Susana Cepeda Islas

Tuve la fortuna de ser invitada a presentar el libro de la escritora Sofía Segovia, “De lector a Escritor” en la Feria Internacional del Libro Coahuila 2025. Es una escritora talentosa, mexicana, de la vecina ciudad de Monterrey, ha escrito los siguientes textos: Noche de Huracán (2010), El murmullo de las abejas (2015), Huracán (2016) y Peregrinos (2019). El murmullo de las abejas se ha traducido a 22 idiomas siendo todo un éxito.

Al abrir el libro, recordé que siempre que entro a una librería, para mi representa un momento mágico, es lo mismo que me pasaba en mi infancia, cuando mis padres (que no era frecuente) me llevaban a la juguetería ARA en la Cd. de México, al entrar al lugar me iba corriendo, directo a ver las muñecas de Lilí Ledy, en un instante me quedaba sin aliento, había una gran cantidad de ellas que no sabía cuál de todas escoger. Exactamente tengo la misma emoción en las librerías al observar los estantes, donde me espera un libro para ser rescatado de ese lugar, son esas mismas emociones que sentimos los lectores. Debido a esto la propuesta que nos hace Sofía de pasar de ser lectores a escritores, me entusiasmó, una vez que tuve el libro en mis manos, observé detalladamente la cubierta, ya que tiene la función de reflejar su contenido. La portada es blanca, en el extremo derecho se encuentran unas apetitosas naranjas que se antojan, y descansando plácidamente sobre una letra del título esta una abejita, que te avisa que la autora escribió “El murmullo de las abejas”. Te atraen los colores naranja y verde. La portada cumple su objetivo, es atrayente y te invita a abrirlo.

¿Qué ofrecen sus líneas?  Es una invitación a dar el difícil y complicado paso de ser lector para convertirse en escritor. Lamentablemente una buena parte de los buenos lectores no se atreven a dar ese paso, si revisamos la historia encontraremos que grandes protagonistas no escribieron como: Gengis Kan; Confucio; Buda; Jesús; Gandhi; Sócrates; Epicteto por mencionar a algunos, lo que conocemos de ellos es a través de lo que interpretaron sus discípulos, imaginen si a ellos les hubiera interesado dejar su pensamiento por escrito, de verdad que su obra sería inigualable a lo que nos comentaron sus seguidores.  De ahí radica la importancia de este libro, porque cumple eficazmente con los requisitos para ser un Manual, el lector encontrará: información sistematizada, detallada, ordenada, le llevará de la mano para lograr el cometido: ser un escritor.

Sofía te ofrece (cita) “Que este libro te sirva como uno de tus recursos para iluminar tu camino. Y bueno ¿Qué esperas? Dale la vuelta a la página. Empieza a tejer tu magia”. Como ven su primera recomendación es sencilla: ¡atrévete! siéntate y escribe. Supera el bloqueo de ver la hoja en blanco, con un simple antídoto: la alegría. Sofía le plantea al lector las siguientes preguntas: ¿Cómo se empieza? ¿Cuál es la fórmula para contarla bien? ¿Cuál es el secreto para llegar al punto final? Para poder dar respuesta a estas preguntas te recomienda después de leer su libro, entrar a un taller de escritura y cita a Margaret Atwood “Los talleres de escritura creativa son como un campo de entrenamiento para tu imaginación. Te empujan a ir más allá y profundizar más”. Les recuerdo que afortunadamente Sofía es vecina de Saltillo, así que estén atentos, si es su interés para inscribirse en sus cursos, ¿se imaginan el resultado?

La autora te advierte que una de las partes sustanciales para elaborar un libro son los personajes, porque es “tu oportunidad de vivir -y hacer vivir- otras vidas”. Hace poco leí en Facebook que “de todas las mentiras leer es la más bonita”, y es verdad para que los personajes funcionen ya sea en ficción o no, deben despertar emociones en el lector, se pueden crear héroes o villanos, y nunca se debe olvidar que “para un gran protagonista, un gran antagonista”. Esto depende de cómo se desarrolle la lucha entre ellos, así se mantendrá la atención y el interés del lector.

El libro inicia con una invitación de Toni Morrison: “Si hay un libro que quieres leer, pero aún no está escrito, entonces debes escribirlo” y finaliza con otra gran frase de Robert Frosi: “Si no hay lágrimas en el escritor, no hay lágrimas en el lector. Si no hay sorpresa en el escritor, no hay sorpresa en el lector”. Si al terminar de leer el libro aún no se le despierta el deseo querido lector de pasar de ser lector a escritor, no importa porque obtendrá la habilidad para realizar una buena lectura, por ello, le recomiendo que obtenga el libro y disfrute de su lectura.