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Las clases sociales

Francisco Tobías

Las clases sociales, teórica y científicamente, tienen su origen en la teoría de las clases sociales que desarrolló Don Carlos Marx, en la cual se establece que la división de clases se genera de la división social del trabajo y de la propiedad privada de los medios de producción. Es cierto que dicha teoría fue elaborada a mediados del siglo XIX, y a la fecha el sistema capitalista, nuestra sociedad han cambiado y hasta las clases sociales han cambiado. 

De manera frecuente escuchamos o hablamos sobre las clases sociales, generalmente se piensa en tres sectores o extractos de la sociedad, clasificándolos en baja, media y alta, sin embargo, en México son seis las existentes y se pertenecen a ellas de acuerdo, no únicamente por el ingreso, sino a costumbres, poder y hasta por las funciones dentro de la misma sociedad.

En nuestro país de acuerdo con la Secretaría de Economía la clase social baja – baja, está integrada por el 35% de los habitantes del México quienes son trabajadores informales o temporales, además de desempleados y de los migrantes. 

En la clase baja – alta se encuentran aquellas personas que son obreros y campesinos, siendo el 20% de la población. 

Los trabajadores de oficina, técnicos y artesanos clasificados, quienes a pesar no tener un ingreso alto es estable conforman la clase media – baja.

La clase media – alta está integrada por las personas que han triunfado en los negocios y profesionistas, quienes además de tener buenos ingresos son estables. 

Las familias ricas de nuestro país, que tienen ingresos muy estables y altos conforman la clase alta – baja, se calcula que el 5% de los mexicanos pertenecen a esta clase. Mientras que sólo el 1% de la población pertenecen a la clase alta – alta, quienes son integrantes de familias cuya riqueza proviene de varias generaciones anteriores.

Por su parte el INEGI tiene una clasificación de las clases sociales de acuerdo con el lugar en donde se vive y de sus ingresos, siendo estas urbano, rural y total.

Al considerar los ingresos de los habitantes las clases sociales se dividen en tres, siendo los integrantes de la clase baja quienes reciben de manera mensual hasta casi los 13 mil pesos, quienes perciben en promedio 23 mil 500 pesos son integrantes de la clase media, por su parte la clase alta mexicana tiene ingresos superiores a loa 77 mil pesos.

Para el materialismo histórico son dos clases fundamentales los dueños de los medios de producción y los dueños de la fuerza de trabajo, en el capitalismo se diferencian y surgen clases intermedias por el nivel de ingreso.

La clasificación de las clases sociales sirve en la economía para poder realizar análisis de la manera en que se distribuye el ingreso o el dinero, también para conocer las oportunidades que tenemos los individuos, como por ejemplo en la educación y así poder realizar acciones o políticas públicas que permitan una redistribución más “equitativa” del dinero, para lograr así el desarrollo económico de la sociedad en su conjunto.

Es cierto que en nuestro país la movilidad social, es decir el escalar en las clases sociales, es difícil por la falta de oportunidades, sin embargo, al dar un vistazo al pasado podemos darnos cuenta de que hemos avanzado, que hoy existen mayores oportunidades en salud, educación, trabajo y más para quienes habitamos el país. Se requieren de políticas públicas modernas, eficientes que permitan una movilidad social más rápida y fácil en donde todos o bien la mayoría de los mexicanos progresemos.

La lucha de clases sociales debe de ser contra la desigualdad, contra la falta de oportunidades para lograr el desarrollo.

Antes de que cambien la receta

Francisco Tobías

Antes de mediados del siglo pasado, incluso antes de que el primer McDonald´s abriera sus puertas en Illinois, Estados Unidos, el economista sueco Karl Gustav Cassel desarrolló una teoría que es conocida como el poder de paridad adquisitivo, abreviado como PPA, dicha teoría sostiene en palabras llanas que, con la misma cantidad de dinero, en la divisa o moneda, correspondiente a cada país, se debe de adquirir la misma mercancía. Es decir que, si en México podemos comprar cierto artículo, como un lápiz por un monto de 17 pesos, al cambiar esa misma cantidad de pesos a dólares deberíamos de poder adquirir un lápiz casi idéntico en Estados Unidos.

Es cierto que el tipo de negocio de la cadena McDonald´s es un ejemplo estrella del sistema capitalista, el cual se encuentra casi en todos los países del mundo, y en donde elaboran casi casi siempre los mismos productos, salvo excepciones por cuestiones culturales o religiosas, como en la India, país es el cual las vacas son hasta veneradas.

Cada año, desde 1986, la revista inglesa “The Economist” publica el índice BigMac, el cual, por supuesto hace referencia a la, tal vez, hamburguesa más famosa del mundo, que es elaborada en el restaurante de comida rápida McDonald´s para medir la paridad de poder adquisitivo de distintas economías del mundo. Y así, de manera empírica, saber si existe sobrevaloración o subvaloración de las monedas frente al dólar norteamericano. A pesar de ser un indicador “no científico”, con el paso de los años, esta forma “simpática” de indicador económico se ha convertido en un indicador global, considerado en distintos estudios y tesis económicas.

