Rubén Aguilar Valenzuela

Cuando me volví mortal (Cal y Arena, México, 2019) es un relato de corte autobiográfico de la escritora Carmen Bullosa (Ciudad de México, 1954).

 

El recuerdo del gran terremoto de 1957, cuando se cae el Ángel de la Independencia, en el entonces Distrito Federal, ella solo tiene tres años, y el hecho despierta en la autora una serie de sensaciones y reflexiones.

 

De ese momento Bullosa, que estudió lengua y literaturas hispánicas en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad Nacional Autónoma de México, descubre su vocación de escritora.

 

Dice que "creo que sí fue ahí, en ese temblor, cuando cayó el edificio de Cantinflas y el Ángel se vino abajo, que fui picada por el oficio. Y tuve impresa no sólo mi vocación, sino mi poética, el deber ser de mi narrativa: recuperación y traición del pasado, utilización de la historia aceptada como escenario, fractura de las distancias, exposición en el área pública de lo privado e imposición del tono reservado a la conversación privada en el área pública, y la certeza de que contar historias, fabular, es imprescindible, el único vehículo para llegar y para huir, para comprender y para hacerse más preguntas".

 

En la historia que cuenta, la suya y de su familia, siempre a partir de su memoria, que solo es la suya, hay siempre dos planos, de un lado los hechos, tal como los recuerda, con sensaciones, sentimientos, pero también colores, olores y ruidos, y el propio de la reflexión de lo que ocurrió. Entonces lo íntimo, lo que se vive al interior de la familia de manera estrictamente privada, se hace público al ser comunicado.

 

Pero eso no le quita su carácter de íntimo. Se vive en el espacio del hogar, de la casa de familia y en familia, y no en el espacio público, aunque después se dé a conocer. El socializar la vida privada, con la reflexión que la acompaña, y también con la fabulación que le es propia, no le quita la experiencia de lo que se vivió y tampoco la realidad de lo privado.

 

Bullosa, que recibió el Premio Anna Seghers (1997), de la Academia de las Artes de Berlín, por el conjunto de su obra, en Cuando me volví mortal reflexiona sobre sí y su entono, sobre su historia compartida con su familia, que al escribirse, se vuelve en una forma, tal vez la única, de comprenderse y comprender a los otros, que es hacerlo de uno mismo.

 

La prosa de Bullosa es clara y transparente y fluye de manera ágil. Es literatura. Alguien ha descrito este texto como un "ensayo íntimo". Lo es.

 

Cuando me volví mortal

Carmen Bullosa

Ediciones Cal y Arena

México,2010

pp.149