Rubén Aguilar Valenzuela 
Algunas noches, algunos fantasmas (Centzontle – FCE, 2004) reúne seis relatos de Francisco Tario (1911-1977) escritor que nunca formó parte de un grupo literario y tampoco optó por alguna corriente.

En estos cuentos - La noche del féretro; La noche del buque náufrago; La noche de la gallina; La noche de Margaret Rose; La noche del traje gris y La noche del loco - están presentes dos de sus obsesiones: los fantasmas y la noche.

Los féretros, las gallinas y los trajes de casimir hablan y dialogan con sus pares y los fantasmas se hacen presentes de una manera natural, como si estuvieran vivos.

En la obra de Tario es común que los objetos inanimados cobren vida y ofrezcan su visión de ellos mismos y del mundo en el que viven.

Francisco Peláez Vega, utilizó el apellido Tario ("lugar de ídolos" en purépecha) para firmar sus escritos. En su infancia, por la Revolución mexicana, su familia decide residir en España.

Ya adulto regresa a México y como futbolista profesional juega de portero en el Club Asturias. Una lesión lo retira del deporte.

En las décadas de los cuarenta y cincuenta del siglo pasado fue dueño de tres cines en Acapulco. En 1960 decide vivir en Madrid con su familia.

Por no participar en los círculos literarios fue un autor marginal que apenas en los años recientes ha sido recuperado y sus obras publicadas.

Estas no encajan en el entorno literario de su época. Sus narraciones mantienen distancia con el realismo y el costumbrismo.

Sus personajes y tramas se sitúan en el campo de lo fantástico y fantasmal. Son relatos íntimos que describen situaciones inverosímiles.

Ahora se le considera como uno de los mejores cuentistas mexicanos junto a Juan Rulfo y Juan José Arreola. Hay quienes lo comparan al argentino Jorge Luis Borges.

El cuentista, hermano del pintor Antonio Peláez, fue pianista y aficionado a los toros. Tuvo una amistad cercana con Manolete y con Dominguín. Fue amigo de Octavio Paz, José Luis Martínez, Alí Chumaceron y Lola Álvarez Bravo. 

En la Introducción del libro, para describir a Tario se dice: "Hablamos entonces de un fantasma por voluntad propia más interesado en la rica diversidad de la vida privada que en la exposición insensata de la vida pública; más propenso a preocuparse por concluir la lectura de un libro que los rituales acostumbrados de las presentaciones, reseñas o multiplicaciones de ventas de sus propias obras".
    
Para mí ha sido un descubrimiento este hombre multifacético y también su obra literaria. Los temas y personajes, que le son muy propios, resultan únicos en la literatura mexicana. Su prosa es elegante. La construcción de las historias es inteligente, atractiva y novedosa.

Algunas noches, algunos fantasmas 
Francisco Tario
Centzontle - Fondo de Cultura Económica (FCE)
México, 2004
pp. 91