Rubén Aguilar Valenzuela

La escritora mexicana Sara Uribe, escribe Antígona González (2012), a petición de la actriz y directora tamaulipeca Sandra Muñoz, para hacer ver la realidad la enorme tragedia de las desapariciones en nuestro país y la violencia creciente de los grupos del crimen organizado.

El texto lo escribe cuando recién había pasado el asesinato de 72 migrantes, originarios de Centro y Sudamérica, en un rancho del municipio de San Fernando, Tamaulipas, por miembros del cártel de Los Zetas.

Las víctimas fueron secuestradas y ejecutadas tras negarse a trabajar para el grupo criminal o pagar extorsiones. La masacre de San Fernando se convirtió en uno de los episodios más atroces de la violencia en México, y por desgracia no el único.

Uribe para construir la historia investiga sobre estos hechos a partir de artículos de prensa y relatos de primera mano, y recurre al antiguo mito griego de Antígona para hacer ver en el México de ahora lo que significa la búsqueda que hacen las familias por encontrar a sus desaparecidos.

Las fuentes que utiliza la autora provienen de versiones actuales de la historia de Antígona, como la Antígona Furiosa de Griselda Gambaro; Antígona Vélez de Leopoldo Marechal; La tumba de Antígona de María Zambrano y Antigone's Claim de Judith Butler.

En la narración, Antígona González, una joven del estado de Tamaulipas, México, busca a su hermano menor Tadeo que ha desaparecido, muy probablemente a manos de grupos del crimen organizado.

Su familia le dice que no acuda a las autoridades ni investigue sobre la desaparición porque se arriesga a enfrentarse a los criminales. Ella, desesperada, se convierte en una de las muchas "Antígonas", que en todo México, buscan a sus seres queridos que han desaparecido.

Del texto clásico de la tragedia griega está la lucha de Antígona por recuperar el cuerpo de su hermano para poder darle sepultura, como lo mandan los dioses. Es una obligación que debe de asumir.

La actriz mexicana Marina de Tavira, que representa a Antígona, cuenta  en una entrevista con Carlos S. Maldonado (El País, 13.11.25) que un día su cuñado, compañero de su hermana Cecilia de Tavira, el escritor Emiliano Monge, puso en sus manos el libro escrito por Sara Uribe, que para ella resultó una revelación.

Y afirma que "siempre fue una asignatura pendiente para mí hacer algo con Antígona en el teatro", y que el libro de Uribe le permitió cumplir con ese sueño y es cuando se dijo, "esta es la Antígona que tengo que hacer".

La actriz, con fuerza dramática y una perfecta decisión, desarrolla un poderoso monólogo, en el marco de una escenografía minimalista y una luz tenue, que tiene como fondo una enorme pantalla que reproduce imágenes y textos bordados por su hermana.

De Tavira dice que mientras trabajaba en la puesta en escena, la  directora Sandra Félix le dijo que había visto una exposición con bordados hechos por las buscadoras, una práctica común entre estos colectivos de madres, hijas, esposas y hermanas mientras buscan a sus familiares.

El "bordar se ha vuelto una tarea de las personas que buscan", y de ahí surgió la idea, añade, de que el bordado fuera parte de la puesta en escena., y su hermana Cecilia se encargó de la investigación sobre el bordado de las buscadoras, que se refleja en los textos e imágenes de sus creaciones, que se proyectan en la pantalla.

Marina de Tavira dice: "Creo profundamente en el poder del teatro", que "es un espejo en el que nos vemos como sociedad, como personas, como colectivo y, en ese sentido, genera conciencias". En el personaje de Antígona y en el monólogo de una hora, que diría recita, y lo convierte en poema, hace realidad lo que afirma.

La obra es una denuncia de las desapariciones en México, que son ya 120 000, más de la mitad en los últimos siete años, y también un homenaje al valor y a la dedicación de las buscadoras, que todos los días, con su actividad como lo hizo Antígona, humanizan a un mundo deshumanizado.

Ellas como la Antígona de la tragedia griega, sobre la norma y práctica del gobierno, que resulta insensible al dolor, actúan bajo los principios de la solidaridad y la fraternidad, siguen la voz de su conciencia, que es también la voz de Dios.

          

El trabajo de ambas hermanas, producido por Incidente Teatro, una compañía independiente, de Enrique Singer y Marina de Tavira, estuvo en el escenario del teatro El Milagro, Colonia Juárez, Ciudad de México, del 15 de noviembre al 7 de diciembre. Fueron solo 16 funciones.


Antígona González

Producción: Incidente Teatro, México, 2025

Teatro: El Milagro, Ciudad de México

Obra: Sara Uribe

Escenografía e iluminación: Víctor Zapatero

Vestuario: Jarildy Bosch

Diseño sonoro: Alejandro Castaños

Diseño multimedia: Antonia Fritche y Cecilia de Tavira

Con: Marina de Tavira