Susana Cepeda Islas
Todos los días nos enfrentamos con personas que solo piensan en hacer el mal al prójimo, mostrando una actitud descortés y una gran disposición para actuar con maldad, causando perjuicio a los demás provocando sufrimiento, mediante el daño físico, emocional o moral, entre otros. Actualmente es común escuchar todos los días en la sociedad (el aumento es impresionante) que se practique el engaño, la traición, la crueldad, el fraude y más males, lo desesperante es la presencia de la indiferencia en la mayoría de la población ante el sufrimiento de los demás, se ven estos actos como normales. Martin Luther King comentaba que “En un determinado aspecto, la historia del hombre es el relato de la lucha entre el bien y el mal”. Totalmente cierto.
Observe el comportamiento de las personas, le muestro un ejemplo simple: si va en su auto tranquilo, de repente otro auto intenta meterse en su carril de manera violenta y sin poner alguna señal, a la brava, y cuando no lo logra de los labios del conductor salen una gran cantidad de palabras altisonantes, ofendiendo a todos sus ancestros con una gran carga de violencia, cuando él es quien actúa de manera inconveniente. ¿Verdad que el mal es resultado de la ignorancia y las pasiones destructivas?
Desafortunadamente sufrimos las consecuencias de la maldad en todos los ámbitos de la sociedad, en la oficina, en el gimnasio, en el supermercado, en los centros de estudio, está presente acechando para manifestarse como acostumbra de forma impropia, con el objetivo de destruir y causar daño. Cuando la maldad logra su objetivo, no se percibe en el que la causa, la más mínima preocupación o remordimiento, sino al contrario es una victoria. Entonces ¿Qué podemos hacer para contrarrestar la maldad? Hay un antídoto muy efectivo la bondad.
Para contrarrestar los efectos de la maldad, es necesario comportarnos con bondad, Albert Einstein señalaba “El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad”. Debemos ocuparnos de inclinarnos por hacer el bien, ser generosos, amables y proceder de manera compasiva en la sociedad. El diccionario de la Real Academia Española define la bondad como cualidad de bueno, como la natural inclinación a hacer el bien. La religión católica resalta la importancia de imitar la bondad de Dios, demostrando amor incondicional sobre todo a los que más lo necesitan. La filosofía la define como una cualidad o virtud de hacer el bien, actuar con una actitud benevolente hacia los demás, siempre tener presente que al hacerlo nos comportamos con respeto y empatía, por ello, se le considera como un valor universal, no importan la cultura, las tradiciones, es válido para todos los seres humanos.
Thomas Hobbes en el libro el Leviatán, afirmaba que el hombre era malo por naturaleza, debido a que el hombre busca su propio interés, una postura contraria fue la de Jean-Jacques Rousseau que afirmaba lo contrario que el hombre es bueno por naturaleza, pero se hace malo a causa de las instituciones sociales. Considero que ambas posturas son válidas, pero de algo si estoy segura, debemos provocar la sinergia (la cooperación y el trabajo en conjunto) para contagiar a este mundo con el valor de la bondad. Reflexione esta idea: si trabajamos juntos lograremos transformar este mundo invadido por la violencia, logrando lo que aparentemente es imposible: que las acciones negativas se reduzcan considerablemente, de manera que, cuando algún miembro de la sociedad cometa un acto de maldad sea juzgado severamente y así evitar su propagación.
La bondad tiene poder porque al practicarla proporciona una gran cantidad de beneficios, tanto para el que la practica, como para el que la recibe. Varias organizaciones han realizado estudios sobre el tema y han arrojado excelentes resultados, al ejercerla es indudable que mejora el bienestar personal y físico, se siente alegría de vivir en cualquier tipo de circunstancia que se presente, se reduce el estrés, se comprenden las situaciones por las que pasan las personas vulnerables, y lo mejor es que promueve la conexión inmediata con los demás al actuar con empatía y servicio, por ello, hay que trabajar en difundirla en la sociedad.