Rubén Aguilar Valenzuela    

Historia

En su origen es una fundación de la Orden de Frailes Menores (OFM) y entre 1524 y 1529 estuvo a cargo del franciscano Andrés de Olmos.  En 1536, los franciscanos ceden el sitio a la Orden de San Agustín (OSA). El responsable de la nueva edificación es fray Andrés de Mata que inicia en 1539. El conjunto se asienta sobre un basamento prehispánico. En 1560 está ya terminada y la fachada-portada. En 1571 se concluye el convento, pero la iglesia todavía sigue en construcción. En 1580 lo habitaban 24 frailes y de ellos cinco atendían a la población indígena y los otros estudiaban.

 

En 1586, el papa Sixto V otorga al prior de Acolman, fray Diego de Soria, una Bula para hacer las primeras "misas de aguinaldo". Los agustinos establecen la práctica de estas  misas, que se celebran en el atrio de la iglesia, que era una novena del 16 al 24 de diciembre. Al término de la misa se representaban escenas del nacimiento de Jesús. Había festejos con cantos de villancicos, piñatas y fuegos artificiales. Es el origen de la tradición de las Posadas.

 

En el siglo XVII, Acolman pasa a manos del clero secular. Se tiene registro de que tres tormentas provocaron que las aguas del lago de Texcoco y de la Presa del Rey se desbordaran e inundaran el conjunto, dos de ellas en el siglo XVII y la otra en el siglo XVIII, cuando el primer piso quedó cubierto de agua y lodo a una altura de dos metros. En razón de esto en 1772 se abandona de manera definitiva. El clero secular lo ocupa de nueva cuenta a mediados del siglo XIX, a pesar de que se hallaba bajo el lodo. Se abandona de nuevo en 1877.

 

Al inicio de la segunda década del siglo XX, el antropólogo Manuel Gamio realiza una investigación sobre el Valle de Teotihuacan en el Estado de México. Como parte del análisis arqueológico integra el análisis diacrónico de la región. Gamio llama al arquitecto Ignacio Marquina para que registre la arquitectura colonial. En su recorrido "descubre" las ruinas del convento de San Agustín Acolman, entonces cubierto por estratos de sedimentos que alcanzaban hasta 2.15 metros sobre el piso original. Gruesas capas de cal ocultaban las pinturas murales de los claustros, el arco de la capilla abierta estaba cegado y el patio totalmente enterrado. La fachada de la iglesia se conservaba y despertó un gran interés entre los especialistas del arte colonial.

Marquina considera que el conjunto tiene valores históricos y artísticos de gran valor. En ese entonces Acolman fue considerado "único y rarísimo". En 1920, la dirección General de Monumentos Artísticos e Históricos decidió rescatarlo. En 1921 lo convierte en museo. Se exhiben pinturas y esculturas. En 1933 se declara Monumento Histórico. En 1945 se logra quitar todo el lado que lo cubría y se crea la rampa que actualmente existe. A mediados del siglo XX concluyó la gran obra de restauración del conjunto conventual.

 

En 1960 se restauran los murales de la capilla abierta, del claustro mayor y menor. Entre 1992 y 1993 se remodela el refectorio y en 1995 hay una nueva intervención del edificio.   En 2012 inician obras de mantenimiento y adecuación de los espacios.

 

Descripción

 

- Atrio

El atrio es de grandes dimensiones y ahora está en declive del nivel de la calle hacia el conjunto conventual.

  Vista del atrio desde la capilla abierta.

La entrada principal del atrio es un arco de medio punto en medio de la barda que tiene almenas.

La entrada lateral al atrio está al nivel de la calle, pero desde el nivel del atrio está "enterrada". Se ubica en medio de la barda. Tiene dos arcos de medio punto. En la parte superior una ventana que es un arco de medio punto alargado. En los extremos almenas.

Una barda de piedra cerca tres de los cuatro lados del atrio. El otro se cierra con el conjunto conventual. Cada metro y medio tiene una almena de piedra. En medio de estas una estructura piramidal también de piedra.

 

- Cruz atrial

Ahora la cruz atrial está afuera del atrio, al frente de la entrada principal. El basamento es un cubo de mampostería, posiblemente de dimensiones diferentes al que tuvo en siglo XVI. El estilo es tequitqui.

 

Manuel Toussaint, afirma que: "La cruz del convento agustiniano de Acolman presenta un contraste curioso: el dado que sirve de peana a la cruz tiene la imagen de la Virgen en altorrelieve. Es esta imagen de un primitivismo tal, que pudiera creerse que más que una imagen cristiana, es un ídolo; la cruz, en cambio, está cubierta de relieves finos que no matan el perfil cilíndrico de su forma; en el centro de ella, una hermosísima cabeza de Cristo recuerda la escultura renacentista, sobre todo por el contraste con la figura inferior".

