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Semana Santa

Hector A. Gil Müller

La Semana Santa es una celebración religiosa inspirada en el recuerdo del tiempo de la crucifixión. Aunque su inserción al calendario suplió celebraciones romanas inspiradas en los calendarios astronómicos, cada año la semana mayor presenta tiempos de profunda reflexión espiritual. Entre la cuna y la tumba hay muchos de ellos; algunos preceden los desiertos de la vida, otros surgen en los desiertos y otros mas son el resultado de los desiertos. Antes, durante o después de las crisis de la existencia reflexionamos y nos cuestionamos tal y como Cristo lo hizo en la cruz; ¿por qué me has abandonado? Estas fechas, en que la tradición judeocristiana ha marcado como la semana mayor para recordar el sacrificio de Cristo, debemos reflexionar.

Reflexionar significa volver a flexionar, volver a agacharnos para ver las mismas realidades, pero con diferentes ojos. En lo intelectual, reflexionar es volver a mirar con la técnica, la ciencia, los datos. En lo espiritual la reflexión seria inclinarnos para ver los mismos acontecimientos, pero con los ojos de la sabiduría, la madurez, el quebranto. Cuando cambia el enfoque y la motivación de la mirada vemos siempre mas profundo, vemos algo más. De ahí que los judíos sabiamente digan: “las cosas no son como son, son como somos”.  

La crucifixión de Cristo fue un episodio político, la gente se conglomeró para decidir, la presión social motivo a Pilato a lavarse las manos y la crítica que rápidamente se esparcía llevó a un castigo injusto pero profetizado. Durante tres horas, las tres primeras del cordero en la cruz, el hombre haría lo peor que pudiese hacer, durante las ultimas tres horas de la cruz, Dios haría lo mejor que pudiese hacer validando el sacrificio por amor a la humanidad. El santo se hacia maldito cargando en él la pena que nos correspondía.

El ser humano busca sentido, no andamos bien ante la incertidumbre, aunque pareciera siempre estar con nosotros. El mundo se construye sobre confianza que sabemos lo que hacemos, aunque la ambigüedad siempre resulta lo mas concreto de la existencia. La culpa, el temor, la herida que duele de la incertidumbre de la nube que oculta la costa, la niebla del tiempo que nos separa de la eternidad se devela con la esperanza. Por eso no es la búsqueda de una respuesta es el atesoramiento de una promesa. ¿no es eso también política? Cuando la promesa se deposita en quien no la merece, sobre los hombros pesa la carga, una carga ajena que aumenta el sacrificio y dolor.

Difícil pensar cuántos sentimientos se agolpaban entre los discípulos que veían colgado en un madero a su rabí; frustración, derrota, ¿Cuántas cosas se agolpaban en corazones con miedo?, pero no era ese el final, solamente separaba la bruma de un par de días antes de la resurrección. Pedro correría ante el Cristo resucitado, los caminantes de Emaús aprenderían de un Jesus resucitado y todos quienes interactuarían con el cordero de gloria serian transformados por la motivación de saber que, aunque nosotros pensemos que es un punto final, para Dios solo es una coma.

En la política la forma es fondo, quien hace política esta en uno de los participantes; quienes crucificaban, quienes juzgaron o quienes sufrieron. Porque así es la política, tan injusta o justa como humana lo es. No hemos cambiado mucho, por eso diremos a Dios apenados que nos haga como nos había soñado. Que sea un buen tiempo de reflexión querido lector.

Las redes atrapan

Hector A. Gil Müller

En esta elección del próximo junio, que será la mas grande en la historia de México, los actores políticos comienzan su conquista ahora en nuevos caminos; los digitales. No existe una legislación que de certeza de lo que debe ocurrir en estos escenarios. Porque aún ni siquiera sabemos quienes participan con certeza. Sabemos, porque lo sufrimos, que la infodemia, infoxicación e infobesidad, se han convertido en palabras reales que expresan los problemas de ahogarse, intoxicarse e infectarse de información en estos tiempos mediante las redes. Las noticias falsas parecen llenar los vacíos que las verdaderas no alcanzan a cubrir.

