Haidé Serrano

Los derechos en materia de salud sexual y reproductiva de las mujeres han estado limitados por las sociedades machistas. Ha sido gracias a las feministas y colectivas a favor de la despenalización del aborto que se han ido modificando las leyes para respetar las decisiones de las mujeres sobre sus cuerpos. Son mujeres organizadas a través de la sociedad civil que han presionado a los órganos legislativos; también están las personas legisladoras que han abrazado las luchas para que se respeten los derechos de las mujeres. Este 26 de octubre quedará en la historia de Quintana Roo como el día en que se reconoce el derecho pleno de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.

La XVII Legislatura dio a conocer esta mañana a través de un comunicado que “el Pleno del Congreso aprobó en lo general y en lo particular con 19 votos a favor y 3 en contra, reformas al Código Penal en materia de derechos sexuales y reproductivos de la mujer, mediante las cuales se considerará aborto a la interrupción del embarazo después de la décima segunda semana de gestación.

“Se trata de una iniciativa de decreto por la que se reforman los artículos 92, 93, 94, 95 y 97, en sus fracciones II, III y IV; se adiciona un párrafo segundo y un tercero al artículo 92; y se deroga el artículo 96, todos del Código Penal para el Estado de Libre y Soberano de Quintana Roo; presentada por los integrantes del grupo legislativo de Morena…”.

Las y los diputadxs de las anteriores legislaturas estaban en deuda con las mujeres de Quintana Roo, pues desde el 7 de septiembre de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación había declarado la inconstitucionalidad de las leyes locales.

Este paso es una victoria de una de las principales luchas feministas, que deja en evidencia cómo los grupos anti derechos, el Estado machista y patriarcal, así como las diversas iglesias, principalmente la católica, han controlado y limitado los derechos de las mujeres por cientos de años.

Es una conquista que debe cuidarse porque los grupos anti derechos se manifestarán en contra, se reorganizarán para darle marcha atrás, presionarán a l@s legislador@s para cambiar lo avanzado y mantener el control sobre el cuerpo de las mujeres.

Como es el caso de Estados Unidos, donde el 24 de junio del 2022 la Suprema Corte de Justicia dictó la sentencia en el caso Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization (JWHO), que confirmó la prohibición del aborto en Mississippi a las quince semanas de embarazo, anuló la sentencia Roe vs. Wade y puso fin al derecho constitucional de abortar en los Estados Unidos.

“Al anular la sentencia Roe vs. Wade, la Corte Suprema borró un precedente de casi 50 años. Nos arrebataron la posibilidad de tomar nuestras propias decisiones médicas y se la entregaron a los políticos. La decisión de la Corte afecta más a las personas negras, latinas, indígenas y a otras personas que no son blancas: comunidades a las que el racismo sistémico ha bloqueado el acceso a oportunidades y al cuidado médico”, refiere Planned Parenthood. (plannedparenthoodaction.org)

Los derechos de las personas no se negocian. Y los sistemas legales deben garantizar los derechos de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos sin enfrentar consecuencias penales.

En Corto Sin Tanto Rollo

“La interrupción legal del embarazo (ILE) se refiere al aborto voluntario que se realiza en un tiempo menor a las doce semanas de gestación. Dado que esta medida está despenalizada desde el año 2007 en la Ciudad de México y en otras entidades del país, la interrupción legal del embarazo constituye un derecho de las mujeres a decidir de manera libre sobre su cuerpo, maternidad y sexualidad. En la Interrupción legal del embarazo aún queda mucho camino por recorrer en el país, ya que, a las limitaciones de la educación sexual y de los derechos sexuales y reproductivos, se suma la precariedad de las condiciones sanitarias, médicas y culturales que rodean a la interrupción del embarazo en niñas, adolescentes, mujeres indígenas, mujeres migrantes y demás mujeres”. (inmujeres.gob.mx)

 

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@HaideSerrano conduce y produce Feminismos en Corto sin Tanto Rollo, una plataforma sobre feminismo, perspectiva de género, igualdad, derechos humanos y paz. Es autora del libro “Mujeres líderes en la pandemia”. Es licenciada en Comunicación y maestra en Género, Derecho y Proceso Penal.