Rubén Aguilar Valenzuela  
El controvertido Peter Handke (Austria, 1942) obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 2019. Su primera novela de gran éxito fue El miedo del portero al penalti (Alianza editorial, 2019) que se publica en 1970.

En ella, una mañana, al mecánico Joseph Bloch, que antes había sido un famoso portero en un equipo de fútbol, lo despiden de su trabajo. A partir de entonces, para él empieza una nueva vida.

La narración, de esa vida, no tiene ninguna lógica secuencial y tampoco ningún sentido. Las cosas pasan una tras otras solo por que sí. Bloch va y viene sin que nada parezca le interese o tenga alguna relevancia.

Sin más, ahorca a una mujer después de tener relaciones con ella solo porque sí. No hay razón alguna para hacerlo. Solo la ha visto algunas veces en la taquilla del cine.

Los personajes de Handke, lo es Bloch, están desarraigados e indefensos. Están solos e incomunicados. Viven una crisis existencial que enfrentan como marionetas que se mueven solo por moverse.

Nadie los acompaña, no tienen con quien estar. No hay un otro. Viven aislados. Son hijos de una sociedad que no los acoge y que nada les da.

Bloch es un personaje inquieto y angustiado, que deambula por las calles, los hoteles y los restaurantes. Lee el periódico y toma café. No hay nada que lo fije en alguna relación.

Para él, la vida no tiene ningún sentido y tampoco algo que merezca la pena. El problema no es solo el personaje sino la sociedad en la que vive.

Bloch me recuerda a Mersault, el personaje de El Extranjero de Albert Camus, también Premio Nobel de Literatura. Él también es presa de una profunda crisis existencial.

Hay vasos comunicantes entre Mersault y Bloch, entre el existencialismo de Camus y el de Handke. Los dos personajes de la novela, como expresión de la sociedad en la que viven, se mueven en la indiferencia y el sin sentido.

Ellos son hijos de un mundo enajenado e incomunicado que sufre y no se encuentra. ¿Vivir tiene sentido? ¿Y si lo tiene cuál es? ¿Cómo se explican los crímenes de la Segunda Guerra Mundial? ¿Los de ahora?

En las 158 páginas de la novela no hay un espacio en blanco. Un reglón sigue al otro y una página a la otra. No hay descanso. Es una lectura angustiosa. Se avanza en el texto sin que aparezca ninguna historia. Son solo hecho aislados y sin sentido.

El miedo del portero al penalti
Peter Handke
Alianza editorial
Madrid, 2019
pp. 158

 
Versión original: Die Angst de Tormanns beim Elfmeter Erzählung, Suhhrkamp Verlag, 1970, Frankfurt am Main. Traducción del alemán al español de Pilar Fernández Galiano. Primera edición en español 2006.