Las redes sociales, que nacieron como una revolucionaria alternativa de entretenimiento en el marco de las relaciones personales, hoy se han colado en todos y cada uno de las actividades humanas. La poliitica no ha sido la excepción y los perfiles públicos de quienes ostentan la insignia por un puesto de elección popular parecen mostrar la sensibilidad, aplomo y gracia de estos ángeles que se encontraban ocultos hasta que empieza la campaña.  En redes también buscamos lo que conecta, y no lo que informa y cada vez es mas corto el tiempo en que se tolera algo para valuar si conecta o no.

Una falsedad no es una separación entre la vida pública y la vida íntima, eso es entendible, en algunos paises la función pública conlleva una vestimenta especial, los jueces portan más que la toga también una peluca que expresa que quien juzga no es el ciudadano capaz de toparnos en el mercado. Pero resulta que el candidato no tiene más que amor por entregar. No es verdad.

La parte mas oscura de un faro es su propia base, a menos claro que exista una intencionalidad para iluminarla, para protegerla y conservarla en congruencia con su exterior. Así ocurre también en la vida. Tendemos a mostrar quienes no somos, custodiados por unas máscaras que pensamos nos protegerán más que un cubrebocas en tiempos pandémicos.

En los tiempos políticos que empezamos a inundarnos en México la elección parece contrarestar la selección de quienes usan el traje propio de las campañas, un traje humanizado, de total cercanía cuando no lo es. La incongruencia siempre llama a la desconexión.

Debemos ser cautos en la selección de quienes contarán con nuestro voto. La responsabilidad de un voto consiste en que llegado el momento tengamos la habilidad para responder y afirmar que el voto fue bien o mal entregado. No se deje fascinar por la imagen, profundicemos en los dichos, midamos la experiencia, sepamos que el gobernar no son intenciones, son acciones y reacciones que exigen liderazgo, vocación y tambien capacidad. El político debe atender en tres dimensiones, los problemas, las políticas y la política. En tiempos electorales no todo el que se humilla es humilde. Escribió una joya Juan Eugenio Hartzenbusch: La espiga rica en fruto / se inclina a tierra; / la que no tiene grano, / se empina tiesa. /  Es en su porte / modesto el hombre sabio, / y altivo el zote.

Las redes atrapan, por eso se llaman así, y el engaño también mueve a usarlas, con cuidado evaluemos, sensibles decidamos y responsablemente votemos, eso es madurar.

El ambiente no espera

Héctor A. Gil Muller

En el mundo que vivimos la tecnología se ha encargado de volverlo más cómodo pero más inhóspito, parece que las grandes revoluciones han hecho del mundo un lugar humano que está siendo impropio para los seres humanos. Es el mismo mundo en el que tomamos bebidas con saborizante artificial de limón y usamos jabones con autentico jugo de limón. Un mundo en el que tener mucho significa muy poco y tener muy poco significa mucho. Hoy estamos más cerca de los lejanos y más lejos de los cercanos. Pero en este mundo y en este tiempo nos tocó vivir. Solo podemos tener dos vías para hacer; reparar o preparar. O preparamos para el futuro o reparamos para el futuro. 

A finales de febrero el presidente anunció la nacionalización de nuevas centrales eléctricas para la CFE y prometió alcanzar en 7 meses el abastecimiento del 65% de la red nacional. El alcance no es suficiente cuando se trata de implementar nuevas tecnologías en la producción de energía. Energías limpias que si no aseguran el futuro brillante que nos recuerde el pasado que ya disfrutamos representan el esfuerzo de una generación que cumple. Debemos formularnos preguntas importantes sobre el futuro, que no existe en las mismas condiciones por lo que entender que en 50 años la justicia sería en las condiciones actuales sería absurdo. La justicia se adapta a las condiciones y centra a la persona respecto a lo que corresponde. Es importante entender que una justicia sin un contexto solo es un mensaje y no un cumplimiento. El hombre cambia y con ello la medida de las cosas y es el más sincero acto de justicia el mantenimiento de lo que ya disfrutamos para quienes aún no han llegado, eso es futuro. 

