Rubén Aguilar Valenzuela

El conjunto conventual de San Francisco es parte de la declaratoria del Centro Histórico de La Habana, Cuba, como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1982.

 

Historia 

En 1575, la Orden de Frailes Menores (OFM) funda este conjunto conventual, cuando el cabildo otorga licencia para que los franciscanos se instalen en la Villa de San Cristóbal de La Habana. En 1591 se concluye la iglesia. A partir de 1647, el rey otorga a los frailes autoridad de conferir grados menores en latín, arte y teología.

 

En 1719 el edificio original se demuele e inicia la construcción de uno nuevo que se levanta entre 1731 y 1738, obra que se atribuye a fray Juan Romero, que es el que ahora vemos. En 1739 lo consagra el obispo franciscano Juan Luis Lazo de la Vega y Cancino.

 

La iglesia sirvió de cementerio a la mayor parte de la nobleza colonial de los siglos XVII y XVIII. En 1762, cuando las tropas inglesas toman la ciudad la usaron para sus servicios religiosos y ahí instalaron una logia masónica.

 

En 1842 fueron promulgadas las leyes desamortizadoras de los bienes del clero por la corona española, entonces inicia un largo período de transformaciones del edificio, que trae como resultado la desaparición de incontables valores que se encontraban en el lugar.

 

El convento se destina como almacén y oficina del Archivo General y vivienda para empleados de la aduana. En 1850, después del paso del ciclón de 1846, se demolieron el ábside y la cúpula de la Iglesia, debido al mal estado en que se encontraban.

 

Este recinto se mantuvo virtualmente abandonado en buena parte del siglo XIX. En 1907, luego de la independencia, se destina a la Dirección General de Correos y Telégrafos. En 1916 se transforma para acoger la Dirección General de Comunicaciones, luego ministerio. En 1941 y en 1944 se le hacen restauraciones, a cargo del arquitecto Julio Alemany.

 

Al triunfo de la Revolución, se le da la categoría de museo de Historia Colonial y se incorporan objetos históricos de carácter religioso a su colección. Después de la declaración del centro histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad, la iglesia se convierte en sala de conciertos.

 

Entre 1992 y 1995 se llevó a cabo una profunda labor de restauración e investigación arqueológica auspiciadas por la Oficina del Historiador, que marcan el inicio de la recuperación del edificio y da lugar a nuevos usos.

 

Iglesia

 

- Exterior 

La fachada de la iglesia da a la calle de Oficios. El estilo es barroco. El material de la construcción es cantera conocida como jaimanitas, una piedra del litoral.

 

La fachada - portada tiene dos cuerpos y tres calles. Al centro, sobre esa estructura, se levanta la torre. El primer cuerpo tiene tres calles divididas por columnas. En la del centro un arco de medio punto, que es la entrada principal, y a los lados dos arcos de medio punto, de menor dimensión, que son las entradas a las otras naves de la basílica.

 

En el segundo cuerpo también tres calles. En la del centro la ventana coral, que es un arco de medio punto, y en la parte superior un relieve con la imagen de la Inmaculada Concepción. En las calles laterales nichos con las imágenes de san Francisco de Asís y santo Domingo de Guzmán.

 

La torre es un diseño del arquitecto José Arcés y se levanta en el último tercio del siglo XVIII. Tiene 42 metros de alto. Cuenta con dos cuerpos y un remate. El primer cuerpo es un rectángulo que, al frente y en la parte posterior, tiene dos niveles de arcos de medio punto. A los dos lados de la estructura también dos niveles con arcos de medio punto.

 

El segundo cuerpo tiene arcos de medio punto en cada uno de sus cuatro lados. El remate es una cúpula con arcos de medio punto y luego un capulín. Sobre esta, la imagen de san Francisco de Asís. El huracán de 1846 le arrancó la cabeza.

 

La iglesia tiene un portón lateral que da sobre la Plaza de San Francisco, frente a la Fuente de los Leones, que se enmarca en un frontón de varios planos de profundidad abierto en su parte superior para recibir una hornacina.

 

- Interior

La planta es una basílica de tres naves. La dividen arcos de medio punto, que se apoyan en columnas cruciforme. En la parte superior, en cada uno de los seis tramos que tiene la nave central, hay ventanas cuadradas y otras que son óculos. El techo abovedado es de aristas.

El ábside y la cúpula, que se demuelen en 1850, han sido recreados con una pintura de ilusión (trompel'oeil), producto de la restauración del inmueble (1990-1994). Esta pintura sirve de fondo al óleo de la Santísima Trinidad de José Nicolás de la Escalera (siglo XVIII), y a un Cristo en la Cruz, talla en madera polícroma (siglo XVIII), regalo al convento del conde de O'Reilly.

Convento

Hay dos claustros, norte y sur. Entre estos unos arcos trilobulados dan acceso a la escalera, de grandes proporciones, que los comunica.

