Rubén Aguilar Valenzuela
La película 1945: Tres mujeres (Países Bajos, 2022) la dirige Saskia Diesing, holandesa de origen alemán (1972), y el guion es de ella y Esther Gerritsen (1972).
En la historia que se cuenta, en la primavera de 1945, en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, las tropas aliadas avanzan por el Oeste y las soviéticas lo hacen por el Este. En ese momento, un tren con cientos de prisioneros judíos, que ha partido de un campo de concentración próximo, queda varado junto a una pequeña población cerca de Dresde, Alemania.
Para ese entonces, la aldea está ocupada por el Ejército Rojo de la Unión Soviética, y en esa situación de guerra, caracterizada por la confusión, la desconfianza y la venganza, surge una inesperada relación de amistad entre tres mujeres; la francotiradora del ejército soviético, Vera; la local Winnie (Anna Bachmann), y la judía-holandesa Simone (Hanna van Vliet).
Los nazis han huido del lugar y ahora los soviéticos controlan el sitio. Los judíos, con la autorización de las nuevas autoridades, han sido autorizados a salir de los vagones y a buscar comida en el pueblo.
La mayor parte de los judíos transportados en ese tren son de los Países Bajos. El marido de Simone se encuentra lisiado, y ella conoce a Vera, la francotiradora soviética que solo habla ruso. Ella, con su marido, se instalan en una casa del pueblo, y ahí conoce a Winnie, que es de la localidad.
Diesing, encuentra puntos de contacto, entre mujeres con historias tan distintas y manera de ser radicalmente diferentes. A principio se hace patente aquello que las hace distantes, con experiencias de vida que nada tienen en común.
Y al paso de los días surge el encuentro en su condición de ser mujer. No importa si se es militar, judía perseguida o una alemana simpatizante de los nazis, porque son, antes que eso, mujeres.
Es una película sin mayores pretensiones con una narrativa de estructura clara, y el mensaje que pretende trasmitir también lo es. Es una buena producción y tiene buenos escenarios y fotografía.