Susana Cepeda Islas
Desde hace varios años ha rondado en mi cabeza la idea, de si vivir es un arte, lo curioso es que yo no he sido la única persona que se ha cuestionado está incógnita, psicólogos, filósofos, entre otras profesiones, y también varias disciplinas aún lo hacen. Es común que en el mundo que ahora vivimos, estemos empeñados por hacer miles de cosas a la vez, pero ¿Eso es vivir plenamente? La respuesta es un rotundo ¡No!, si lo hacemos de esta manera inevitablemente nos perderemos de la oportunidad de disfrutar cada segundo de nuestra existencia.
Para lograr vivir en plenitud, con una gran dosis de satisfacción es necesario hacernos esta pregunta: ¿Cuál es el propósito de nuestra vida? La pregunta tiene un sinfín de respuestas, pero estoy segura de que no importa cuál sea, nos evitará pasar la vida de forma simple sin apreciar cada momento, recordemos que la vida se va como un suspiro. Leí un texto sobre Francisco Primo de Verdad y Ramos que fue el iniciador de la libertad novohispana que afirmaba que: "Más vale vivir pocos años con felicidad que muchos años con tristeza." Entonces, tratemos en lo posible de vivir felices.
El arte de vivir lleva consigo el realizar todos los días una serie de prácticas, pero sobre todo de actitudes positivas para lograr un buen estado emocional. Estar dispuestos a aprender a valorar lo que tenemos, ya sea de personas o cosas materiales, a reconocer las pequeñas cosas que nos regala la naturaleza, como el olor de una flor, el canto de los pájaros, el sonido de la lluvia, una puesta de sol, la luna llena alumbrando en la oscuridad. ¿Verdad que poseemos muchas cosas por las cuales, uno debe estar agradecido? Si lo hacemos así, no pensaremos en las cosas que suponemos nos hacen falta para estar satisfechos.
Un gran ejemplo de vida es la de Epicteto, filósofo estoico, griego, que no tuvo una vida fácil se definía así: “Yo Epicteto, fui esclavo, cojo, pobre y grato a los inmortales”. Quien a pesar de las adversidades logró superar todos los obstáculos que se le presentaron, para conocer su filosofía, le recomiendo leer su libro Manual de vida, ahí encontrará una de sus frases célebres que dice: “No son las cosas que nos suceden las que nos perturban, sino lo que pensamos de ellas”, nos enseña que debemos tener el control de nuestras reacciones y pensamientos ante las situaciones que se nos presentan, evitando así dejarnos llevar por las emociones y provocar un caos.
El gran médico psiquiatra y filósofo suizo, Carl Gustav Jung afirmaba que “Todo lo que se resiste persiste” que no es más que simplemente que pensar porque oponemos resistencia o más bien nos aferrarnos a una situación que queremos evitar o cambiar; ésta permanecerá, debemos vivir la experiencia, aceptar que existe y comprender las causas de su manifestación, e inmediatamente pensar en las posibles soluciones, hacer un buen manejo de las emociones, porque la aceptación nos lleva a la transformación y al crecimiento personal.
El arte de vivir es la constante búsqueda de una vida plena, para ello, hay que aceptar qué es lo que no está en nuestras manos cambiar, enfocarnos en cambiar nuestra interpretación de lo que sucede, es una propuesta para darle sentido a nuestra existencia a pesar de las circunstancias, a estar en plena consciencia de nuestros pensamientos, a actuar de acuerdo con nuestros valores en una palabra ser congruentes con nuestros pensamientos, palabras y acciones. Vivir con seriedad el aquí y el ahora.
Querido lector le propongo vivir en plenitud, en gozo, en alegría con las propuestas del Arte de Vivir, tan indispensables en estos momentos de crisis mundial en todos los aspectos. La humanidad nos merecemos mejorar la calidad de vida, tener desarrollo personal, en otras palabras, un bienestar integral. Si se controlan las emociones mejora la claridad mental y la toma de decisiones, permite en situaciones complicadas actuar con calma, tener presentes nuestros valores, el camino no es fácil, pero con disciplina y constancia se logran vencer las dificultades.