Héctor A. Gil Müller

Quizá mucho de los actos que juzgamos perversos en la historia sean resultado de la estupidez, aunque difícil y escapista de definir, muchos autores hoy están poniendo el concepto de nuevo en la balanza, pensar que el mundo se encuentra entre el bien y el mal y que ambos actores solo pueden ejercer aquello que la historia juzga como actos bondadosos o actos malvados es ridículo. Nuestra propia vida no es así, entre la cuna y la tumba cometemos muchas estupideces, algunas con mayores o con menores consecuencias.  

Estados Unidos ha armado muchas sociedades que digna o indignamente premian actos que solo pueden entenderse en el plano de la estupidez. Desde 1985 en Estados Unidos se entregan los “Premios Darwin” producto de la ironía y grandes fracasos, que concluyen en la muerte o esterilización de quienes los cometen, en cada candidato debe existir una asombrosa falta de sensatez, un acontecimiento veraz y razones suficientes para demostrar la madurez y que el comportamiento no fue obligado sino voluntario. Así ha conquistado esta distinción quienes han muerto por los mecanismos dispuestos para su propia protección, quienes han preferido fotografiar el momento antes de huir o aquellos que por lo general comienzan la travesía con un “mira, esto va a estar bueno”.

Pero también se premia parodiando a los Nobel, los procesos de investigación considerados inútiles, los premios “Ig Nobel” han reconocido el esfuerzo de equipos científicos preocupados por el hallazgo, mediante la ciencia, de conocimiento fresco y verdadero. Por ejemplo los efectos en la salud por comer espadas en los circos, o demostrar que las ratas son incapaces de distinguir a quien habla japonés al revés y una persona que habla holandés al revés.

También en lo legal, se reconoce mediante el premio “Stella”, las demandas o sentencias ridículas o escandalosas, este premio es inspirado en Stella Liebeck, quien en 1992 derramó su café caliente sobre su pierna causándole quemaduras, denunció a McDonald´s, por su falta de cuidado y capacitación a los clientes para el uso de café caliente por 2.9 millones de dólares, estos daños fueron reducidos por un juez a 480,000 dólares y la obligación en McDonalds de advertir a sus clientes que el café caliente, está caliente.

Sin duda algo va mal, por maldad, estupidez, omisión o decadencia, pero las cosas no andan bien.

De las 50 ciudades más violentas 42 estén en américa latina y de ellas 19 ciudades están en mi país, es estúpido que incluso protestemos por todo, menos por ello. De las 10 ciudades más violentas de todo el mundo, México tiene 6 de ellas, incluyendo los primeros 5 sitios.

Que difícil pensar que las muertes, número histórico por COVID19, compiten contra números record por asesinato. O incluso que cada dos horas desaparezca un mexicano

Es estúpido que nos preocupemos por libertades del primer mundo, cuando no hemos podido corregir la decadencia del tercero.

Un barco sin bandera es una nave que aún no ha sido conquistada, no podemos andar por la vida sin sabernos parte de algo, cada comportamiento debe sumar, intencionalmente a lo que queremos, a aquello que nos ha conquistado. Ojalá nos conquisten verdaderos motivos para hacer que esto cambie.

Yo soy Héctor Gil Müller y estoy a tus órdenes.