Arcelia Ayup Silveti

En el relato anterior toqué el tema del suceso con nuestra perrita chihuahueña Nina. 

Estaba embarazada y la semana pasada parió a su cachorro muerto, nació con una deformación congénita. Con beneplácito recibí bellos mensajes de algunos amigos, y compartiré en este espacio algunos de ellos. Jorge Caballero, escribió: “Así sufre uno por sus mascotas cuando algo les pasa. Yo lloré mucho cuando se murió Greco, mi primer perro. 

Era yo un chamaco, de unos 10 años. Mi abuelita Socorro me dijo que ya no tuviera perros. No le hice caso.” A la vez, Lichita Jaime, me compartió: “Siento mucho lo del perrito. Sé cuanto significa para ti y para Jimena”. Cristy Díaz, me mandó el siguiente mensaje de WhatsApp: “¡Cuánto lo siento! Tú sabes mi debilidad por los animalitos, especialmente por los caninos. El viernes que las vi, jamás me imaginé que un día antes habían pasado por ese dolor”.   

Imposible no compartir el sentir de Estelita Escobedo, de Saltillo: “Yo no sé, pero me trasmites todo lo que relatas y me llega hasta lo más profundo de mi ser. Gracias, por esa sensibilidad, que me encanta”.

Marian Pérez, de Xalisco, Nayarit, me comentó: “Gracias por compartir. Es triste lo que le pasó a tu mascota. Así es la vida”. Everardo Facio, con su visión especial, me dijo:  “La mirada de angustia de una madre sufriendo por su hijo es universal y abarca todas las especies. Qué pena lo sucedido”.

Lily Barrera, me iluminó con su mensaje: “Los perros con su sentido de solidaridad y nobleza nos enseñan cómo ser más humanos. Imagínate si ellos agradecen unos minutos de nuestra compañía, como han de valorar los lazos y la vida. 

Qué bendición que tengas a tus maestros perros. Gracias por culturizar a la gente”. Ramón Orozco, de CDMX, me envió el siguiente correo: “Felicitaciones, querida amiga. 

Desarrollas en tu columna lo que apuntaste hace meses, cuando se te murió Oliver y te referiste a la profundidad del lenguaje de las miradas entre tu pug y tú. 

Te sorprenderías de lo que puedes provocar con tus relatos, sentí la tristeza de ustedes y quisiera haber estado ahí”.

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