Toponimia
La palabra náhuatl Texcoco tiene las raíces tē- (gente), tsikoa (retener), -ko (locativo). Se traduce como: "Lugar donde se retiene gente". En otra versión Texcoco tiene las raíces: Tlacolt (Jarilla), planta que brota en terreno llano y texcalli (peñasco). Su traduce como: "En la jarilla de los riscos".
Historia
En 1523 inicia la evangelización en esta zona a cargo de la Orden de Frailes Menores (OFM) que envía a los franciscanos flamencos Juan de Ayora, Juan de Tecto, confesor de Carlos V, y Pedro de Gante, pariente del emperador. El grupo de los doce primeros franciscanos llega en 1524. Ellos están aquí un año antes.
Hernán Cortés solicita al rey Carlos V el envío de evangelizadores de las órdenes mendicantes, el rey, de acuerdo con la OFM, manda a estos tres frailes procedentes de Flandes para que inicien la evangelización en la Nueva España.
Arriban a Veracruz en agosto de 1523 y cuando se presentan en Tenochtitlan, Cortés los recibe a la entrada de la ciudad, les besa las manos como un acto de reverencia y respeto a su calidad de enviados de la Corona, y se entrevista con ellos.
Como la ciudad estaba en proceso de construcción, después de la derrota de los aztecas, y se temía que hubiese alguna revuelta, Cortés decide mandar a los llamados "tres lirios de Flandes" a Texcoco, donde fueron recibidos por la nobleza local.
La referencia más antigua de este hecho aparece en el año cuatro-conejo en el Códice en Cruz y ahí se menciona a un "fray Juan", y se muestra a un fraile franciscano en el acto de enseñar la doctrina y se puede considerar que esta escena hace referencia al trabajo primero de estos franciscanos.
En Texcoco se quedaron en la casa del gobernante indígena Pedro Guanacoch, que pone a disposición diversos edificios, para que inicien su trabajo. Aquí a finales de 1523, Pedro de Gante funda la primera escuela de cultura europea de América, que se conoció como la Capilla de la Enseñanza.
Esta primera escuela que atienden los frailes comienza a funcionar en una pequeña sala que les asigna dentro de su casa el entonces gobernante de Texcoco, Pedro Guanacoch, que estaba en la parte sur de la ciudad, conocida como Ahuehuetitlán, y que habían sido las casas de Nezahualpilli.
Se sabe que Motolinía, como le decían los indígenas, utilizó grandes mantas pintadas, para enseñar. En el Manuscrito de la Historia Eclesiástica Indiana se le ve con una vara y una gran manta donde enseña el catecismo.
Los frailes lo hacían mediante pictogramas, ideogramas o jeroglíficos escritos principalmente por los indígenas. Sin embargo, surgieron muchos problemas de traducción porque términos como comunión, cruz, Dios todopoderoso o trinidad que era palabras de difícil traducción tanto pictográficamente como en náhuatl. Al inicio la evangelización se enfrenta a estos problemas lingüísticos.
Hacia 1525 se inicia la construcción de la iglesia, pero ya no en el sur de Texcoco, sino en el norte en un terreno más amplio en el Tecpan de las Mariposas (Papaloxochititlán) también propiedad de Nezahualpilli.
En 1880, el padre Vera, con base en lo escrito por fray Toribio Motolinía y fray Jerónimo de Mendieta, relata que: el 2 de julio de 1524, día de la festividad de la Visitación de María, los franciscanos de la Ciudad de México decidieron enviar a cuatro religiosos para fundar en Texcoco el segundo convento de la orden. El primero de enero de 1525 se rompen los ídolos, se queman los templos y se inicia la construcción del convento. Una segunda iglesia se construye en 1576. En 1565 inicia la construcción del convento que se termina en 1585. El Códice franciscano de 1569 señala que en el convento viven cinco religiosos, que administraban y atendían a diez o doce iglesias de vista.
George Kubler, afirma que en 1576, las obras que se asignaron a los indios de Calpulalpan tuvieron que suspenderse por dificultades sociales y económicas. En la única copia que se conserva de la Relación de Texcoco, redactada en 1580 por Juan Bautista Pomar, faltan las páginas que dan cuenta de las construcciones.
En 1585, fray Antonio de Ciudad Real escribe en su Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España:
"El convento está acabado, con su claustro alto y bajo, dormitorios, iglesia y huerta. Es el convento más antiguo de la provincia y donde se dice por cierto que se edificó la primera iglesia de la Nueva España. Ahí está la cabeza de fray Juan de Rivas, uno de los doce primeros frailes, junto al altar colateral, en la capilla mayor. Están enterrados también fray Juan de Ahora y fray Miguel Garobillas. Moraban en el convento cinco o seis religiosos. Hay en aquella ciudad una casa que llaman técpan, la cual fue del rey de Tezcuco, en que el moraba, y aunque antiguo es muy de ver, hay en ella muchos y muy buenos aposentos y una buena huerta. Una legua de ahí está otro técpan en un cerro que es la casa de recreación del mesmo rey; es muy vistosa, pero está maltratada y de antiguo se va cayendo y arruinando; sacrificaban en ella en su gentilidad mucha carne humana".
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En Texcoco, la Capilla de la Enseñanza cambió de lugar en tres ocasiones. En la Nueva España en esta escuela , tiene lugar el primer esfuerzo educativo que está a cargo de los franciscanos. Y es uno de los primeros en el Continente. En esta línea después vendrán la capilla de San José de los Naturales en Tenochtitlan y el Imperial Colegio de Tlatelolco hacia 1536.
Los especialistas señalan que en ese tiempo en Texcoco se hablaba el náhuatl más elegante de Mesoamérica. Hay evidencias en que pronto el trabajo educativo de los franciscanos empezó a dar resultado.
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Se sabe que la iglesia estaba a punto de caer en ruinas en 1687. El virrey, conde de la Monclova, pide un informe sobre lo necesario para su reparación, y en 1688, da la autorización de demoler la vieja iglesia para reconstruir otra totalmente nueva.
Los informes de las vistas de los ministros provinciales proporcionan información precisa sobre la evolución de la construcción, que para abril de 1689 está muy avanzada, y a punto de concluir a finales de 1693 y terminada en 1694.
Esta fecha la confirmada por fray Agustín de Vetancurt en su crónica de la Nueva España donde califica a la iglesia de San Antonio como "aora nueva". También se confirma esta fecha por la inscripción colocada arriba del nicho central de la portada lateral que versa como sigue: "siendo guardián N° R Pe Thomas Maisso, año de 1694".
En su crónica escrita antes de 1692, fray Agustín de Vetancurt da algunos datos sobre los nombres de los franciscanos, que en ese entonces eran doce, a cerca de las veintinueve sitios que se atienden desde el convento y habla de nueve cofradías en Texcoco. En 1754 se secularizan las iglesias por orden de las autoridades, pero se hace la excepción con el convento. Los franciscanos permanecen aquí hasta 1921 cuando deciden dejar el lugar.
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En 1961 se crea la Diócesis de Texcoco y la iglesia se constituye en catedral de la Inmaculada Concepción. El primer obispo es Francisco Ferreira y Arreola. En 1999, se le realizaron obras de remozamiento y restauración del conjunto conventual. Y en 2014 se restauró el retablo de la catedral.
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El convento de San Antonio de Padua, en Texcoco, es la más antigua de las fundaciones de la Orden de Frailes Menores (OFM) en la Nueva España. Después es el convento de San Francisco de Asís en la capital del virreinato luego de que llega el grupo de los doce.
Descripción:
- Atrio
