Rubén Aguilar Valenzuela
En 2019, los ingresos de las proyecciones de películas mexicanas totalizaron 1,767 millones de pesos, 26 % más que en 2018, que fue de 1,403 millones de pesos, según la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine).

Ese monto es el mayor en la historia del cine mexicano, antes lo había sido la recaudación de 2018 y la de 2016 que fue de 1,395 millones de pesos.

En 2019 se vendieron 34.6 millones de boletos, para ver películas mexicanas, 17 % mayor a los 29.5 millones que se colocaron en 2018.

Esto a pesar de que las películas mexicanas que se estrenaron fueron 108, una cantidad menor a 2018 cuando estuvieron en pantalla 116 películas.

De las películas exhibidas estas seis obtuvieron el 58.9 % de la taquilla: No manches Frida (2) (329.3 millones de pesos); Mirreyes Vs Godínez (238.6 millones de pesos); Tod@s caen (136 millones de pesos); Perfectos desconocidos (123.3 millones de pesos); Dulce familia (12.6 millones de pesos) y La boda de mi mejor amigo (100.1 millones pesos).

Por el número de los boletos vendidos el primer lugar lo tuvo No manches Frida (2) con 6.65 millones de boletos seguida de Mirreyes Vs Godínez con 4.58 millones y Tod@s caen con 2.6 millones.

Estos datos, que son positivos, hay que enmarcarlos en un contexto más grande. El total de los ingresos derivados de la venta de boletos fue de 19,050 millones de pesos, que creció en 13.3 % con relación al 2018.

Del gran total las películas mexicanas representan sólo el 9.2 %. Los problemas a resolver son muchos, pero el central sigue siendo el acceso a las salas, problema asociado, a su vez, a las grandes distribuidoras.

Con las políticas, para el cine del nuevo gobierno es probable que en 2020 se produzcan menos películas y eso también repercuta en el ingreso y en el número de los asistentes. Habrá que ver.