Francisco Tobías

Las ocho columnas financieras, en el mundo entero, durante los últimos días se han dedicado a una empresa china, de nombre Evergrande, quien ha declarado que no cuenta con el efectivo para saldar sus compromisos financieros, es decir sus deudas.

Este gigante asiático cuyo principal sector empresarial es la construcción de viviendas, tiene una deuda de 300 mil millones de dólares, para dimensionar el tamaño inmenso del adeudo sólo es necesario señalar que en junio de este año México tenía una deuda externa por un monto de 211 mil millones de dólares, es decir que Evergrande, quien por cierto esta construyendo el estadio de futbol más grande del mundo, debe casi un 50% más de lo que adeuda el gobierno mexicano a instituciones financieras del extranjero o bien su deuda equivale a 24 veces la que tiene PEMEX.

Hace algunos días, me preguntaban si esta situación podría desatar una crisis económica en México, otra, como la que sufrimos en el 2008 con el colapso de la burbuja inmobiliaria en Estado Unidos. Para nuestra fortuna el impacto negativo, en caso de que la empresa china, quien por cierto esta construyendo en una isla un parque temático, tipo Disney, que ocasionaría no fuera de grandes repercusiones para México y los mexicanos, aunque si tendríamos secuelas “mínimas”.

Los efectos negativos de la situación financiera de Evergrande para México serían; periódicamente la SHCP busca reestructurar sus deudas con el exterior, con tasas de interés cada vez más bajas, ante la situación de “no pago” por parte de la empresa asiática, que tiene mil 300 proyectos de vivienda en China, las tasas de interés se incrementarán un poco, por lo que no sería conveniente algún tipo de reestructuración de la deuda externa mexicana, es decir será más caro colocar deuda.

En un sistema económico globalizado, podríamos decir que no hay rincón de la economía que se encuentre libre de los efectos que ocasionaría el no pago de sus compromisos financieros por parte de Evergrande, empresa que cuenta con 200 mil empleados directos, y genera casi 4 millones de manera indirecta.

Y el gobierno chino, ¿qué esta haciendo? La autoridad china está aplicando una política muy interesante, por lo menos hasta el momento en que escribo estas líneas pues, ha inyectado recurso, flujo a su mercado financiero, sin salvar a la empresa morosa. Dejando en claro que su preocupación y ocupación es el mercado financiero y no las empresas, bancos, a quienes les adeuda Evergrande. Pareciera que bien aplican la frase de Lord Keynes quien aseguró: “sí yo te debo una libra tengo un problema; pero si te debo un millón, el problema es tuyo”.

Lo que si afectaría de manera amplia y con consecuencias nada halagüeñas, no sólo a la economía mexicana y a todo el mundo, sería el cierre de esta empresa, lo que provocaría un colapso en el sistema financiero de China, arrastrando al sistema financiero mundial.

Si pregunta inicial es: ¿esta situación de Evergrande afectaría a la economía de México, como lo hizo la burbuja inmobiliaria del 2008? La respuesta es que a pesar de que la crisis del 2008 fue también ocasionada por una empresa, Lehman Brothers, es NO.