está íntimamente ligado a los Estados Unidos de América más allá de los 3,169 kilómetros que compartimos de frontera, incluso con el proceso de globalización nuestra economía y la norteamericana por obvias razones están relacionadas

La economía norteamericana se ha empezado a recuperarse de los efectos de la pandemia del Covid 19 y está recuperación ha generado efectos positivos en nuestra economía, pero también hay otra cara de la moneda, debido a que, así como los efectos positivos influyen los efectos negativos hacen lo mismo.

El aumento en el consumo por parte de los norteamericanos ha generado una presión en el aumento de los precios ocasionando que la inflación interanual para el mes de abril haya sido del 4.2 porcentaje, cuando los analistas habían pronosticado que esté incremento sería solo del 3.6 por ciento. Y a pesar de que no se compara con las hiperinflaciones que están viviendo los venezolanos, la cual es equivalente al casi 3 mil por ciento en el 2020 y se espera que rebase los 5 mil en el 2021, sin embargo, desde la crisis del 2008 la economía norteamericana no había sufrida una inflación tan alta.

Y en realidad es para alarmarnos pues estos incrementos en los precios provocarán inflación en México, ya que las importaciones que realizamos con nuestro vecino son equivalentes al 15 por ciento del PIB mexicano, por lo que el aumento de la inflación norteamericana provocará aumento en los precios en nuestro país.

El Banco de México ha mantenido la tasa de interés en un 4 por ciento a pesar de que se había reducido de manera permanente, pero debido al incremento de la inflación la autoridad ha optado por mantenerla en ese porcentaje. Y es que la inflación o más bien su aumento tendrá efectos para los mexicanos, como el posible incremento de las tasas de interés, provocando una reducción en el consumo e inversión, además de encarecer la vida por el aumento mismo de los precios.

Por su parte las autoridades económicas y monetarias de nuestro país deben de contar con una gran disciplina fiscal, tanto para la recaudación como para el gasto público, además propiciar, por medio de políticas públicas, la generación de inversión extranjera y nacional directa que genere a la vez empleo.

Nuestra economía corre el peligro de vivir una espiral inflacionaria y en gran medida por la recuperación de la economía norteamericana.

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