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¿Con cuál Viernes te quedas?

Arcelia Ayup Silveti

Michel Tournier nació en París en 1924. Viernes o los limbos del Pacífico, es su primera novela con la cual se hizo acreedor al Grand Prix du Roman de la Academia Francesa. Seguro identificas al personaje de Viernes, en la novela de Daniel Defoe, llamada Robinson Crusoe, historia que también realizazon en la pantalla grande. Además, gracias al contexto literario de esta obra logró un reconocimiento internacional. En esta obra su autor intenta entender la conducta humana fuera de un entorno de civilización tradicional.

Él ha sido también ensayista, crítico literario,  periodista y sin duda una de las plumas prodigiosas de su país. Con esta novela  obtuvo el Grand Prix du Roman de la Academia Francesa y también fue acreedor al Premio Goncourt en 1970  gracias a su novela El rey de los Alisos y en 1993 ganó la Medalla Goethe. Como dato curioso, vivió cuarenta años en una casa parroquial del valle de Chevreuse, en las afueras de París.

En Viernes o los limbos del Pacífico, el autor reconstruye la historia de Robinson Crusoe, de Daniel Defoe. Ésta última logró ser un icónico mito sobre el que se ha reflexionado infinidad de veces en la historia de la literatura.

Tournier enaltece a Viernes y muestra ese especial encuentro entre dos civilizaciones que se ven unidas sin remedio y que logran compaginar sus abismales diferencias culturales y sociales. A diferencia de la novela de Defoe, el Viernes que nos muestra Tournier deja de ser un esclavo. Se convierte en individuo con las mismas condiciones que Robinson, es un compañero, hermano y  amigo. Viernes al mismo tiempo, descubre en esta nueva coyuntura a un Robinson diferente, con varias perspectivas de la vida salvaje.

Viernes, ese araucano que Robinson salvó de ser sacrificado, es un ser salvaje, un bárbaro ante los ojos modernos. Pero en realidad es un ser con grandes atributos como el sentido común y su destreza con la flecha. Tiene además la sabiduría de vivir al momento. Es alegre, disfruta del juego, la música, el baile y la risa.

En la primera novela, deseaba de manera ferviente la idea de regresar a su país, de volver a ser el nombre que fue dentro de la civilización que tenía en su mente y que de cierta manera lo traspasó a la isla. El coprotagonista un día sin más, ve llegar un barco que los puede transportar a la civilización, a su natal Londres. ¿Cuántas preguntas y emociones pasarían por su piel? No contaré lo que Robinson decide hacer, después de esperar veintiocho años ese momento. También decidirán con cuál Viernes te quedas.

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Mensaje a los de mi barrio

Arcelia Ayup Silveti

Jueves 5 de octubre de 2023, 15:15 horas. Llego directo a comer a mi casa porque tengo una cita a las cuatro de la tarde. Se escucha un fuerte estruendo y se va la luz. Recibo ayuda de la señora que me hace favor de apoyarme en casa para poner manual la cochera eléctrica y sacar mi carro. Estoy segura que a mi regreso ya tendré el servicio de nuevo, pero no es así.

            17:35 timbro si ningún resultado. Saco las llaves que pocas veces uso y después de unos minutos logro entrar. Quiero preparar un té cuando recuerdo que no puedo usar la estufa en el microondas. Tomo el plato de mi perrita Camila para servirle agua fresca y tampoco hay. Pienso escribir mi artículo en un sitio iluminado y para mi sorpresa no tiene carga mi computadora. Recurro a mi celular como elemento de salvación y me respaldo en él con su diez por ciento de energía. Me gusta escuchar música mientras escribo, busco algo en aplicaciones y de nuevo me cae el 20 que no tengo internet.

Lo anterior me permite escuchar el suave golpeteo de las hojas de la palma vecina y los pájaros que revolotean en ella. A poca distancia se escuchan el alegre canto de otros pájaros. Mientras siento un aire fresco pienso sobre qué escribiré para mi publicación sabatina. Es una tarde diferente para los laguneros, quienes nos sentimos extraños después de una lluvia.

