Hola soy Francisco Tobias y en esta ocasión te platico que el día 28 de febrero de 1881, en el periodico oficial del estado de Coahuila de Zaragoza, publicado en esta hermosa ciudad de Saltillo se daba la noticia de un fallecimiento, de la muerte del General Jesús González Ortega, y lo hizo de la siguiente manera: “Hoy, a las cuatro y media de la mañana, ha fallecido en esta ciudad el señor general de división Jesús González Ortega, víctima de una enfermedad que lo tenia postrado en el lecho del dolor. La República acaba de perder a uno de los más esforzados y valerosos campeones de la Reforma”.
Pero, ¿quién fue Jesús González Ortega? Fue un militar oriundo del estado de Zacatecas, quien participó del lado del Benemerito de las Americas en la guerra de la Reforma y contra la invasión francesa, esa en la cual querían imponer un emperador. Incluso llegó a ser Gobernador del su estado y también de Puebla, y por si fuera poco a la muerte del General Ignacio Zarzagoza, el Presidente Juárez lo nombró ministro de guerra.
El General zacatecano el día 20 de enero de 1864, le envió a esta hermosa ciudad de Saltillo, una comitiva integrada por Nicolás Molina y Juan Ortiz, a don Benito Pablo Juárez García solicitandole que renuncirá a la presidencia de la república.
Con el paso del tiempo, de los años, de las luchas, don Benito Juárez y el Gral. Jesús González Ortega, se volvieron en archienemigos, creció un odio inimaginable entre ellos, bien dijo el crónista de República, Guillermo Prieto “Juárez le tenía mucha tirria a González Ortega”.
Y fue aquí en esta hermosa ciudad de Saltillo, que el General, héroe de la reforma y de la lucha contra los frances, falleció, en un hotel que estaba ubicado en el cruce de las calles de Juarez e Hidalgo en el centro y que por cierto su acta de defunción señala que falleció por el reblandecimiento de su cerebro. Que gran paradoja la que le tenía guardada el destino al general, eso de fallecer en un edificio ubicado en una calle que lleva el nombre de su peor enemigo.
Aviso de ocasión
Debido a la epidemia de viruela, se ordena la vacunación de todos los vecinos, la recolección de limosnas y se prohíbe el uso de los lavaderos públicos y el lavar la ropa en las fuentes principales.
Anuncio publicado en la Villa de Santiago del Saltillo, el 28 de enero de 1798, anuncio tan semejante a los de estos días, por la pandemia.
Gracias por acompañarme soy tu amigo Francisco Tobias y Yo Soy de Saltillo.