En diciembre del 2023, fecha más reciente de los datos publicados por “The Economist”, mientras en los Estados Unidos la BigMac tenía un precio de 5.69 dólares, en Taiwán el precio por la misma hamburguesa es de 2.39, lo que significa que la moneda taiwanés está subvalorada en 57.6%, siendo la divisa con mayor subvaloración, es decir que se le está otorgando un valor menor a esa moneda asiática respecto al dólar. En el lado opuesto, con la moneda más sobrevalorada, está Uruguay, donde el precio en dólares por la misma hamburguesa es de 7.04 dólares, señalando así que el peso uruguayo está sobrevalorado en un 50.8%, la sobrevaloración de una moneda se presenta cuando a esa moneda se le da un valor mayor al real.

La subvaloración de una moneda ocasiona, sin considerar otros factores, el aumento en la competitividad internacional pues los precios son más bajos. Mientras que la sobrevaloración de una moneda ocasiona la perdida de competitividad debido a que los precios y salarios son más altos, al estar inflados. 

En nuestro país la BigMac tiene un precio en dólares de 5.19, lo que significa que el peso se encuentra sobrevalorado en 8.78 por ciento frente al dólar.

Es cierto que los precios en distintas economías podrán ser idénticos en ocasiones esporádicas o en situaciones especiales, sin embargo, la teoría del poder de paridad adquisitivo es una herramienta para poder medir la competitividad de distintas economías y el nivel de vida de sus integrantes.

McDonald´s anunció que en breve la receta de la BigMac tendrá 50 ajustes o cambios, y por supuesto que el índice BigMac no tendrá que cambiar debido a la simple razón que las hamburguesas serán casi idénticas en la inmesa mayoría de los McDonald´s. Y a usted ¿le gusta la BigMac? A mí sí.

Sin chimeneas

Francisco Tobías

Un sector importante en la economía mexicana es el turismo, que genera empleos, inversiones, ingresos y desarrollo en el país. Desde hace décadas nuestro país ha destacado en el mundo por ser un destino turístico, gracias a sus distintas atracciones naturales, artificiales, sociales, deportivas, gastronómicas y culturales.

La generación de empleos en el turismo mexicano tiene un crecimiento constante, por ejemplo, en el 2017 se tenían 4 millones de empleos, para llegar a 4 millones y medio a principios del 2020 justo al inicio de la pandemia del Covid19. Un año después a principios del 2021 se tocó fondo en la cantidad de empleos generados por el turismo contando con 3 millones 700 mil trabajadores, a partir de ese año la generación de empleos en este sector fue aumentado hasta llegar a casi 5 millones de trabajadores a finales del 2023.

La inversión extranjera directa, es decir dinero que llegó del extranjero para ser invertido en infraestructura, empleos, adquisición de equipo y materiales, tierras y más, fue en el 2022 por un monto de casi 3,500 millones de dólares en nuestro país.

En la ciencia económica, tan llena de indicadores existe uno llamado PIB turístico el cual se refiere a todo los servicios, mercancías y actividades finales que se generan en el turismo en un determinado tiempo. En el 2022 el PIB turístico mexicano ascendió a más de 2 billones y medio que fue equivalente al 8.5% del PIB total mexicano.

El turismo además de generar empleos es un detonante en otros sectores de la economía, ya que el estado o bien los inversionistas privados tendrán que realizar inversiones colaterales como por ejemplo autopistas o aeropuertos que además de facilitar el turismo, generan empleos y desarrollo.

Para que el sector del turismo, conocido como la industria sin chimeneas, siga creciendo se necesitan políticas públicas que incentiven la inversión, acciones de gobierno que den seguridad a los habitantes del país y al turismo, se requieren inversiones en infraestructura aeroportuaria, carreteras y marítima. A la par de inversiones en capacitación a los trabajadores del sector turístico.

Es importante señalar que un papel fundamental del turismo en nuestro país es el turismo local, que se refiere a viajes a lugares cercanos de nuestro lugar de residencia.

Además de como lo dice el adagio “viajar enseña más que la universidad” pues bien viajar también es para hacer economía.

Super Bowl

Francisco Tobías

Definitivamente el Super Bowl es un evento que va más allá de lo deportivo, incluso para quienes somos fanáticos del deporte de las tacleadas, ese día no únicamente se trata de football, se trata de convivencia, comida, apuestas, bebidas, de aguacates y por ende hasta de economía. Por supuesto que disfrutar un juego de football, por si mismo, es economía pues satisface la necesidad del entretenimiento y diversión, sin embargo, la final de la NFL tiene efectos positivos en la economía y no sólo en la de los Estados Unidos.