Nuestro futuro merece el pasado que ya tuvimos y para eso solo tenemos el presente y las acciones que implementaremos. Reparar y preparar siguen siendo las vías y las pasiones para hacerlo aún no están a la vista. Sembrar por que soñamos aquello que ha de brotar. Entender que hay surcos que se vuelven tumbas si no los continuamos y avanzamos para sembrar. Los gritos solitarios de quienes entienden que el futuro está en esas acciones nos recuerdan que la ciencia describe, la naturaleza demuestra y nuestras vidas descubren como las condiciones cambian. la fuerte onda de calor en pleno invierno contrasta con los impactos atípicos que parecen convertirse en más típicos. En medio de esos elementos la inauguración del gran museo de Chichén Itzá  que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador. Una obra que permite conocer más de la cultura maya y se enclava en medio del ambicioso proyecto de conectar las ciudades Mayas con cientos de kilómetros de redes ferroviarias. Este esfuerzo no debe ser solo un recuento histórico del pasado sino alertarnos que podemos perder el futuro que no está en las urnas está en los vientos, no está en la bolsa está en los árboles, no está en el porvenir y en lo que el mañana nos depare sino en las decisiones del presente. Si no pensamos en el cuidado del ambiente no se tiene fuerza se hace farsa. 

Los demás

Héctor A. Gil Müller

El 8 de marzo, desde hace más de 100 años se conmemora el día internacional de la mujer. Lamentablemente aún se hace en un marco de retroceso y de violencia que se ha incrementado y en el que palidecen las acciones que algunos países han implementado. Cerrar la brecha que separa el progreso y desarrollo entre los hombres y las mujeres tomaría 132 años, esto es 30 años más que el cálculo que se realizó en el 2019 por la UNCTAD, órgano principal de la Organización de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo. En 2024 el día internacional de la mujer se realiza bajo el lema: “Invertir en las mujeres, acelerar el progreso”.  

Difícilmente alcanzaremos la igualdad si no cambiamos el pensamiento, la conducta y nuestra propia actuación ante la brecha. Sentirnos todos parte del problema y asumir toda la responsabilidad, que es la habilidad de responder, por la solución. La lucha de la mujer no debería ser ni lucha ni exclusiva la mujer, debe ser una acción de la humanidad. No es una pugna entre hombres y mujeres sino un aliento a nuestro propio desarrollo. Pero el pensamiento que solo expone a “los demás” nada bueno deja.

Cantaba el genial Alberto Cortez, con su voz que persigue su acento y que nos recuerda que hay música que encierra protestas y otra que las libera: Nunca estamos conformes del quehacer de los demás / y vivimos a solas sin pensar en los demás, / como lobos hambrientos, acechando a los demás, / convencidos que son nuestro alimento, los demás. / Los errores son tiestos que tirar a los demás; / los aciertos son nuestros y jamás de los demás; / cada paso un intento de pisar a los demás, / cada vez más violento es el portazo a los demás. / Las verdades ofenden si las dicen los demás, / las mentiras se venden, cuando compran los demás; / somos jueces mezquinos del valor de los demás, pero no permitimos que nos juzguen los demás.

Que tremenda verdad, los demás existen cuando las cosas van mal. Mientras tanto lo nuestro es lo importante, el tiempo no es mas que mi tiempo. Ahora que estamos entre campañas debemos evaluar quien he hecho por los demás, quien conoce a los demás.

