Enrique Escamilla Cantú

Cuando el panorama económico se vuelve incierto, muchos huyen... pero unos pocos observan, evalúan y actúan. En el mundo inmobiliario, la palabra "crisis" no siempre significa retroceso. A veces, es sinónimo de oportunidad.

México vive un momento particular: altas tasas de interés, inflación persistente y presión en los mercados internacionales. Pero en ese entorno también se están gestando cambios profundos en la forma en que se habita, se trabaja y se invierte. Este escenario puede frenar decisiones impulsivas, pero también abre la puerta a inversiones estratégicas para quienes entienden el cambio.

Para quien entiende estas señales, el terreno —literalmente— se vuelve una de las mejores estrategias patrimoniales.

¿Por qué el terreno vuelve a brillar?

El terreno es un activo que no se deprecia con el uso, no requiere mantenimiento constante y, bien ubicado, puede apreciarse con el tiempo. Puede adaptarse: algo agrícola hoy, comercial o habitacional mañana.

De acuerdo con datos de BBVA, el sector de la construcción ha tenido un crecimiento notable: en 2023, la obra civil registró un incremento del 78.7 % respecto al año anterior. Además, el informe "Situación Inmobiliaria México – Segundo semestre de 2024", también de BBVA, indica que el PIB acumulado del sector construcción creció 10.1 % en ese periodo.

El terreno no se vende de inmediato, pero su valor puede crecer sostenidamente. Además, es más accesible: no necesitas comprar una propiedad ya construida para invertir. Un lote bien ubicado puede ser el inicio de un portafolio.

 

¿Qué comprar? El terreno como activo estratégico

Invertir no es especular. La clave no está en buscar el terreno más barato, sino el mejor ubicado. Zonas con infraestructura proyectada, acceso vial, expansión urbana o cercanía a centros industriales son candidatas mejor posicionadas para adquirir valor.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el sector de la vivienda representó el 5.3 % del PIB nacional en 2023, lo que confirma el peso estructural del mercado inmobiliario en la economía mexicana. Si bien este dato se enfoca en vivienda, también refleja cómo el suelo —como insumo base— es esencial en toda cadena de valor inmobiliaria, desde desarrollos habitacionales hasta parques industriales.

 

 

 

¿Cuándo comprar? Cuando los demás dudan

La mejor oportunidad aparece cuando muchas personas dudan. Algunos desarrolladores ralentizan sus proyectos y eso genera inventarios atractivos para quienes analizan con calma. En zonas industriales del norte como Saltillo o Apodaca, y en regiones estratégicas del Bajío como Querétaro, los lotes que antes eran periféricos están convirtiéndose en núcleos de expansión.

Según el reporte de BBVA sobre el sector inmobiliario, aun con recortes presupuestales, el segmento de edificación creció 6.9 % en el primer semestre de 2025, impulsando el crecimiento global del sector construcción. Esto sugiere que en ciertos nichos hay dinamismo incluso bajo condiciones difíciles.

 

Conclusión: construir patrimonio requiere visión

No necesitas ser arquitecto, desarrollador ni multimillonario para entrar al mundo inmobiliario. Lo que necesitas es observar con atención, identificar señales de crecimiento urbano y actuar con estrategia. En tiempos de crisis, los terrenos bien elegidos pueden transformarse en oportunidades silenciosas que maduran con el tiempo.

Invertir en tierra no es simplemente comprar metros cuadrados: es comprar tiempo, potencial y una base sólida para construir tu futuro.