- Claustro norte

El claustro tiene tres niveles. El patio es de forma cuadrada y al centro hay una fuente y tiene árboles. El claustro bajo cuenta con tres arcos de medio punto en cada uno de sus lados. Son de cantera. Las columnas que lo sostienen son muy elaboradas. Al frente de estas hay otras columnas, que son contrafuertes. El techo de los corredores es abovedado.

El claustro intermedio tiene arcos de medio punto de mampostería en cada uno de sus lados. El tercer claustro, el más alto, está cubierto por una pared de mampostería, en cada lado tiene cuatro ventanas. Los techos de estos dos niveles son de viga y tablas de madera. 

- Claustro sur 

En este claustro se encontraba la portería y la portada del convento. El material es de cantera. La forma escuadrada con tres niveles. Al centro del patio una fuente. El claustro bajo tiene cuatro arcos de medio punto en cada uno de sus lados, que se sostienen en columnas de capiteles toscanos. En el claustro intermedio arcos de medio punto alargados y de mayor dimensión. Se sostienen en columnas con capiteles toscanos.

El claustro más alto, el tercero, tiene cuatro arcos de medio punto en cada uno de sus lados, que se sostienen en columnas de capiteles toscanos. Son de menor dimensión que los arcos de los otros dos claustros.

 

Capilla de la Tercera Orden

En 1608, contigua a la iglesia, se levanta la capilla de la Tercera Orden de San Francisco dentro del propio edificio con entrada independiente, que ceden los frailes. Se encontraba al extremo sur del edificio, lindando con el callejón de Churruca. Esta capilla desapareció al demolerse la crujía anexa al callejón, que contenía uno de los brazos del crucero.

 

Los miembros de la Tercera Orden, en 1678 compraron una franja de terreno en el extremo sur del propio convento, para edificar una capilla digna. Era conocida también con el nombre de la Santa Veracruz, de ella salía, los viernes de cuaresma, la procesión del Vía Crucis que, por la calle Amargura, que llegaba hasta el humilladero, después, iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje.

 

Por ser una asociación seglar, la capilla de la Tercera Orden no quedó incluida en la ley de desamortización, y sus miembros la siguieron utilizando hasta que se trasladaron a otro emplazamiento, anexo al convento de San Agustín, donde se habían ido los franciscanos, después de perder su convento.

 

Jardín Madre Teresa de Calcuta

 

En 1999 en el espacio donde estuvo el ábside y la cúpula del crucero de la iglesia, que da a la calle de San Pedro (Avenida del Puerto) se ha convertido en un área ajardinada dedicada a la madre Teresa de Calcuta.

 

Comentario

 

El convento se funda en 1575, y la iglesia se termina en 1591. En 1719, el edificio original se demuele por el mal estado en el que se encontraba. El actual conjunto se levanta entre 1731 y 1738. A partir de1842, con las leyes de desamortización de los bienes del clero por la corona española, el edificio vive todo tipo de usos y junto con ellos de daños.

 

En 1941 y en 1944 se le hacen restauraciones, una de ellas por el arquitecto Julio Alemany. Entre 1992 y 1995, la Oficina del Historiador realiza un profundo proceso de restauración. Es cuando la iglesia se convierte en una sala de conciertos y el convento en Museo de Arte Sacro.

 

La fachada barroca es de buena factura y tiene personalidad. Llama la atención la manera como se diseña la torre, que forma parte de la fachada - portada. La iglesia toda es de cantera conocida como jaimanitas, una piedra del litoral. Al lado izquierdo de la iglesia se abre la Plaza de San Francisco y a esta da la puerta lateral.

 

El interior de la iglesia, toda de cantera, con sus enormes arcos y columnas, los techos abovedados y las ventanas con vidrios de color ocre crean un espacio muy bello. El trabajo de restauración es muy bueno y acertada la idea de la pintura de ilusión (trompel'oeil), producto de la restauración, para simular el ábside y la cúpula destruidas en 1850.

 

Los dos claustros tienen tres niveles. En el primero solo el claustro bajo, que cuenta con arcos de medio punto, es de cantera y los otros dos de mampostería. En el segundo los tres niveles son de cantera con arcos de medio punto y columnas con capiteles toscanos. De los conventos del siglo XVI en la Nueva España no hay ninguno que tenga tres niveles.

 

Cada uno de los claustros tiene su propio encanto. En los dos patios hay fuentes, árboles y plantas. Uno de los claustros está en reparación y solo lo pudimos ver desde una puerta. De ahí le tomamos fotografías. De la construcción original del siglo XVI no queda nada. Disfruté mucho la visita. En 1997 pienso que estuvimos en la iglesia, pero no en el convento.

 

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Visitas:

  • 1994; 2024.

 

Fuente:

  • Notas de las visitas

  • Reseña histórica del Convento San Francisco de Asís, Opus Habana, Vol. III, No. 3-4, 1999, pp. 4-15.