Francisco Treviño Aguirre

El año 2021 marcó una importante recuperación en el ámbito económico, adecuando las formas tradicionales hacia nuevos esquemas que favorecieron el comercio electrónico y los esquemas digitales, que, si bien no eran nuevos, se incrementaron de tal manera que ahora la economía digital representa una actividad de reactivación en muchos de los sectores económicos de México y el mundo. De acuerdo con las proyecciones realizadas para este 2022, el incremento de los usuarios que compran en línea en nuestro país pasará de 57.5 millones en 2021 a 64 millones en 2022, gran parte de esto se debe a la variante ómicron y también a la confianza que han adquirido los usuarios al realizar compras en línea. Por lo tanto, el comercio electrónico seguirá siendo tendencia en 2022.

El comercio electrónico impulso de manera inherente también los esquemas de negocios logísticos. Desde la compra de comida hasta la adquisición de enseres domésticos, aparatos electrónicos y una gran cantidad de productos no solo para el hogar. En este sentido, las empresas se vieron rebasadas por la gran demanda que se tuvo durante el año pasado en cuanto a entregas domiciliadas, impulsado de esta manera la creación y consolidación de negocios de todos tamaños dedicados al servicio logístico. Si bien aún no se sabe cuanto tiempo durará esta nueva ola de pandemia, las empresas de logística tienen importantes áreas de oportunidad para continuar creciendo y ofrecer sus servicios, complementando a las empresas de ventas en línea.

El mercado de análisis de datos (big data) alcanzará los $103 mil millones para 2023. La aplicación práctica de la ciencia de datos en varias industrias ha dado lugar a tecnologías como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático (machine learning) están cambiando rápidamente la forma en que trabajamos. Sin embargo, uno de los mayores impedimentos para adoptar la inteligencia artificial (IA) fue el miedo a perder el trabajo. Es por eso que los roles humanos serán cruciales para evolucionar la IA hacia algoritmos más sofisticados y precisos. Esto significa que la participación humana en los procesos pasará de un trabajo más operativo y repetitivo a un papel estratégico. Todavía se necesitarán humanos para decidir la mejor manera de escalar las tecnologías existentes, mientras que las máquinas se harán cargo del trabajo manual.

El potencial del software de vigilancia comercial para conservar la seguridad del acceso a grandes cantidades de datos personales y objetivos más amplios lo convierte en un negocio lucrativo para quienes lo suministran y en una herramienta eficaz para quienes realizan actividades de comercio en línea. Por lo tanto, expertos en esta industria creen que los proveedores de dicho software se expandirán diligentemente en el ciberespacio y brindarán sus servicios a nuevos actores en base a todo tipo de amenazas, hasta que los gobiernos comiencen a regular su uso y se obligue a contar con elementos de seguridad para llevar a cabo transacciones en línea seguras.

Las bases de datos siempre se han definido por una estructura consistente y confiable, sin cambios frecuentes y radicales. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 está desempeñando un papel importante en la transformación de la forma en que las empresas interactúan con sus clientes y su fuerza laboral. Parte de esta transformación digital implica una mayor adopción del almacenamiento de datos en la nube en la empresa. Las bases de datos están evolucionando para manejar más datos e incorporar más inteligencia. Para respaldar mejor esta evolución y disfrutar de los beneficios económicos de la nube, las empresas están adoptando cada vez más las bases de datos en la nube.

La sostenibilidad seguirá siendo la nueva normalidad para las empresas en 2022, centrándose en hacer buenos negocios. Cada vez más empresas participarán en la economía circular y crearán cadenas de suministro más sostenibles. Las energías solar y eólica se convertirán en las dos energías más resilientes con las que contarán las empresas e incluso los hogares en 2022. Se espera que continúe el cambio hacia el consumo y la producción sostenibles, ya que la reducción de las emisiones de carbono sigue siendo una prioridad para las empresas, los consumidores, los inversores y los gobiernos. Por ejemplo, pasar de una economía lineal a una circular es una forma de desvincular el crecimiento económico del uso de recursos y evitar el desperdicio innecesario, y una poderosa herramienta para reducir las emisiones y combatir el cambio climático.

Twitter: @pacotrevinoa