El Super Bowl ocasionó una derrama económica en los Estados Unidos por 17 mil millones de dólares, wooow, en un sólo fin de semana. 1 de cada 3 de nuestros vecinos del norte organizaron alguna convivencia para ver el juego del super domingo, donde por cierto consumieron 130 toneladas de aguacate mexicano, cantidad con la cual se podrían llenar 30 millones de cascos de football, por supuesto ocasionando que por lo menos el sector aguacatero de nuestro país obtenga ganancias. 

En Las Vegas, cede del Super Bowl LVIII, y casa de los Raiders, la derrama de dinero se disparó hasta los mil millones de dólares. Sin considerar las apuestas las cuales fueron de 23 mil millones de dólares.

Un dato llamativo, de los Super Bowls, es que cada año las grandes empresas pagan cada vez más por anunciarse durante 30 segundos en la televisión norteamericana para este año cada una desembolsó 7 millones de dólares.

Una derrama total de 40 mil millones de dólares dejó el Super Bowl, monto que equivale a más de la mitad del PIB del país, ubicado en el océano pacifico, Tuvalu.

Los mexicanos también gastamos una buena parte de nuestros ingresos para disfrutar el Super Bowl, pues se calculó que en promedio consumimos $8,700 en restaurantes y bares viendo el juego entre los Jefes de Kansas, que por cierto su estadio no esta ubicado en el estado de Kansas, y los 49ers de San Francisco. Sólo para la CdMx la derrama fue cerca de 6 mil millones de pesos.

Esto es un círculo virtuoso, que transciende más allá del país donde se realiza la actividad deportiva – comercial, esto es un ejemplo en el cual todos salimos ganando, el famoso “win – win”, esto es economía, donde no sólo hay dinero de por medio sino existe lo más importante y es el objetivo del estudio de la ciencia económica, la satisfacción de necesidades.

Pareciera que las palabras del legendario Coach Vince Lombardi tienen una trascendencia hasta en la economía al asegurar: “Ganar no es lo más importante, es lo único”. Aunque lo único triste es que hasta septiembre volveremos a tener NFL.

El gran Gatsby

Francisco Tobías

En 1925 el escritor norteamericano F. Scott Fitzgerald escribió una novela llamada “El gran Gatsby” la cual narra la historia de Jay Gatsby quien viven en la ciudad, ficticia, de West Egg en la real Long Island de los Estados Unidos. La novela describe la manera en que Gatsby va convirtiéndose de contrabandista en la parte sur de la isla a un hombre de negocios respetable en el norte de la misma isla.

En el 2012 los asesores económicos de la Casa Blanca desarrollaron una gráfica llamada “La curva del gran Gatsby”, en la cual se muestra la relación, siempre positiva o directa, entre la desigualdad social y la movilidad económica.

Por medio de esta herramienta económica es posible observar, analizar y tomar decisiones para reducir la desigualdad social futura, pues mediante la curva del gran Gatsby se descubrió una relación entre los ingresos de los padres e hijos y su movilidad social, es decir progreso económico. Observándose que en las economías donde existe una mayor desigualdad, los hijos recibirán muy poco o nada de los ingresos de sus padres mientras que las economías donde existe mayor igualdad hay muchas mayores probabilidades que los hijos se beneficien de las ganancias de sus padres.

Los habitantes de países con mayor igualdad como Suiza, Alemania, Dinamarca, Finlandia y Suecia tienen una mayor movilidad social, es decir que pueden escalar en sus clases sociales. Por su lado países en vías de desarrollo, donde la desigualdad social es mayor, como Chile o México la movilidad social es baja. Incluso la OCDE ha señalado que nuestro país tiene una menor movilidad que la mayoría de las economías de América Latina.

Lo interesante es saber que podemos hacer como integrantes de una economía para lograr una mayor movilidad social y reducir la brecha entre ricos y pobres. Por un lado, se requieren políticas públicas de desarrollo, que permitan el acceso a educación de calidad en sus distintos niveles, un sistema de salud eficiente, que los ingresos no sólo aumenten, sino que sean suficientes para satisfacer las necesidades de las familias, además hoy en día se requiere de la inclusión tanto laboral como financiera y digital. Pero no todo es tarea de la autoridad, la parte más importante para lograr la movilidad social es la adquisición de conocimientos, el desarrollo de habilidades, el aprendizaje del uso de la tecnología, el emprendimiento y la constante capacitación. Para de esa manera aprovechar las oportunidades que nos brinda la sociedad, el mercado y la economía para dejar atrás el rezago social.

“La educación es un acto de dignidad social”, pues esta suscita desarrollo y progreso por tanto movilidad Social. Y usted, ¿ya leyó al gran Gatsby?

En la curva de Gatsby intentó ver qué correlación existe entre la movilidad entre generaciones (el progreso social) y la desigualdad económica de cada país. Descubrió el vínculo que existe entre los ingresos de los hijos y lo que ganaron sus padres. Cuanto mayor es la igualdad de una sociedad será más probable que los hijos se beneficien de lo que ganaron sus padres. Y, en sentido opuesto, cuando es más desigual (concentración de la riqueza y extrema pobreza) los hijos recibirán menos o nada de lo que ganaron sus padres.

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