Rubén Aguilar Valenzuela

Historia

 

El museo se crea en 1992 y se inaugura en 1993, para alojar las piezas encontradas en las excavaciones de los trabajos arqueológicos realizados entre 1989 y 1994 como parte de un proyecto de investigación que se lleva a cabo bajo el patrocinio del biólogo y explorador noruego Thor Heyerdahl, y financiado por el Museo Kon Tiki de Oslo, Noruega.

 

Edificio

Es un edificio moderno de buena arquitectura construido para ser museo. Tiene tres salas.

 

 

Exhibición

La mayor parte de las piezas son de la Cultura Lambayeque (700-1300 d.C.). Esta ciudad-Estado se funda en el 1000 d.C. Después fue habitada por pobladores de la Cultura Chimú y luego de la Cultura Inca.

 

En el centro urbano de la ciudad está el cerro La Raya o Purgatorio. Se desarrolla y extiende de manera particular sobre uno de sus lados. Hay 26 estructuras. En el museo hay una buena maqueta de la ciudad.

 

Dentro de los objetos que se exhiben destacan las joyas halladas en la tumba del Señor de Túcume, descubierta en 1991-1992.

La Sala 3 aloja piezas de la Cultura Chimú y de la Cultura Inca. Hay buena información en paneles. Al final de la sala dos se explica como las comunidades de la región siguen viviendo tradiciones milenarias y el sincretismo religioso entre las culturas indígenas y el cristianismo.

 

Comentario

El recorrido del museo lo hicimos con Cecilia, una guía que contratamos para la visita. Vale la pena tener una guía. Su información aporta y se pueden hacer preguntas. Conoce del tema. Con relación a otros museos que hemos visto en estos días éste muestra menos piezas originales.

 

La colección tiene 8500 objetos de cerámica, textiles, metales, madera, y otros materiales. Solo el 18 por ciento se muestra en las salas de exposición.

 

La arquitectura del edificio es buena. Las dos primeras salas son mejores que la tercera dedicada a los incas. La museografía es buena, pero falta mantenimiento. Cecilia nos dice que no hay presupuesto. Los baños bien y limpios.

 

En diversos textos leí que el museo se plantea en el marco de lo que se conoce como museografía social, que considera los conceptos de Territorio, Patrimonio y Comunidad como ejes fundamentales para su realización.

 

Esto implica el uso de herramientas y estrategias de trabajo comunitario participativo, responsable, interinstitucional y multisectorial, nacional e internacional para intervenir adecuadamente en la conservación del patrimonio cultural y natural, respetando los principios de sostenibilidad considerados por las entidades internacionales vigentes.