Susana Cepeda Islas

En el país se conmemora la Batalla de Chapultepec, donde un grupo de jóvenes cadetes, en un acto heroico, ofrecieron su vida para defender el Castillo de Chapultepec sede del entonces Colegio Militar, del ataque de los Estados Unidos.  Jóvenes que recibieron una educación con formación militar, fundamentada en los valores, el patriotismo y la lealtad, que dio como fruto el defender con su vida la Patria.

Cuando era pequeña cursaba la primaria en la escuela Mi Patria es Primero, nombre que me marcó profundamente. Nos impartían la materia de Civismo, donde nos enseñaban a comportarnos con respeto hacia las personas y las instituciones. Se resaltaba la importancia de las normas de convivencia pública, esto permitía la formación de ciudadanos que honraban los símbolos patrios.

Recuerdo los lunes, día en que se realizaban los honores a la bandera. Aquellos actos eran especialmente emotivos cuando se conmemoraba alguna fecha histórica. Dejó una huella en mí ver entrar con gallardía a los militares junto con los instrumentos de su banda de guerra, bien uniformados, con las botas lustradas. Al empezar a tocar, mi corazón se estremecía y latía con gran rapidez, lleno de emoción. Quiero decirles que aún hoy, cuando veo a un militar uniformado siento esa misma admiración. ¡Los veo grandiosos!

Desafortunadamente, en la actualidad la materia de Civismo fue eliminada de los planes de estudio. Las consecuencias de esta decisión las estamos viviendo en estos momentos: nuestros jóvenes no entienden lo que significan el orden y la disciplina. He observado que ya no se emocionan al escuchar nuestro Himno Nacional: existe un enorme desinterés por construir una sociedad justa y una ausencia de practicar los valores como el respeto, la empatía, la solidaridad y honestidad. Ojalá y los niños héroes se conviertan en un ejemplo para las futuras generaciones.

Gracias a lo que aprendí en la escuela, el Ejército Mexicano representa para mí honor, gallardía, orden, valentía, fuerza, el compromiso y disciplina. No cabe la menor duda de que su lema encierra todo eso y especialmente la fidelidad expresada en: Siempre leales. Atentos al servicio de la población, nada los detiene, ni siquiera el sacrificio de su vida, con tal de salvaguardar la paz y la integridad de los mexicanos  

La vida me permitió vincularme con este gran gremio. El abuelo de mi marido fue el general Porfirio Cadena Riojas, quien participó en la Revolución Mexicana y fue gobernador interino del estado de Coahuila por veintiún días en 1920. Es importante resaltar que el ejército mexicano ha tenido un papel fundamental en la construcción de nuestra nación. En la actualidad, entre sus funciones también está colaborar en obras sociales y cívicas, así como apoyar el desarrollo y seguridad del país.

Es importante rescatar los valores cívicos para construir una sociedad justa, democrática, participativa. Esto se logra fomentando en las escuelas la obediencia y el respeto a las reglas, así como propiciar un buen comportamiento con orden. La disciplina es crucial para mantener el respeto y generar compromiso en el cumplimiento de las normas, lo que permite conservar la paz. Sería grandioso volver a incluir la materia de Civismo en la educación por el bien del país.