 

En otra versión la cabeza de Cristo esculpida por indígenas es la expresión de Aculmaitl, palabra náhuatl de la que viene Acolman. El mito, originario de Texcoco, relata que el sol tiró una flecha en suelo de Acolman y fue así como surgió el primer hombre de la tierra, a quién por tener sólo la cabeza, los hombros y los brazos, llamaron Aculmaitl, que significa, "hombro con cabeza".

- Capilla abierta

Está en alto, en un segundo nivel, al lado derecho de la iglesia. Es un arco rebajado de medio punto. En su interior hay frescos que pueden ser de 1550 ó 1560.  

Santa Catarina de Alejandría.

 

 

- Portal de peregrinos

El Portal de peregrinos tiene cinco arcos de medio punto rebajados. Los cuatro primeros de la misma dimensión y el quinto, que es la entrada al convento, es más ancho. En la parte superior ventanas de las celdas.

- Iglesia

 

Exterior

La fachada tiene dos elementos, que son la portada y la espadaña. El estilo es plateresco renacentista. Hay especialistas que comparan su calidad artística con la portada de la Universidad de Salamanca y la del hospital de la Santa Cruz de Toledo. En versión de Toussaint es la portada plateresca más pura de las que se hicieron en la Nueva España.

 

Tiene dos cuerpos. En el primero tres calles. En la del centro un arco de medio punto y en las de los lados, en medio de columnas, nichos con las imágenes de san Pedro y san Pablo. En el extremo dos letreros: Al norte: "Acabóse esta obra el año de 1560 reinando el Rey Don Felipe Nuestro Señor hijo del Emperador Carlos V", y al sur: "Gobernando la Nueva España su II Virrey Don Luis de Velasco con cuyo favor se edificó". En la parte superior, a manera de remate, un frontón triangular donde al centro hay un nicho con una imagen.

 

El segundo cuerpo es la ventana del coro de forma rectangular, un arco de medio punto rebajado. A los lados dos medallones. En la parte superior un remate triangular con el escudo de la Orden de San Agustín (OSA) tallado en pierda que se compone de un corazón atravesado por flechas. Todo en medio de relieves en piedra con ángeles, flores, animales, frutas y signos del zodiaco. Algunos atribuyen la portada a un artífice europeo, pero otros ven las manos de artistas indígenas.

 

En el remate, al centro, una espadaña de tres arcos de medio punto. El de centro ligeramente más alto y ancho. Están dentro de un triángulo. A cada lado tres almenas. Todo de mampostería.

El ábside visto desde el exterior con dos contrafuertes. En las paredes también contrafuertes y en la parte superior, alrededor de todo el perímetro de la iglesia, almenas. Estilo propio de un convento-fortaleza.

 

Interior

La planta de la iglesia es de una sola nave y cuenta con tres capillas, el bautisterio, la antesacristía y la sacristía. La nave se divide en tramos con pilastras que sostienen arcos de medio punto en el techo y en la pared. El ábside está techado con una nervadura gótica en forma de estrella de ocho puntas.  

Hay tres altares barrocos dorados, el mayor y dos laterales. El mayor tiene tres cuerpos y en cada uno hay tres calles. En el primero la calle central está vacía y hay una escultura de san Agustín de Hipona. En las calles laterales nichos sin imágenes. En el segundo en las tres calles hay cuadros en medio de columnas. En el tercero se repite lo mismo. Al parecer los cuadros son del siglo XVI y pertenecieron a otro altar.

En las paredes del ábside murales, que algunos especialistas sostienen son de las primeros que se hacen en lo que hoy es América Latina. Se representan a profetas del Antiguo Testamento, doctores de la Iglesia y a santos agustinos, que están sentados en grandes tronos. Hay también textos de salmos y frases de la filosofía agustiniana. Son obras del siglo XVI.

Pared izquierda y pared derecha.

 

Mural en la pared derecha de la iglesia. Imita un altar barroco. Cuatro nichos con imágenes.

 

- Patio exterior

Ya en el área del convento hay un patio interior que queda bajo el nivel del atrio. La escalera de la derecha da acceso del atrio al patio. La de la izquierda al convento.

Una logia al final de uno de los pasillos del claustro alto.

Este Chac Mool se encontró en el lugar.  

- Convento

 

Claustro grande

  • Nivel bajo

El patio del claustro bajo es cuadrado. El edificio todo de cantera. El estilo es renacentista. En cada uno de sus lados cuatro arcos de medio punto. Entre el arco dos y tres hay una columna doble. En las esquinas una pilastra en medio de dos columnas. Entre arco y arco hay unos medallones. Los fustes y capiteles de estilo ecléctico con perlas isabelinas.    

