Susana Cepeda Islas

Las ideas surgen cuando nos interesa un objeto, en ese momento la mente hace una representación, una imagen o impresiones sensoriales, que poco a poco a medida que va tomando claridad, lo transformamos en ya sea un concepto, una opinión o un juicio.  Algunas personas construimos ideas, buscamos representarlas, sentimos el placer de escribir, símbolos que los personificamos en trazos formados por letras, en signos que en su unión se convierten en significado y significante.

Es una hazaña descubrir lo maravilloso que es tomar la aguja para bordar las palabras, hacerlo con suavidad, con cuidado, con paciencia, combinar y darles vida. Es como si las estuvieras hilando, sobre una hoja en blanco que espera que le des existencia. Escribir es como desenredar la madeja de los pensamientos. Tomo el hilo para darles claridad, forma. Con libertad entretejo ideas, pensamientos, deseos, tormentos y angustias. Me desprendo de la pesada maleta que llevo a cuestas y siento una hermosa sensación de libertad.

Escribir representa un gran compromiso, estudiosos del tema opinan que al escribir se debe poner atención, y cuidar el tener empatía, valorar a los lectores,  el propósito debe ser claro para no perderte en el camino; al expresar tus pensamientos deben estar organizados, que se entiendan con facilidad, es necesaria la precisión en cada palabra, que ellas representen lo que se desea expresar, ser breve para tener resonancia en los lectores, lograr la integridad y la creatividad, y finalmente escribir con ética.

Grandes escritores han manifestado que significa para ellos escribir, por ejemplo, para Octavio Paz escribir es una herramienta para explorar el mundo interior, un proceso de diálogo con el lenguaje, con el mundo, el lector y consigo mismo. Rosario Castellanos opinaba que escribir es mucho más que una actividad, era una necesidad vital y un acto político y que la palabra puede ser un refugio una trinchera. Para el gran Borges escribir es un modo de soñar, y uno tiene que tratar de soñar sinceramente.  Virginia Woolf expresaba que una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir. Cada escritor habla desde su sentir, de sus experiencias.

Escribir es un arte, porque se crean verdaderas obras con los pensamientos, porque hay belleza en la expresión, se utiliza el lenguaje creativamente, se manifiesta de una manera artística las ideas, emociones y experiencias, todo esto es producto de la imaginación, un elemento fundamental. Con el tiempo sale a la luz nuestro mundo interior para cobrar vida en el exterior. Como todas las nuevas actividades que se desean iniciar, se dificultan porque se desconoce el proceso, por ello, la disciplina es un gran pilar, lo que significa que se debe hacer diariamente, practicar constantemente para lograr a partir de la repetición desarrollar la habilidad, recordemos que como dice el refrán “la práctica hace al maestro”.

Recuerdo que cuando me decidí a escribir para otros, al hacerlo sentía en mí miedo, se paralizaba la creatividad, es una sensación nada agradable, no fluyen las ideas, me quedaba largo tiempo viendo la hoja en blanco, sin embargo, poco a poco con el paso del tiempo fui ganando confianza, hasta que un día descubrí que escribir no es tan complicado como pensaba, siempre tenemos algo que contar. He tenido grandes satisfacciones, provocan que mi alma se eleve al infinito, gracias a los agradables comentarios de mis lectores.

Mi recomendación querido lector es que alguna vez intente escribir, porque realizarlo es una acción que ayuda a desbloquear, expulsar, a entender las emociones que nos atormentan o nos alegran, al hacerlo nos da claridad en las situaciones por las que estemos pasando, es dar vida a los recuerdos, a las personas, a los eventos. Hay un abanico de opciones para escribir, podemos hacerlo para nosotros o para otros; escribir en un diario, contar historias. Solo reflexione que, al expresar nuestro punto de vista, nos da la oportunidad de sentirnos aliviados, sin cargas, es increíble dejar volar la imaginación, sentirse libre.