Estoy segura que te ha pasado algo similar cuando se va la luz, en especial si tienes el tiempo contado para realizar alguna actividad o reunión para lo cual necesitas algún artefacto eléctrico. Quizá hayas tenido alguna comida y te hayas paralizado en continuar su preparación, pero te las ingeniaste para salir adelante.

18:00 horas saco libreta y pluma para escribir a mano, mientras me convenzo que este es el mejor método para el ejercicio de escritura. Me lleva mucho más tiempo de lo habitual, pero no me importa porque estoy muy a gusto acompañado de mi perra Camila. Todo eso me lleva a pensar que así actuamos ante la vida, es decir que sacamos nuestras mejores herramientas para afrontar las adversidades y las trastocamos en elementos positivos para nosotros mismos y nuestro círculo cercano.

19:00 horas tengo sed, voy por agua la cocina y en automático prendo la luz: está de vuelta. Quizá nos mandó este mensaje a los de mi barrio: regala tu ausencia a quien no valore tu presencia.

           

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Fortaleza y resilencia

Arcelia Ayup Silveti

Agradecida con mis lectores quienes me pidieron abordar el tema de la soledad según los estoicos. El tiempo avanza y con él las visiones, prácticas e ideologías. Recuerdo que cuando era niña se referían a una persona que vivía sola como amargada o conflictiva. Comentaban que algo malo debía tener, además del carácter, si no tenía capacidad de conseguir compañía. No era bien vista e inspiraba compasión.

Con el paso de los años este concepto ha cambiado. Ahora, mucha gente desde que estudia en la universidad o empieza a trabajar, decide independizarse y vivir sola de alquiler. Lleva una vida responsable, ha encontrado una serie de ventajas y una oportunidad de desarrollo personal y de fortaleza interior.

Algunos principios de la filosofía estoica respecto a la soledad parten de que la felicidad depende de nuestros pensamientos, no de las circunstancias en las cuales vivimos. Esta filosofía de ética personal data del siglo III a. C y basa su sistema lógico y sus puntos de vista sobre el mundo. Te incita a encontrar tu fuente de felicidad interna de acuerdo a tu propia actitud y perspectiva, sin basarla en otras personas o en sus opiniones. La virtud y la autodisciplina son básicas para vivir feliz en soledad según los estoicos. 

Esta filosofía sostiene que nosotros controlamos nuestros pensamientos y no a la inversa. De ahí puedes decidir si tomas la soledad como algo positivo o negativo. Yo adhiero que los grandes artistas de cualquier disciplina realizan a solas sus creaciones más excelsas. No imagino en su momento a David Alfaro Siqueiros o a Rosario Castellanos, rodeados de gente y ruido pintando o escribiendo. Las mejores ideas se generan después de una dolorosa expriencia, cuando te habitas, conectas con tu yo interior y difrutas tu entorno sin distracciones.

Los estoicos recomiendan usar nuestro tiempo en actividades que nos encanten e incursionar en nuevas habilidades, proyectos o pasatiempos. También aconsejan realizar ejercicio físico ya con éste el cuerpo libera neuroquímicos que mejoran el estado de ánimo puesto que son antidepresivos naturales y gratuitos.

Esta corriente también invita a usar el tiempo para conocerte mejor, para disfrutar en soledad y silencio, también a practicar la autodisciplina para desarrollar la fortaleza y la resiliencia. Gracias a los estoicos se ha desdibujado la idea de soledad que tenía cuando era niña. Espero que también cambie tu visión.

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Cincuenta y siete

Arcelia Ayup Silveti

Despierta la mañana del 26 de septiembre con otro día igual al de hace cincuenta y siete años. Con dignidad digo mi edad porque cada momento y experiencia representan un amasijo de lo que soy ahora, no puedo avergonzarme de haber gateado, caerme de la bici o reprobar algún examen. Ha dejado de importarme la suma de las horas, los surcos en el rostro, la debilidad visual y la certeza de la vida. Aprendí a escuchar, a leer la mirada y los gestos de quien me habla. Tardé tiempo en recuperar a mi niña interior, esa flaquita inquieta llena de energía, bromas y sueños.

