Rubén Aguilar Valenzuela

El vendedor de silencio (Alfaguara, 2019) es una novela biográfica donde Enrique Serna (1959) aborda la vida de Carlos Denegri (1910-1970) un hombre complejo que, durante 30 años, desde las páginas de Excélsior, fue el periodista más poderoso de México y que en algún momento la Agencia AP lo nombró "uno de los diez periodistas más influyentes del mundo".

Denegri era un buen periodista y un hombre culto, cosmopolita, políglota, religioso, hijo ejemplar y al mismo tiempo un corrupto, estafador, chantajista, mentiroso, arrogante, misógino, alcohólico, antisemita y muy violento. Serna hace un recuento de la vida del periodista, pero se concentra en los acontecimientos de los últimos años.

Serna presenta a un hombre extraordinariamente poderoso y al mismo tiempo débil y dice que "a pesar de que Denegri gozaba de una enorme impunidad, podía cometer escándalos en público y salir ileso por la protección que tenía del poder, era un hombre con un talón de Aquiles muy fuerte: propendía a la autodestrucción. Y ese talón de Aquiles de su carácter era más poderoso que su misión".

El texto tiene muchas posibles lecturas; la de la biografía, y ésta a su vez otras muchas, la de la política mexicana, la de la relación entre el periodismo y el poder. Serna, a partir de su investigación sobre Denegri, construye un personaje complejo, sólido y verosímil en sus muy distintas facetas. En todas está el ser humano que aparece lleno de contradicciones.

Denegri hizo del periodismo un negocio, Serna dice que "era sin duda El Rey Midas del Cuarto Poder. No había otro periodista más rico y poderoso. Fue el rey de una opinión pública prostituida. Ganaba más dinero por su silencio". En su época de mayor éxito cobraba grandes cantidades de dinero, por no dar a luz sus investigaciones sobre personajes de la política.

Julio Scherer, El Mirlo blanco, dijo que "Denegri fue el mejor periodista del siglo XX, pero también el más vil". Como profesional realizó grandes reportajes sobre eventos internacionales, demostró una gran capacidad para la investigación, tenía un archivo detallado que mantenía al día, su redacción era cuidada y sus columnas bien construidas. Algunas de ellas se transcriben en la novela.

Y al mismo tiempo era un corrupto y un maestro del chantaje y en el uso de sus relaciones e influencias que tenía tanto en el sector político como también en el sector empresarial. Esto le permitió incursionar también en el periodismo de sociales. Lo hizo a partir del sexenio de Miguel Alemán, para aprovecharse de los nuevos ricos que querían salir en los periódicos, para ostentar su riqueza.

La misoginia fue una constante en su vida y Serna, con seudónimos y el recurso de la novela, desarrolla la historia de las relaciones de pareja que tuvo a lo largo de su vida. Experto en el arte de la seducción convencía a las mujeres que quería tener como esposas y luego, ya en la vida cotidiana, las maltrataba psicológica y físicamente. En 1970, la última de sus parejas lo mata.

Serna se adentra en la infancia, la adolescencia y la juventud de su personaje. De madre argentina e hijo de Ramón P. Denegri, viejo revolucionario, dos veces secretario de Agricultura y embajador en distintos lugares. Es en los traslados de la familia, por el trabajo de su padre, que Denegri aprende varios idiomas y se hace un hombre cosmopolita.

Su éxito comienza a partir de su cobertura de la Segunda Guerra Mundial. Desde Europa escribe crónicas en primera persona en las que se hace ver como un periodista que sortea todos los peligros, para realizar su trabajo e informar a sus lectores. Sus artículos tuvieron un gran impacto entre los periodistas y también entre los lectores.

La de Denegri es la época de periodistas como Scherer García, Carlos Septién García, Roberto Blanco Moheno, Ernesto Julio Teissier, Alfredo Kawage Ramia y Jacobo Zabludovsky. Unos resistían al embate y el dinero del poder y otros no sólo sucumbían, sino que hicieron de ésta su forma de vida personal y profesional.  Escribían por encargo y cobraban por eso.

En 1968, el ascenso de Scherer García a la dirección de Excélsior marca el declive de Denegri y de su manera de hacer periodismo. Al cambio del contexto político y social del país se une también un proceso de degradación total del personaje preso del alcohol y ya con claros rasgos de locura.

La obra de Serna posibilita muchas lecturas, pero la más interesante es su descripción del régimen político, creado y gestionado por el PRI, que permite la existencia de personajes como Denegri y una relación entre el poder y los medios que se sintetiza en su figura que resulta paradigmática de ese modelo.

El autor en su inmersión a ese mundo, como solo lo permite la novela, da cuenta del abuso del poder, de la manera en cómo los recursos públicos se hacen privados, de las carreras políticas que quieren llegar a la cima de los cargos públicos no para servir sino para enriquecerse. La impunidad es la condición de que todo eso sea posible.

Serna une a lo largo de toda la obra, en un ir y venir constante, la vida privada e íntima del personaje y su vida pública y su trabajo periodístico. El autor aclara bien que se trata de una novela y no una biografía. En ésta las figuras públicas aparecen con nombres y apellidos, pero no sus esposas.

Una informante clave, para construir la novela fue Pilar Denegri, hija del periodista que reveló a Serna episodios que habían permanecido en el olvido o eran desconocidos. La novela de Serna es una historia muy bien construida y también contada. Es una gran novela.

El vendedor de silencio
Enrique Serna
Editorial Alfaguara
México, 2019
pp. 485