Columnas dobles, en medio una pilastra, entre los arcos dos y tres en los cuatro lados. El capitel tiene una forma original de estilo ecléctico.  

En las cuatro esquinas del claustro bajo se encuentra esta estructura. Al centro una pilastra rodada de dos columnas. Fuste y capiteles tienen una forma original en estilo ecléctico. En ambos hay perlas de tipo isabelino.

Capitel y repisa-sostén de arco en un pasillo del claustro bajo.

 

  • Escalera

La escalera que une los dos claustros tiene dos descansos. En las paredes y el techo vestigios de murales.  

La virgen lactante, obra del siglo XVIII.

 

 

  • Nivel alto

El claustro alto tiene seis arcos de medio punto en cada uno de sus costados. El estilo es renacentista. El techo es de vigas de madera. En las esquinas se juntan las columnas de los arcos. Una barda-barandal recorre todo el claustro. Es de la altura de los fustes.  

Corredor de las celdas y una celda.

 

 

Murales

En una esquina del claustro alto están estos dos murales: "La Crucifixión de Cristo" y "El Juicio Final". Obra de artistas indígenas que copian las obras de grabados que vienen de Europa. El friso, con textos religiosos, recorre la parte superior de las paredes de todo el claustro.

Murales en otra esquina del claustro alto. Temas relacionados con la pasión de Cristo. Artistas indígenas que copian temas de grabados europeos.

 

Claustro menor

Tiene claustro bajo y alto, todo es de piedra. El claustro bajo tiene tres arcos de medio punto rebajados en sus cuatro costados. Y en cada lado dos contrafuertes. El claustro alto cuenta con tres vanos en cada costado en medio de pilastras. El techo es de vigas. El patio es cuadrado y al centro una cruz.

Murales

Murales en el claustro menor.

 

 

Comentario

En su origen es fundación de la Orden de Frailes Menores (OFM), que ocurre entre 1524 y 1529, que luego ceden a la Orden de San Agustín (OSA) que se asienta aquí en 1536. A partir de 1539, el responsable de la nueva edificación es el agustino fray Andrés de Mata.

 

En 1560 está ya terminada la fachada-portada de la iglesia y en 1571 el convento, pero la iglesia todavía sigue en construcción. En 1586, el papa Sixto V otorga al prior fray Diego de Soria, el permiso para hacer las primeras "misas de aguinaldo", que es el antecedente de las Posadas. En el siglo XVII, Acolman pasa a manos del clero secular.

 

El conjunto conventual sufrió inundaciones en los siglos XVII y XVIII que cubrieron el primer piso. En 1772 se abandona de manera definitiva y se ocupa de nuevo a mediados del siglo XIX, para de nuevo abandonarlo en 1877. Es hasta 1920, que las autoridades inician su rescate. En 1933 se declara Monumento Histórico Nacional.

 

Es hasta 1945 que se logra quitar todo el lado que lo cubría y se crea la rampa que actualmente existe. A mediados del siglo XX concluye la gran obra de restauración del conjunto conventual, que incluye los murales de la capilla abierta, del claustro mayor y menor. Entre 1992 y 1993 se remodela el refectorio y en 1995 hay una nueva intervención del edificio.

 

El atrio es de grandes dimensiones y está en declive. La cruz atrial, una de las más importantes de los conventos-fortaleza del siglo XVI, está fuera del atrio. El estilo es tequitqui. La portada, de estilo plateresco renacentista, es una de las grandes obras artísticas del siglo XVI en México. Toussaint dice que es la más pura del estilo plateresco. Es muy elegante y de enorme belleza.

 

En la iglesia son notables los murales del ábside que se registran como unos de los más tempranos en el continente americano. El tema profetas del Antiguo Testamento, doctores de la iglesia y santos y pensadores agustinos.

 

El convento tiene claustro mayor y menor. El mayor con arcos de medio punto de enorme belleza en nivel bajo y alto. Murales de enorme calidad, que son reproducción de grabados europeos hechos por artistas indígenas. En su interior hay un museo.

 

San Agustín Acolman es uno de los grandes conjuntos conventuales del siglo XVI construidos por la Orden de San Agustín (OSA) en la Nueva España, que después sirvió de ejemplo, para otras edificaciones agustinas.    

 

 

-----------

Visitas:

1970; 1982; 2023 (septiembre).

Fuentes consultadas:  

- Kubler, George, Arquitectura mexicana del siglo XVI, FCE, México, 1983.  

- Arciniega Ávila, Hugo Antonio, "Arquitectura agustiniana: La definición de un paradigma", Actualidades Arqueológicas, revista de estudiantes de Arqueología de México, Número 14, septiembre-octubre de 1997.