Sigue la sabiduría de García Gallo, mejor conocido como Alberto Cortez en su canción “Los demás”: Y olvidamos que somos, los demás de los demás; / que tenemos el lomo como todos los demás, / que llevamos cuestas, unos menos y otros más, / vanidad y modestia como todos los demás... /  Y olvidando que somos los demás de los demás, / nos hacemos los sordos, cuando llaman los demás / porque son "tonterías" escuchar a los demás, / lo tildamos de "manía" al amor por los demás.

Y se pasa el tiempo, olvidando que somos los demás de los demás, de ahí lo cíclico del asunto, por eso la protesta se vuelve desesperada cuando pierde la esperanza en que el otro entienda. Sería muy diferente el mundo cuando sea la consciencia de los demás. No son las demás quienes protestan, somos todos o solo seremos los demás.

El amor está en el aire

Hector A. Gil Müller

Cantaba John Paul Young en 1977; love is in the air… everywhere I look around… Y llegaba hondo en una generación que recién vivía los ecos del “amor y paz” que expresaba el anhelo de quienes habían visto los estragos de las guerra en sus inicios. El amor como las emociones se han vuelto parte medular del desarrollo social, individual y personal. Pasamos la vida preparando o reparando asuntos del amor. Buscamos sentirnos amados, aunque en ocasiones el sentirnos admirados falsamente pretende suplir el sentirnos amados. Confundimos la admiración y enviciados caemos en pensar que la esencia está en lo que hacemos y no en lo que somos. 

El 14 de febrero se celebra a San Valentín de Roma y su fecha laica el día del amor y de la amistad para, en los orígenes romanos, buscar suplir las lupercalias; una fiesta romana centrada en el amor y la fertilidad. Había rituales en los que se usaban unas cintas de tela remojadas en damiana y se colaban en el vientre de las mujeres aumentando así su fertilidad. Esas cintas se llamaban februas, de ahí el nombre del mes. 

En la política también ha aparecido el amor como un elemento en la ecuación, las alianzas que se sellaban con matrimonios, los contubernios que se fraguaban en la intimidad, el apoyo que se estimaba en quienes apoyaban a los tomadores, por aquello de: “atrás de un gran hombre hay una gran mujer” y que ahora con creces se ha invertido. La política que es el arte de seducir, según decían los estoicos, implica esa emotividad quien se hace el poder también resulta el deseable de la tribu. Algunos han caído por culpa del amor, como Clinton y su desliz o Santa Anna quien fue capturado aprovechando la atracción de “black rose of Texas”, una mulata escultural que sedujo al mandatario. 

En México existen 100.6 millones de personas mayores de 15 años, de ellos el 36.9% son casadas: 33.1% son solteras y 17.8%: viven en unión libre. El 12.2% de la población estuvo en una relación previa (viudez, divorcio o separación). Los mexicanos entre 15 y 29 años, el 72.7% están solteros y en los adultos de 30 a 59 años predominan las personas casadas con un 48.5%, 22.5 % en unión libre. Solamente el 17.9% de ese sector de la población está soltero. 

Actualmente la edad promedio para contraer matrimonio en México son 34.1 años en los hombres y 31.2 años en las mujeres. Por cierto, entre los matrimonios heterosexuales el hombre en un 65.2% de los casos tenia mas edad que la mujer, y en el 11.4 tenían la misma edad. Para casos prácticos el amor se encierra en un contrato legal que hemos llamado matrimonio y que también acaba. En México en 2022 se registraron 166,766 divorcios y el promedio de duración del matrimonio es de 17.7 años. En los últimos años ha sido creciente el aumento de divorcios, México ha pasado de 15.1 divorcios por cada 100 matrimonios en el 2010 a 32.9 divorcios por cada 100 matrimonios en el 2022. Con el tiempo aprende uno que el amor no es intensidad, es profundidad, no es admiración es identificación y no es un día es una vida. Feliz febrero. 

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