            He tenido la fortuna de conocer gente extraordinaria, algunos forman parte de mi familia y amigos y me deleitan con su compañía, sus historias y su cobijo para las tardes nubladas. No necesitan decirme qué vereda debo tomar, me basta con que me escuchen y tener la convicción de tenernos mutuamente. Puedo pasar hablando con ellos largo tiempo de nuestras vidas o temas simples.

            Estoy en paz con lo que cuento y con lo que no. Algunas caídas me acercaron a la paciencia y tolerancia; a soltar el mando, a aprender a fluir y alejarme del perfeccionismo. Supe que es muy sano no tener expectativas de los demás sino mantenerte expectante. Que no todo tiene etiqueta, respuesta o explicación, que los hechos son como son, y que lo importante es lo que interpretemos y aprendamos de ellos.

            Las pérdidas y crisis han sido significativos aprendizajes y algunos grandes regalos. Me mantengo cerca de quien tiene la misma vibración que yo. Valoro mi tiempo, mi energía y pondero mi paz sobre cualquier otro elemento. He aprendido que la energía fluye como el agua de un río y en las tempestades tiende a desbordarse y sin importar lo que demore, genero el equilibrio de mi estado emocional cuantas veces sea necesario.

No tengo interés en quedar bien con nadie ni en estar acompañada en reuniones para evadirme. Acudo sólo a donde me place. Prefiero los silencios para crear, disfrutar y realizar todo aquello que me encanta para habitarme. Tengo la firme convicción de que observar lo cotidiano es una forma de conectar.

Práctico la limpieza mental al alejarme de redes sociales, no atender mi celular todo el tiempo, tampoco presto atención a las opiniones de otros ni a las tendencias. Tengo claro que no soy mi cuerpo, mis pensamientos, mis pesares o mis sueños. Tampoco soy mis cincuenta y siete.

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Cincuenta y tres principios

Arcelia Ayup Silveti

Alguno de mis amigos estudiosos me han compartido premisas del filósofo estoico Epicteto. 

Me ha llamado mucho la atención saber que Epicteto no dejó nada por escrito y fue su alumno Arriano quien escribió el libro Manual de Epicteto en el año 108 d. C. 

Se trata de una recopilación de conferencias del griego de la corriente filosófica llamada estoicismo nuevo o estoicismo romano. 

Una de las características principales de ley estoicismo es la ética, la virtud y la naturaleza humana.

Epicteto invita con este manual a predicar con el ejemplo, a que hablen nuestras acciones por nosotros, a lograr la paz interior, tenerla como prioridad para conducirnos a una vida feliz y plena. 

La máxima que me parece más poderosa es aceptar todo aquello que no podemos controlar, asumir estos hechos y en cambio enfocarnos lo que sí está a nuestro alcance accionar y modificar.

Epicteto afirma que la libertad es una meta digna de la vida. Que la victoria se obtiene cuando ignoramos lo que está fuera de nuestro alcance real. 

Expone que todos los acontecimientos son neutrales, no son ni buenos ni malos, tampoco tienen capacidad de dañarnos y que es la interpretación que le damos a los hechos lo que lo que nos puede o no lastimar. 

Es decir, dos personas pueden vivir la misma situación de pérdida de un ser querido, una la toma con naturalidad y aceptación, mientras que para otra le representa el fin del mundo. Dos acciones diametralmente opuestas ante el mismo dolor.

A pesar de la distancia y del tiempo en que fue escrito este manual, sigue vigente. 

Entre las recomendaciones que ofrece para tener un crecimiento personal, destaca: ser más sensatos, más justos, más razonables, más serenos, más sinceros y más respetuosos para llegar a ser libres.

De los siguientes puntos de los estoicos algunos coinciden con la práctica de famoso minimalismo: la importancia de la razón y la lógica; la necesidad de vivir de acuerdo con la naturaleza, usar artículos que no hayan dañado animales o el medio ambiente; la importancia de la virtud, la moralidad, de la auto-reflexión y el auto-examen. 

Estos son sólo algunos de los cincuenta y tres principios que estudió este gran estoico.

 

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https://www.milenio.com/opinion/arcelia-ayup-silveti/de-raices-horizontes/cincuenta-y-tres-principios

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