En los regímenes capitalistas los medios de información están en poder de los grupos poderosos, económicamente hablando. La industria de la noticia es una de las más productivas. Y cuando los medios de contacto con las masas pertenecen a los grupos oligárquicos se convierten, no en instrumentos de información, sino en instrumentos de deformación de los intereses populares. Así respondió Salvador Allende a Julio Scherer en la famosa entrevista de 1970, en Santiago de Chile.
Vamos a hacer que los propios periodistas dignifiquen su profesión, pudiendo opinar, pudiendo ser responsables y respetados ante su propia comunidad y no sometidos a la paga y al empleo. Puede haber cooperativas. Puede haber el derecho a que el representante del sindicato de la empresa escriba, bajo su firma, lo que piensan sus compañeros. Los periodistas, no el gobierno, escogerán su propio camino. El gobierno les dirá lo que pasa, los mantendrá bien informados, continuó diciendo Allende.
Si interviene el gobierno, se acabó la libertad de prensa.